domingo, 29 de octubre de 2017

Una manera demasiado divertida

Un alto natural, inducido por la suavidad de su cuerpo que quiero rascar y agarrar. Es raro, pero hace que me sienta tranquilo y sea capaz de trabajar al mismo tiempo. Me siento su protector y también quiero hacerle daño. Es como siempre que hay dos corrientes que fluyen en sentidos opuestos entre sí cuando estamos juntos, y me encanta la fricción.

Ella está capturada por la forma que me tentará para recibir su castigo. Cuanto más severo me vuelvo, más feliz se siente. Amo su felicidad, esa risa es embriagadora. A su vez, me hace feliz, incluso, cuando mi felicidad parece como la de una bestia con los ojos negros y unas manos lamentables sobre ella. Nuestra felicidad es hermosa, incluso, cuando parece brutal.

La suavidad de su piel es agradable bajo mi caricia. Me encanta pasar mi mano sobre su desnudez, provocando la excitación de su deseo, solamente para decirle no, cuando más me ruega. Denegárselo es agradable para mis necesidades de control y lo hace todo mucho más intenso cuando finalmente la recompenso por su excelente servicio.

Disfruto de su bravuconería, que es divertida, pero también sabe cuándo es tiempo de arrodillarse, escuchar y ceder a mis órdenes. Yo no querría a una mocosa, ni tampoco a alguien que sea complaciente y obediente siempre. Me gusta que abrace tanto la bravuconería como también su lado sumiso.

También me gusta cuando se porta mal, ello me hace besar su sonrisa, y golpear su trasero es un evento delicioso. Además, me da razones para encontrar formas creativas de hacer que quiera escuchar mis instrucciones.

Me gusta cuando pasamos el tiempo juntos y llego a casa, en un alto natural. Con su gusto, olor y el pensamiento de su cuerpo para chuparse los dedos bajo mis manos sádicas. Me gusta pensar en cómo va a decir algo para aliviar el estado de ánimo, para luego, agarrar mi verga para reorientar mi energía. Sexy y juguetona, ¡qué combinación tan sabrosa!

Una cosa de la que me he dado cuenta muy rápidamente es, que es una buena compañera de baile y estoy aprendiendo a disfrutar de su ritmo. Sólo espero que la música no se detenga en cualquier momento, porque esto es demasiado divertido.

viernes, 27 de octubre de 2017

Sus partes más sexy

Quiero besar tu amabilidad y acariciar tu sonrisa. Hacer que te corras, remolcando una pesada sonrisa.

Quiero poner mis manos en tus pensamientos, mantenerlos como si fueran míos. La manera que estimulan mi mente y me dan ganas de protegerlos, como si yo fuera quien les diera la luz. La manera que piensas es tan atractiva como jodida y tu intelecto se excita interminablemente.

Necesito tener tu alma desnuda, expuesta y vulnerable. Porque es hermoso, dulce y lleno de mucho libertinaje, y buena voluntad. Sabes  cómo aprovechar al máximo una situación y hacerla divertida, y agradable, al estar involucrada contigo en ese momento. Tu alma ha atravesado las llamas de la adversidad y ha salido de todo, forjada con fuerza y determinación para perseverar y prosperar, siempre. En pocas palabras, tu alma es hermosa y tengo la suerte de poder verla.

Necesito dominar tu naturaleza sumisa. Es suave, y siempre lista para servir. Provoca un hambre profunda desde dentro y me hace sentir vivo para controlarla tal como lo hago. Permite que mis maneras sensuales y sádicas sean tenidas y me encanta cuando llevas mis marcas como un vestido nuevo.

Hay muchas partes tuyas que son un verdadero honor y placer de contemplar. Éstas son algunas de mis favoritas. Quiero decir que no me malinterpreten, sus tetas y culo son también un tesoro, pero no puedo coger lo que hay dentro.

martes, 24 de octubre de 2017

Ella quiere un hombre

Ella quiere un hombre vainilla, alguien con quien pueda citarse antes de que considere dominarla. Con el que tenga conversaciones y no le hable de cuerdas ni de floggers. Que empiece a conocerla hablando con ella, y no follándola.

Ella quiere un fracaso. Un hombre que alguna vez haya perdido a alguien que daba por asentado que era suya. Un dominante así tiene menos probabilidades de cometer el mismo error dos veces.

Ella quiere un héroe. Un tipo que sea lo suficiente poderoso como para llorar.

