miércoles, 29 de noviembre de 2017

La importancia de los protocolos

No soy un experto ni un entusiasta de los protocolos de alto nivel en una relación D/s. dicho esto, me encantan quienes pueden interactuar de tal manera y me encanta la conexión tácita que es evidente entre un dominante y su sumisa durante esos intercambios intensos. Las relaciones de alto protocolo y los intercambios de una pareja experimentada que han dedicado mucho tiempo para crear tal dinámica.

Me encanta y me comprometo en el protocolo de bajo a medio en la mayor parte del tiempo y participo en un alto protocolo en ocaciones especiales.  Los protocolos de bajo perfil son aquellas cosas que se van a realizar y que significarían un intercambio de poder entre dos personas, que no serían fácilmente detectados por aquellas que los desconocen en un entorno público. Es una interacción relajada.

El protocol medio en aquellos actos y rituales que se realizan con la sumisa que es capaz de expresar mentalmente durante el proceso, pero son muchos más intensos y serían mal vistos en un lugar público.

Pero en situaciones de alto protocolo, la sumisa tiene que obedecer todos los deseos de su Amo y estar completamente centrada en sus necesidades. Esto puede ocurrir dentro o fuera de una sesión. La única vez que me he comprometido en un alto protocolo fue durante una sesión. Puede ser mental y fisicamente desafiante para la sumisa y es por eso que hay diferentes niveles de protocolos.

El protocolo puede implementado a través de acciones, palabras y posturas. La forma en que se aplica y la naturaleza de la acción determinará si es de nivel bajo, medio o alto.

La razón principal del protocolo es la base para que una relación D/s funcione, porque es la principal manifestación del intercambio de poder entre el dominante y la sumisa. Sin protocolo, entonces el intercambio de poder es principalmente teórico, los protocolos le dan vida y le permiten funcionar como un intercambio accionable.

La coherencia y las consecuencias son muy importantes para que los protocolos tengan sentido en una relación D/s. Sin eso, el intercambio de poder se vuelve hueco y se deteriorará.La consistencia es auto explicativa, pero las consecuencias tienen que existir de dos maneras. Una tiene que ser algo que el dominante puede y deba cumplir y tiene que ser algo que esté claramente definido para motivar a la sumisa a realizar constantemente sus deberes establecidos.

Los protocolos pueden ser cualquier cosa, desde cómo dirigirse a su Amo a cualquier ritual y acción que se pueda pensar en realizar constantemente, sin perjudicar el bienestar de la sumisa.

Todos los protocolos, como cualquier otra interacción en una relación D/s, deberían ser negociados y acordados por ambas partes. Además, se debe utilizar el sentido común al aplicarlos. Tener a su sumisa arrodillada cada vez que la vea, no es la mejor práctica cuando la encuentra en una restaurante para cenar.

Sea creativo, tenga un propósito y, sobre todo, sea práctico con sus protocolos. Si lo hace, entonces, ambos disfrutaréis la increíble esencia de un intercambio de poder hermoso y beneficioso.

Cada vez que se sigue un protocolo, le  dará tanto al dominante como a la sumisa un deleite, al saber que su conexión es real y ambos pueden sentirse plenamente realizados en los roles que han elegidos.

domingo, 26 de noviembre de 2017

No olvides dar las gracias

Hay muchos dominantes, y montones de sumisas buscando dominantes. Y también, un montón de ellas, burlándose de ellos. Algunas de ellas, necesarias y justificadas para los pocos hombres selectos que reclaman el papel de dominante sin exudar las altas cualidades que el título sugiere. He participado en ello de vez en cuando.

Así pues, lo que ha sucedido es que unos cuantos doctores han actuado de una manera despreciable, y luego, hay una reacción desproporcionada con el mal comportamiento. Cuando eso sucede constantemente se parece a un hombre o dominante dando una paliza una y otra vez. Eso no cultiva una cultura de respeto, ni nutre ninguna comprensión de lo que significa ser un buen dominante, y lo más importante, un buen hombre.

Piensa en cuantos escritos has leído, despreciando a los dominantes, contra esos escritos alabando a alguno. La negatividad es espesa y fomenta una comunidad de amargados en ambos lados. Piensa en las ramificaciones, si los dominantes estuvieran constantemente publicando cómo las sumisas son idiotas, eso inspiraría a la comunidad o eso haría que muchas personas se alejaran y crearan una tensión que se comería la capacidad de las personas para conectarse.

