Si tú, realmente quieres ser un Dominante,
harás todo lo que esté en tu poder para permitir que tu mujer sea quien
realmente es, y que es una mujer llena de amor y sensualidad y pasión y que no
quiere más que ser libre y estar lo suficientemente segura para mostrártelo en toda su magnitud.
Pocos hombres merecen el título de Dominante y,
parte de lo que se necesita, es un amor verdadero de las mujeres y un aprecio
de su inteligencia, sensualidad y pasión por la vida y luego tener la fuerza y
la confianza para sacar lo mejor de ella. Por favor, si tú la quieres, haz de
su vida una sumisa tan completa y tan real como sea posible.
Ella no puede ser sumisa si tú no eres dominante
Una cosa de importancia primordial es que tu
sumisa sienta que está siendo realmente controlada y está actuando bajo “tus”
órdenes, y está sujeta a “tus” deseos. Si siente que tus acciones son para ella
sola, se sentirá en el control de la actuación y esto es precisamente lo que
ella no quiere sentir. Para que ella sea sumisa, tú debes estar al frente de
ella de una manera muy real y definitiva.
Recuerda que este artículo lo estoy escribiendo
para la sumisa que quiere que su sumisión sea una parte cotidiana de su vida y
cuanto más ella sienta que está bajo tu control y protección, será una sumisa
mucho más feliz. Sería muy confuso para
ella que su control estuviera sólo dentro del contexto de una sesión y no se
transfiera al resto de su relación. Servirá de ayuda si usted piensa que su
control es una parte integral de su relación en lugar de una “imposición” sobre
ella. Cuanto más se vea su entusiasmo y gratitud como respuesta a sus acciones,
más fácil llegará a ser para ti.
Nunca olvide que su deseo por agradar a su Amo
es un elemento esencial de su sumisión. Aunque ambos sabéis que a ella le gusta
tener las experiencias que le estás dando, ella debe sentir que es igualmente
para tu placer, si no más que por el suyo propio. Ser sumisa es su regalo para
ti, una manera de agradarte tanto como sea posible. Si ella piensa que el
control de ella es solamente por “ella,” simplemente no funciona. Ella quiere
ser tu sumisa, sentir que no tiene otra opción a lo que ella está sometida y
esta realidad con respecto a su sumisión es tremendamente emocionante para
ella.
Reconociendo sus esfuerzos para agradar
Cuando me he sentido más “protegida y cuidada”,
fue cuando mi dominante me llamó “princesa” (me preguntaba si esto se remontaba
a mi infancia…),” me comentó una vez una sumisa. Si hay una sola frase, la más
favorita que una mujer sumisa quiere oír, es “buena chica.” Ella quiere y
necesita que sus esfuerzos por agradar a su dominante sean reconocidos. Es muy
difícil para los hombres comprender que agradar al hombre al que ella ama, es el único de los
grandes placeres en su vida. Es una realización emocional tan profunda que va
mucho más allá de cualquier expresión sexual. Dándole su alabanza tan frecuente
como sea posible, estás confirmando que la reconoces y aprecias por lo que es y
por el amor que ella te da.
Dificultad para pedir
Tú, Dominante, debes tomar la iniciativa. Si
ella tiene que “pedirte” que la
controles, una vez más, la pones al cargo y no le permites que se sienta
sumisa. Como Amo, puedes complacerla en lo que tú quieras. Desde el permiso
para actuar según tu deseo del momento. Créeme, para una sumisa, así es cuando
todo se vuelve muy real y significativo para ella. No habrá ninguna duda en su
mente de que tú la quieres para ti y si le gusta o no, es secundario. Solamente
de esta manera, puede ella sentir que realmente te pertenece y está ahí para
servirte.