Ella quiere un hombre real. Alguien que haya vivido los años suficientes para saber que la gente importa, el amor importa y ella también importa. Alguien que, cuando se ría lo suficiente, se desplieguen sus patas de gallo, las cuales estén tan bien grabadas como sus principios.

Ella quiere un hombre con ojos calientes. Uno que esté allí para atusar su cabello fuera de su cara, cuando ella tenga fiebre, que le lleve una sopa de puchero cuando tenga la gripe, con quien ella pueda estar en silencio, porque no la obliga a intentarlo cuando está enferma.

Ella quiere un Dominante. A alguien, cuyo objetivo sea llegar a conocerla íntimamente, porque quiere ganarse su sumisión o masoquismo, y no pedirlo. Quiere un tipo que sepa la diferencia entre un dominante y un dominador, tanto como si ella quisiera que le ordenaran en algún tipo de juego de rol, como que la contrataran como una prostituta.

Ella quiere un hombre maduro. A alguien, lo suficientemente cómodo en su madurez para estar en contacto con su lado infantil. Alguien que diga la verdad, no porque pueda ser cogido en una mentira, sino porque la honestidad le importa. Interesa porque él tiene integridad y no puede sentirse bien consigo mismo de otra manera. Ella quiere un hombre que lleve la honestidad como no negociable en aras a su propio orgullo y bienestar, porque ninguna persona puede evolucionar sin la capacidad de ser honesta consigo misma, y ninguna relación puede evolucionar sin dos parejas que digan las mismas verdades.

Ella quiere un hombre que cometa errores. Un tipo de hombre que esté íntimamente familiarizado con sus propias debilidades y que no vea reconocer su culpa como una pérdida. Quiere un hombre que camine a su lado, no uno que se posicione frente a ella, como si estuvieran en guerra cada vez que se encuentren con problemas.

Ella quiere un osito de peluche. El afecto es una de las cosas más mágicas del mundo y ella no quiere pasar el resto de su vida sin él. Quiere un hombre que coja su mano cuando caminen juntos, que ponga la mano sobre la pierna de ella cuando conduce, que la bese en cualquier momento y no sólo cuando quiera tener sexo.

Pero, por encima de todo, ella quiere un amante. Quiere a alguien que la ame, alguien que se sienta como si estuviera en casa, alguien que esté en casa.

sábado, 21 de octubre de 2017

Destruirla

Le dije que quería destruirla. Dejar que mi bestia primaria saliera para poder devorar su piel lechosa, y deleitarme con los gritos que se escaparan de mi presa, que estaba debajo de mí. Por lo tanto, ella estuvo de acuerdo y se sometió a mis deseos.

La agarré con decisión, y la puse sobre la cama, atándola con firmeza. Ningún movimiento era posible. Muñecas y tobillos atados juntos. Luego, empecé a azotarla, más mordiscos y arañazos.

Los gemidos comenzaron y como el dolor aumentaba, también lo hicieron los gritos. Pronto, ella sería destruida y entregada a mi poder como un acto de amor.

A continuación, me envolví alrededor de ella. En vez de los mordiscos, le di besos y los golpes se tornaron en caricias de mascotas. Mis manos recorrieron su espalda, pero sin implementos, sólo con la suave comodidad de la palma de mi mano, calmando su piel roja y caliente. Envolviéndola en amor y consuelo.

Le dije que quería destruirla, pero nunca lo haré y, tal vez, por eso ella estaba tan mojada y tan humedecida, y tan enamorada.

miércoles, 18 de octubre de 2017

Serás mía

No quiero besarte. Quiero presionar mis labios contra tí, con tanta fuerza, que te duela y no puedas respirar correctamente. Tocarte está tan pasado de moda, que quiero agarrar tu piel de tal manera, que dejes de sentirme humano. Te empezarás a sentir como un animal doméstico, cuyo cuerpo y agujeros son para mi placer.

Quiero probarte. No, no allí. Quiero probar tus lágrimas, la tristeza salada en mi lengua, quiero probar tu carne, mientras te muerdo, sin remordimientos, y me deleitaré en tu cuerpo, como si fuera mi última comida.

No quiero amarte esta noche, ni expresarte mis dulces emociones. Quiero follarte de esa manera, de modo que pienses que es cruel y frío. Follarte tan bruscamente, que me puedas llamar bastardo. Pero diciéndolo con tal satisfacción, que solo un alma diezmada podría ir tan lejos, mientras trato de controlar tu respiración.

Necesito hacerte daño, violentamente y con una fuerza que, inicialmente, hará que te arrepientas de tu decision al consentir, hasta que la primera ola caliente de endorfinas te golpee y el pesar se disipe y te quedes con un sentimiento eufórico de felicidad.

