domingo, 10 de agosto de 2014

El día que presenté...

Una seguidora anónima, y que desconozco, me ha pedido encarecidamente que le publique este post en mi blog. Como creo que puede tener un cierto interés para las personas que me siguen, he decidido publicarlo respetando íntegramente su texto.

Sobre mí.
Soy una señora de mediana edad con curvas y muy curiosa. He estado leyendo montones de libros y blogs sobre el estilo de vida de la D/s desde hace un año. Pero siempre, durante toda mi vida, he tenido inclinaciones sobre este tema. Todavía no me he atrevido a actuar sobre mis necesidades íntimas, pero he empezado a dar los primeros pasos. Creo que soy sumisa o masoquista, no lo sé. Me gustaría que me sometieran, definitivamente, someterme primero.

Estoy casada, pero mi marido no está interesado en esto y estoy buscando a alguien con quien yo pueda hablar sobre esto y explorar cómo podría funcionar esto para mí o si pudiera funcionar también en otras relaciones.

También estoy buscando a alguien para tener una sesión, aunque todavía sin relaciones sexuales, mamadas ni besos. Tal como alguien inteligente me sugirió, busco a alguien que ya tenga una relación. No pretendo ser el amor de su vida, sino solo una pareja para tener una sesión o las que sean con él. O una pareja interesante. Valoro mucho una sesión sana.

Lo que realmente quiero es ser dominada. Atada. Tal vez, forzada con juguetes. Inmovilizada, agarrada con brusquedad. Azotada. Obligada a no correrme y también obligada a correrme sin poder hacer nada. En un palabra, control de mis orgasmos.

El día que le presenté la lista a mi marido
Yo había estado postergando y buscando todo tipo de excusas para no mostrarle a mi marido una lista de “implementos y productos similares, blogs, artículos, libros y, por curiosidad,… si quieres intentarlo…”, “no, por ahora… los límites…el dolor, el placer…” que alguien en este blog muy generosamente me inspiró para que lo hiciera.

“Esta semana no había tiempo, no era el momento….” Mis miedos eran tan tremendos que  mis propias excusas a mis constantes decisiones de hablar con él entraban en permanente contradicción. Todas mis excusas eran válidas. Pero, yo me estaba poniendo cada vez más ansiosa e irascible, sin aparentarlo ante él y sin tener que hablar de ello, pero deseándolo. “¿Le gustará hacerme algunas de estas cosas?” Si no es así, “¿Me permitiría que me las hiciera otra persona?” Grandes preguntas.

Él tenía la sospecha de que yo estaba explorando en algunos blogs y, especialmente, en un muy concreto. Que había asistido a algunas kedadas, reuniones y charlas sobre la D/s, spanking, etc., e incluso, intuía que yo había sido ya azotada. No obstante, yo era muy consciente que él no tenía ni idea de lo que esto implicaba para nosotros, debido a que estábamos legalmente casados. Quería que él supiera y que estuviera de acuerdo o no con lo que yo pudiera hacer o no (o no). Yo pensaba que mi estatus era el de una mujer “sin dueño,” porque no tenía un Dominante, ya que mi marido, en cierto modo, no era mi dueño y esto también es bien visto. Por lo tanto, estoy luchando contra ello, sobre lo que puedo o no puedo hacer, pero también feliz por no tener que pedir permiso.

Elegí un fin de semana fuera de casa para tratar de plantearle el tema. Sólo los dos, pero no hubo interés. El viaje en sí, fue de trabajo para él y, en realidad, ni siquiera se relajó. Algo que no llegué a comprender. Frustración para mí, frustración para él. Así que lo dejé pasar y volví a la carga de nuevo. Esta vez, durante la semana siguiente.

Lunes por la noche
Empezamos a hablar sobre otras cosas, pero terminamos comprendiendo que ambos tenemos algunas necesidades que no estaban siendo satisfechas ni por el uno y ni por el otro y preguntándonos cómo podíamos apoyarnos mutuamente para realizarlas sin convertirnos en alguien más. Una conversación profunda. Cansada, pero buena. Terminamos tratando de que él me introdujera un butt plug en mí. ¡Hurra! En cambio, él me ordena que le haga el desayuno a la mañana siguiente. ¡Doble hurra! Estúpida, no lo sé. Pero aquí se trataba de dar pasos, aunque fueran pasos de bebé.

Martes por la noche
Tiempo libre, paseo por el parque. No tengo que presionarle demasiado. Pero un poco de búsqueda por Internet produce un par de buenos enlaces a talleres de sexo tántrico. Algunos blogs, libros que había leído y comprado, etc. Tal vez, algún día…

Miércoles por la noche
Abro el ordenador y le muestro la lista de las cosas que yo deseaba que él me hiciera. En realidad, era un documento de Google, en cierto modo, profesionalizado. Simplemente, fue increíble. Mientras estaba sucediendo, yo estaba pensando.  ¿Realmente estaba ocurriendo esto o yo estaba delirando? ¿De verdad, estaba yo hablando a mi marido acerca de todos los puntos de la lista, buscando en Google las palabras cuando él no sabía nada de ello y mostrándole de qué se trataba y por qué yo pensaba que me gustaría y, además, preguntarle si le gustaría probar eso en mí o no?

No, no era un producto de mi imaginación. Sí, tuvimos esa conversación. También hubo lágrimas, pero sobre todo, fue una conversación abierta y entre adultos. Él estaba un poco sorprendido sobre mis gustos. Mis agujeros siendo usados por la polla de otro hombre. Y él nunca me dio una bofetada en la cara. Pero, otros podrían hacerlo. Muchas cosas son todavía difusas, pero fue un gran paso. ¿Cómo terminó la noche? Con unos gloriosos azotes con la mano en mi trasero, mientras era golpeada desde atrás. Una follada increíble.

Mi proyecto para la semana próxima, por sugerencia de amiga sumisa, podría ser que yo intentara ser sumisa y servirle sexual y servilmente, sin que él me diera órdenes, para ofrecerle una experiencia de ello. Vamos a ver qué pasa.

Atentamente,
Una sumisa feliz en la toma de decisiones.

P. S. Me sentí un poco vulnerable al presionar el botón de “enviar” y publicar esto. Pero bueno, la vida es un viaje.

Ben Alí, desde sus propias páginas, quiero agradecerle a una comentarista anónima que me apoyó y animó desde el principio de mi toma de decisiones y que me puso en contacto con su blog que tanta luz me ha aportado y tanto bien me ha hecho.

También, le quiero agradecer la oportunidad que me ha brindado al publicar este mail en su blog. Mi moral e ilusión están por las nubes.
Gracias.

Una anónima

2 comentarios:

  1. Para el supuesto que el esposo no quiera o no pueda cumplir con los deseos de sometimiento de ella, Considero interesante la posibilidad de concertar una sesion por parte de la esposa con un dominante experimentado a la que asistiera como observador su marido...

    Manuel

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  2. Es un opción muy interesante y válida para los dos...

    Ben Alí

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