Si usted va a experimentar con la asunción de
la responsabilidad, yerre por el lado de más control que por el de menos. No
puedo decirte cuántas mujeres se han quejado de que sus dominantes no las controlan
ni las supervisan de la manera que ellas anhelan. Recuerda, tu control es una
demostración de que cuidas de ella y tu disciplina es una prueba de que estás prestándole
atención e insistirás que haga lo que es mejor para ella.
El deseo de la estructura
Con mucha frecuencia, la mujer sumisa anhela
más “estructura” en su vida y puede haber muchas razones para esto. Si los
padres de una niña actúan inconsistentemente con ella, a menudo, pueden crear
el deseo de saber dónde está ella en relación con ellos y lo que se espera de
ella. Sin saber nunca lo que es aceptable y lo que no puede ser una situación
muy confusa para una niña. Al dar a tu sumisa unos límites y normas muy claras
sobre su conducta, empiezas a crearle un entorno donde puede relajarse y estar
segura, sabiendo lo que se espera de ella y cómo ella puede complacerte mejor.
Probando los límites
Establecer las normas y límites para tu sumisa
es extremadamente importante puesto que es dentro de estos límites donde ella
se encuentra más protegida. Como parte de su sentimiento de seguridad dentro de
la relación, ella necesita – incluso inconscientemente – probar sus límites.
Este es un punto extremadamente importante. Si ella incumple una regla y la
dejas pasar sin llamarle la atención, no estás permitiendo que se sienta segura
dentro de tu protección. No puede sentirse segura dentro de tus límites, si
estos no existen o son inconcretos.
Este proceso de prueba es algo que ella, al
principio, realmente sentirá la necesidad de probar con frecuencia hasta que se
convenza que tú seguirás adelante. Contra más pronto hagas esto, más rápido
sentirá la realidad de tu preocupación por ella.
Una mujer sumisa “quiere” un Dominante fuerte,
uno que establezca las líneas maestras sobre su comportamiento, que son por su
propio bien y luego que tenga la fuerza y autoridad para estar seguro que serán
cumplidas. Es casi imposible para mí, enfatizar sobre lo importante de este
punto. La queja más común y más grande que me dicen las mujeres sumisas es que
sus Dominantes no son lo suficientemente “estrictos.” La inconsistencia por
parte de ellos es vista por ellas como un signo de debilidad, y ella no puede
sentirse sumisa ante un hombre débil.
Sé consistente
Recuerda que su deseo más grande es sentir que
ella ha perdido el control tuyo y debe hacer tal como se la ha dicho. Si ella
no lo hace exactamente como se le ha instruido, ella quiere saber que tendrá
consecuencias, porque si no las hay, no siente que el control sobre ella sea
real.
Si le permites que ella se salga con la suya
rompiendo las normas, sentirá que tu control sobre ella no es real. Es como
decir que no te preocupas por ella lo suficiente para vigilarla y ella sentirá
una falta de atención por tu parte.
Algunos ejemplos de normas y límites
Los tipos de normas y reglas establecidos para
tu sumisa dependen de tus deseos y visión en cuanto lo que sientes que es mejor
para ella, teniendo muy cuenta sus metas por si misma.
Yo sugeriría que al principio, contra menos
normas fijes para ella, mejor. De esta manera, puede tener muy claro lo que se
espera de ella y también será más fácil para usted el hacerlas cumplir.
Siéntate con ella y discutes las reglas que creas que ella necesita. Creo que
usted encontrará fácilmente las que son y dará la bienvenida a su ayuda para
llevarlas a cabo.
Las tareas del hogar son un buen punto de
partida. Ordénele una de las tareas diarias y vea que son hechas, tales como,
hacer la cama, todos los platos de la cocina guardados, etc. Inspeccione con
frecuencia. Recuerde, ella necesitará un periodo de prueba al principio y
solamente cuando se sienta segura, será disciplinada por no hacerlas, al ser
capaz de hacerlas y sabiendo que no tiene otra opción – lo cual será un
tremendo alivio para ella.