Cuando ocurre un mal comportamiento, es bueno y productivo traer la luz y tratarlo sobre la base de un caso por caso. Pero cuando tratas de agrupar a todos los dominantes en el mismo barco y simplemente divulgas connotaciones negativas con el título de un macho dominante, entonces, no te sorprendas cuando un caballero de calidad deja este sitio porque no quiere ser subjetivado con ataques constantes contra una identidad asociada a ellos.

Está bien ser negativa para llevar adelante el cambio que quiere ver, pero no te olvides de dar las gracias y traer a la luz las acciones de aquellos que se ganan su respeto. En este momento, parece desequilibrado en nuestras conversaciones en general y yo, por lo que uno disfrutaría escuchando más sobre los éxitos que pueda aprender y no solo de los fracasos a evitar.

viernes, 24 de noviembre de 2017

No estaba segura de...

Ella quería asegurarse de que todo el chorro de orina era real.

Nunca habían hablado de ello. Usted sabe, todo ese tema de orinar… Mire, habían  hablado de un montón de perversidades, pero, de alguna manera, nunca de las croquetas y las albondigas.

Bueno, resulta que ella nunca se había orinado al ser masturbada de otra manera y era escéptica, sobre todo en ese tema (ella no había visto videos de mujeres orinándose en Tumblr, etc. Él nunca había buscado nada de esto hasta después de que su mágico coño decidiera eruptar bajo su orientación. 

Ella fue azotada adecuadamente durante un sesión interesante, larga e intensa, pero, al final, fue una sesión de azotes muy sensuales. Puesto que había sido muy buena, él decidió que iba a tratarla para que orgasmara. Así pues, la sacó de la cama por el pelo y guió su culo desnudo hacia el rincón donde le dijo que se arrodillara. Le vendó los ojos, ató sus manos y luego volvió con su vibrador. Puso ese magistral elemento de gemidos contra su clitoris expuesto y empezó a hacer su magia. La estaba tratando con intensidad, al mismo tiempo que sus pezones y su mente. Por supuesto, tuvo que recurrir a algunos tirones de pelo y unas bofetadas en la cara, como una buena medida. A veces, hasta el dominante más experimentado, necesita condimentar los momentos más calientes.

Sus gemidos eran cada vez más pronunciados y él estaba manipulando su coño como si fuera un cirujano perverso. El momento terminó con un crescendo de éxtasis saliendo de su boca y luego saliendo de entre los labios de su vagina.

Su cuerpo se tensó y ella manchó toda la alfombra con la mezcla de un jugo abundante y delicioso. Fue muy erótico verlo. Él sintió como que la había recompensado al azotarla tan intensamente.

Cuando luego ella le hizo saber que era la primera vez que orinaba con ese chorro, el pecho de él se dilató y su ego se infló. (Para ser honesto, él se sintió como un superhéroe perverso y deseando pegar su cara al coño de ella y hablarle, diciendo: “Sí, perra, te hice llorar, terminé jodiéndote." 

Antes de esa experiencia, ella no estaba segura de esa cosa llamada squirting. Una vez que le quitó las venda de los ojos, y la mezcla de sus flujos estaba allí mismo para testificarla, finalmente, ella tuvo su respuesta, y qué respuesta tan jugosa.

lunes, 20 de noviembre de 2017

Sumisión amorosa más que masoquismo

Ella es masoquista y disfruta recibiendo dolor por su placer. Esto es una gran parte de su relación, y ésta no funcionaría sin ello. Sin embargo, eso no es lo que ella necesita de él como dominante. Tiempo atrás pensaba que era la parte más importante de su dinámica, pero el tiempo le ha demostrado que estaba equivocada.

 

Ella no necesita que sólo le inflija dolor para que él pueda conseguir el placer de sentir su naturaleza sádica y ella poder tener el placer y realizar su deseo de sufrir por su satisfacción. Ella necesita que lo haga porque significa algo. No porque sea jueves y tengan tiempo libre. No porque estuvieran separados por el trabajo, no se hubieran visto, ni tampoco porque fuera más fácil resolver cualquier problema que tuvieran teniendo una sesión.

