sábado, 6 de septiembre de 2014

Los ositos de peluche

Los osos son sexy. Es difícil decir por qué. Puede ser por eso de las pieles. Algunos animales tiene poder erótico: por ejemplo, los perros y los gatos y hay todo un ensayo para ser escrito sobre el tema de los caballos y el sexo. No estoy hablando sobre la bestialidad, sino sobre el aura antropomórfica sexual que tienen algunos animales. Todos sabemos las connotaciones del coño, las putas, los espárragos (cuelgan como lo de un caballo). Algunos homónimos también son muy sugestivos: piel de oso/piel desnuda. Yo siempre pensaba que la historia de Ricitos de Oro y los Tres Osos tenía connotaciones obvias. Quiero decir, ¿qué pasa con las ansias por las gachas de avena, una sustancia blanquecina y cremosa por la que ella tiene tanto apetito?

Los osos de peluche, como generalmente son conocidos, derivan su nombre del presidente de los Estados Unidos Teddy Roosevelt (cuyo lema cuando dominaba el escenario mundial, era hablar con suavidad y llevar un garrote. ¿Un buen consejo para los dominantes de todo el mundo?). Fueron muy populares durante más de un siglo. Pero, me he dado cuenta que ahora hay un conjunto de un mini subgénero del porno de corazón blando, alrededor de fotos de chicas con sus osos de peluche. Chicas jóvenes, realmente muy crecidas, que pretenden ser pequeñas. Sin lugar a duda, mi gusto por estas fotos se basa en mi interés por el juego de la edad, que ya he hecho referencia en algunos de mis posts anteriores, pero que nunca he sido muy explícito. Es un tema atrevido y demasiado proclive a malinterpretarse. Sea como fuere, he conseguido con mucha rapidez una pequeña biblioteca de tales fotos. Permítaseme describir un par de tales imágenes y, entonces, ustedes podrán saber por qué son atractivas.

En una foto, una chica rubia muy guapa (claramente, muy por encima de la edad legal) agarra a su osito de peluche contra su pecho, mientras mira inocentemente a la cámara. El acto de sostener a su osito ha provocado que su corto vestido se subiera, justo hasta el punto que podemos ver que ella no lleva ropa interior. Su expresión parece mostrar una cierta inconciencia de esto (¡oh! seguro, he oído que dicen los cínicos). Por supuesto, ella está afeitada. Sé que hay mucha discusión acerca de la moda actual de despojar a las partes pudendas, es una manera de infantilizar a las mujeres. Vamos a poner eso de lado por un momento. Lo que uno puede decir, es que la imagen no funcionaría también si ella no estuviera afeitada, porque el espectador, entonces tendría dificultades para mantener la tensión entre los modos gemelos que se movilizan: la inocencia infantil y el encanto erótico de la madurez. Sería demasiado obvio que una mujer crecida se vistiera como una chica joven; la ambigüedad (admitámoslo ligeramente) burlona sería eliminada.

He conseguido algunas fotos que son bastantes más explícitas, por ejemplo, la de los ositos de peluche con correas de complemento portándose mal. Hay una de un osito de la D/s con una mirada de complicidad, sentado en el suelo y próximo a una chica, manteniendo una cuerda larga que ha sido usada para atar los tobillos de la chica. En otra, una chica está aparentemente siendo follada por ositos de peluche. Hay un toque hábilmente divertido como el de un peluche, mucho más pequeño, que está mirando por la esquina de la puerta, viendo lo que está pasando con una expresión de preocupación.

En todas estas fotos, las mujeres están desnudas o casi, o al vestir ropas muy sugestivas, faldas cortas, sujetadores diminutos, calcetines altos hasta casi los muslos y, con frecuencia, mostrando su ropa interior o la ausencia de las mismas. No creo que les atraigan a los pedófilos. En realidad, no se podría pensar que son menores de edad. Lo que ellas están mostrando es una cierta inocencia superficial. Sospecho que es el síndrome de la Lolita. ¿son ellas chicas jóvenes sexualmente súper desarrolladas o chicas mayores jugando a vestirse (o desnudarse) como ninfas? Tengo bastante claro que es esto último.

Pero, hay algo más en juego. A menudo, las chicas miran a sus ositos de peluche con una expresión de adoración. Es como si, en realidad, prefirieran un juguete de peluche a un hombre de verdad (¿es este el amor al que ellas no se atreven a decirle su nombre?). Por eso, creo que estas imágenes no son necesariamente para el consumo  masculino o, al menos, no de forma exclusiva. Empiezo a preguntarme acerca de ¿por qué una chica prefiere un peluche a un hombre vivo y real? Un reflexión aleccionadora para un Dominante.

2 comentarios:

  1. hablando de peluches...¿que tal la version spank de Tricky el monstruo de los azotes?

    blanca_nine

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    1. Sinceramente, no la conozco. Pero, como me gustan los azotes, estaría encantado de conocerla...

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