He aquí una cita que muestra el deseo de la
sumisa por tener reglas: “Me siento muy bien con las reglas… me gusta sentir
cómo el hombre tiene el control de muchas maneras. No en mi vida laboral o, que
puedo hablar y tal, sino también en nuestra relación personal. Como las
pequeñas cosas que voy a usar con él… o ciertos comportamientos que se supone
que tengo que seguir… mis dominantes acostumbraban a tenerme de rodillas tan
pronto como estábamos solos, y al subir al coche, yo tenía siempre que subirme
mi falda hacia arriba, etc…” me han comentado algunas sumisas.
Azotes y disciplinas
Es muy emocionante para tu sumisa saber que
ella es objeto de tu disciplina. Ella quiere normas y límites establecidos para
ella y sabe que habrá consecuencias por no obedecerlas. Si no hubiera
consecuencias, entonces, ella no podría sentir el control que quiere. Aceptar
un spanking donde la atención se centra en corregir un comportamiento, más
que por su propio placer, es una prueba
de su sumisión a ti. Esto hace tu
control sobre ella bastante real.
Hay una gran diferencia entre unos azotes dados
por puro placer y uno dado como un castigo. Aunque muchos azotes de placer se
dan bajo la apariencia de un castigo por mala conducta, está claro que el foco
está en el erotismo y el “castigo,” es solo un pretexto.
Algunas mujeres sumisas nunca querrán unos
azotes pensando que son dados como castigo. Para ellas, es una experiencia
completamente placentera y no quieren que esté asociada de ninguna manera, con
un “castigo”.
Sin embargo, existen algunas mujeres sumisas
que “aman” ser azotadas como castigo y hay varias razones para ello. Casi todas
crecieron sabiendo que los azotes se daban como un castigo y aunque ahora, como
adultas los encuentran placenteros, la conexión entre los azotes y el castigo
todavía permanece y pueden ser un disparador erótico muy caliente para la
sumisa. Si ella comenzó a tener fantasías de azotes a una temprana edad, cuando
teniendo su trasero azotado con una paleta y siendo castigada son una misma
cosa, con frecuencia les rondará la idea de ser castigada por alguna razón, ya
sea real o imaginaria.
Debido a la sociedad, generalmente con una
visión negativa de la D/s y el s/m, muchas mujeres que anhelan un spanking o un
azote con látigo, a menudo, tienen grandes conflictos sobre esto, preguntándose
cómo ellas podían ser posiblemente tan “extrañas” y tan “raras.” Con frecuencia,
no es una cuestión fácil de hacer, así que es mucho más fácil racionalizar el
deseo por un azote conectándolo a una mala acción, con el fin de “ganar” un azote
más, que tener la libertad de pedirle a su amante que le dé sólo uno.
Buenas noches.
ResponderEliminarAunque estas publicaciones no vayan dirigidas directamente para las sumisa, se agradecen, poder leer que comportamiento debe tener un Dominante, lástima me hayan llegado un poco tarde, tener estos conocimientos, me hubiese evitado algún que otro tras pie...
Ojalá hubiese más Dominantes que siguieran sus recomendaciones, como he leído en algún otro escrito, a los Dominantes no les gusta que otros les aconsejen, y, una sumisa sería etiquetada de "listilla" y peor, de presuntuosa si se atreve a publicar algo así...pero cuanto nos ayudaría a nosotras en las redes sociales...
Le felicito por todo lo que voy leyendo, me nutre y me está aportando mucho conocimiento sobre el D/s.
Gracias.
Un Saludo.
.- Que he tenido yo? ni la sombra de lo que aquí se explica...Por Dios, que ingenua e estúpida me siento :(
Tus comentarios me constan que ayudarán a bastante sumisas que leen este blog desde el principio, o bien, lo consultan y se ha convertido en un Vademecum para las relaciones D/s.
EliminarMuhcas gracias por tus loas. Sólo he puesto un granito de arena en este mundo revolutm de la D/s.
Feliz día