lunes, 1 de septiembre de 2014

Negociación

“¿Puedo verlo?”

“¿Alguna razón por la que deberías?”

“Me gustaría.”

“¿Por qué?”

“Me gustaría mirarlo. Y quiero ver si es grande.”

“¿Por qué?”

“¡Oh! no lo sé. Es sólo curiosidad.”

“¿Y si no lo es? ¿Qué, pues? ¿Es eso importante para tí, y si es grande?

“Quizás. Un poco, supongo.”

“¿Por qué?”

“No sé, sería una especie de homenaje.”

“¿Y si no lo es? ¿Sería un anti homenaje?”

“Tal vez. Si no lo es, yo podría hacerlo así.”

“Contesta a la pregunta.”

“Hummm. Si no lo fuera, me preguntaría si había una razón.”

“¿Porque no era grande?”

“Sí.”

“Podrías estar equivocada.”

“¿Para preguntarme?”

“Sí.”

“¿Por qué estaría yo equivocado?”

“El hecho de que no sea grande, no quiere decir que no me interese.”

“Quiero decir que, ¿estás interesada?”

“Yo siempre estoy interesada.”

“Todavía me gustaría echar un vistazo.”

Pausa.

“Creo que por fin hablaste alto.”

“Entonces, déjeme verlo.”

Pausa

“Muéstreme el suyo y yo le mostraré el mío.”


Risas.

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