Te miraré profundamente a los ojos, mientras tu cuerpo atado se agita ante mí. Tus ojos se teñirán con la nada, mientras retroceden, porque te dejarás llevar y el placer será tuyo en ese mismo momento, tal como yo también te estoy perteneciendo.

Abofetearé tu cara, y luego, agarraré un puñado de pelo de la parte trasera de tu cabeza y meteré tu cara entre mis labios, mientras nos estrellamos con un violento beso.

Te sentirás amada y segura. No será bonito o suave o amable. Pero ese momento apasionado y crudo de nuestras emociones colectivas será nuestro, igual que tú eres mía.

domingo, 15 de octubre de 2017

¿De verdad tu pareja quiere vivir una relación D/s?

“¿Cómo puedo hacer para mi pareja vainilla me azote e, incluso, me haga llorar?”

Una mujer me planteó esta pregunta en un intento de buscar información sobre cómo transitar desde la tierra vainilla al reino de la perversión. Lo cual era comprensible, si ella tenía esos deseos. Pero, como en cualquier viaje, es importante que sepas con quién estás viajando, pues de lo contrario, podrías tener un viaje bastante fastidioso.

Pero, creo que hay una pregunta más importante, y es: “Cómo conseguir que tu pareja te haga algo sádico y que eso sea lo que, incluso, él quiera?” Si él no tiene esa curiosidad interior y el deseo de explorar, entonces, la respuesta es que no.

Creo que la gente se olvida de hacer estas preguntas cuando se trata de la transición sin éxito, es decir, de ser una pareja vainilla a convertirse en una pareja pervertida – una pareja Amo/sumisa –, que ambos pretendían explorar. Ese fue el mayor problema que la gente tenía con Las cincuenta sombras de Grey, que en vez de buscar a una sumisa o a un dominante para entrenar o ser entrenada, él o ella trataba de presionar a su pareja vainilla, que no tenía ningún interés en ello, ya que sólo tenía interés por su pareja como tal vainilla.

Lo más importante es que la gente tiene que ser honesta con sus deseos e inquietudes antes de comenzar a aprender y experimentar lo que es la perversión. ¿Cuál es su motivación? ¿Es un interés o un alivio para alguien más? Porque si usted lo está haciendo para beneficiar a su pareja y usted no recibe ninguna satisfacción, placer o propósito de ello, la relación decaerá más rápidamente que una prostituta cuando hace un especial de dos por uno.

No se puede enseñar a alguien a ser algo que esté en contra de lo que realmente es. La esencia de ser Dominante o no, no es cuestión de que se aprendan un conjunto de habilidades, sino más bien, se trata de lo independiente que seas de lo que estás haciendo. Usted podrá conocer todos los elementos atrevidos y perversos de este estilo de vida, la terminología, los protocolos y las habilidades, pero si usted no habla con su interior y le trae una manera de realizarse, nunca va a convertirse en lo que alguien quiere sea.

Para responder a la pregunta original de “cómo,” lo primero es preguntar si ellos quieren. Porque, si la contestan afirmativamente, aprender las habilidades y los aspectos de seguridad, será algo que ambos puedan explorar juntos y ambos crecerán en la visión que se propongan. Pero, si no existe el más mínimo deseo de vivir este estilo de vida, entonces, será sólo una mentira, si lo intentan, pues este estilo de vida es mucho más intenso, complicado y real para tratar de vivirlo sin un deseo muy profundo por el mismo.

sábado, 14 de octubre de 2017

Castigó a su sumisa

Él castigó a su sumisa por decirle que iba a darle el tratamiento del silencio. Él siguió con el sistema de cómo entrenar a una sumisa respondona.

La razón es que, si ella está diciendo que le está tratando con el silencio, en realidad, no le está dando tal tratamiento.

Lo normal es que, si ella va hacer un trabajo, lo haga bien. Él necesita ver algo del objetivo a través del seguimiento adecuado.

Dominante, a lo largo de su vida, alguna vez tendrá que entrenar a una de esas escandalosas sumisas (especialmente, las respondonas y mocosas). Desde que aquella sumisa quiso dar el tratamiento del silencio a su Dominante, éste, en un momento dado, le puso una mordaza de bola en su boca y le preguntaba si le apetecía una cuña de tarta de piñones y una copa de Pedro Ximenez.

“Uhmmmm… de-li-cio-so,” ella se relamió la boca.

¡Lección aprendida!