 

Al principio, las sesiones eran geniales. Ella se dejó enseñar, y creció. Le permitió aprender y él también creció. Llegaron a conocerse el uno al otro, conectaron y estaban en la fase de luna de miel, por lo que les excitaba, y el sexo era impresionante.

 

Ahora, las cosas habían cambiado. Fue desde ese preciso momento, en el que el Dominante con el que ella estaba creando una dinámica, era el hombre con el que se sentía atraída y, en su interior, soñaba hasta en hacerse vieja. No sólo era su Dominante. Él era su amigo, su compañero y el hombre que le chinchaba todos los días. El hombre paciente cuando presionaba todos sus resortes, sino también, quien ve todas sus debilidades y le muestra las suyas con la confianza de que serán aceptadas.

 

Ahora, ella necesitaba que los movimientos de ambos fueran significativos. Quería que sucedieran porque estaba perdida en un mundo confuso, dentro de su tranquilidad, que la estaba ahogando. Así que, ellos se dieron una oportunidad. Por lo tanto, ella podría anclar de nuevo sus pensamientos en él para que pudiera guiarla y ayudarla a subir, justo cuando estaba cayendo y haciéndose daño.

 

Quería que sucediera porque se siente orgullosa de lo duro que ha sido trabajar sobre sí misma para poder crecer y, a su vez, crecer juntos. Así pues, la recompensa es con algo que es especial e íntimo. Algo que cierra al mundo entero y sitúa a ambos desnudos al uno frente al otro.

 

Ella necesita tiempo para mostrarle lo mucho que se ha desarrollado como sumisa, y masoquista. Lo mucho que la comunicación ha crecido entre los dos, la capacidad para leerse el uno al otro con más facilidad. El tiempo que la dedica para que se sienta orgullosa. Sabiendo que no importa lo que la vida le lance esa semana, puede aceptarlo porque tendrá esas palabras para soportarlo. “Buena chica,” dijo al final de su baile, donde ha podido levantarla, como el hombre fuerte y cariñoso que es y, a su vez, su agradecimiento por su sumisión que también la sostiene.

 

Luego habrá momentos cuando no suceda nada. Esos momentos no serán porque se hayan separados el uno del otro, ni se deseen mutuamente. Es porque él pueda ver que no necesita una sesión de azotes en ese momento, porque lo que necesita es acurrucar su cabeza entre sus rodillas y dormir. O necesita salir a tomar el aire y asegurar de que su cuerpo está bien cuidado para que ambos puedan seguir disfrutando de sus dinámicas en las formas que más les complazcan.

 

Las honestas palabas de él le son más bienvenidas que su flogger cuando le dice que sus necesidades son de una naturaleza más amable. Que necesita una ducha de agua corriente o un tiempo más tranquilo para leer. Cuando ella sabe que necesita salir y encontrar una sonrisa en un película o comida, sabiendo que él se preocupa lo suficiente como para que su felicidad crezca, y no número de sesiones para sumar.  A ella, le encantan las sesiones de azotes y son muy importantes para las dinámicas entre ellos. Lo que ocurre, es que ahora son importantes para ella cuando significan algo. Es saber que él la escucha, observa y está atento a lo que ambos necesitan y los llevan allí. A veces, esto la lleva a las ataduras, a los floggers y, otras veces, la lleva a sus brazos, y un abrazo.

 

Ella no busca tener más sesiones, busca la felicidad y el confort para los dos. Crecer y comunicación. No quiere tener más sesiones. En vez de eso, ahora quiere vivir como suya en todos sus momentos, y no sólo los que son fáciles de ver, como la sumisión y la dominación.

 

La cosa más hermosa al ver este nuevo camino es que ahora, la sumisa puede ver la dominación de él en las cosas pequeñas, incluso, en un simple beso para calentar su mejilla exhausta. Otros no siempre verán su dinámica, pero él siempre la verá como su sumisa y la visión de la dinámica de ambos es la única que le interesa a ella, y la única cosa que busca, es continuar siendo liderada por él.

 

En otros tiempos, ella solía pensar que necesitaba ser masoquista con regularidad para servirle. Con el tiempo, ha descubierto que necesita servir primero y cuando ambos necesitan su lado masoquista, entonces, ahí es hacia donde él la guiará. Para ellos y no sólo por el bien de él.