miércoles, 9 de enero de 2013

Mirar


Siempre he sabido que me gusta mirar a la gente cuando hace el amor. Pero, no fue hasta hace relativamente muy poco tiempo, cuando tuve la oportunidad de verlo en muchas ocasiones. Algunas personas pudieran decir que soy un voyeur. Pero, no creo que, de verdad, yo encaje en esa descripción. Lo que yo entiendo por voyeur, es a alguien que furtivamente observa a los demás. En otras palabras, alguien que curiosea a los demás, ¿estoy equivocado? De ahí, la falta de un equivalente femenino. Yo nunca he oído hablar de una mujer voyeur, ¿verdad? Muchas de las llamadas “perversiones” sexuales parecen ser mucho más comunes entre los hombres que entre las mujeres. No digo que las mujeres tengan algunas. Quiero decir, ¿qué es la sumisión, sino una perversión sexual ante los ojos del mundo vainilla? Pero, las mujeres no parecen seguir desviaciones muy perversas. O, tal vez, yo haya llevado una vida muy protegida.

Esto es un tema para otro artículo en el blog (la perversión o no perversión de las mujeres, no mi vida protegida). Vamos a volver al tema de “mirar.” Creo que un voyeur es alguien que siente placer viendo a otras personas teniendo sexo sin saber que él les está observando. Sólo puedo sospechar sobre las motivaciones de las personas que hacen eso. Los psicoanalistas dirán que hay algo inherentemente sádico y controlador sobre el acto de ver, que es una especie de acto agresivo. Bueno, tal vez, sea pasivo/agresivo. Puede ser que el voyeur sienta que su secreta posición le da poder, que él sabe algo que ellos no saben. Pero, al mismo tiempo, es seguramente una admisión de impotencia, que él puede ver sin la posibilidad de participar. El resultado final del voyeurismo es una masturbación solitaria, ¿no? (No quiero decir que la masturbación esté necesariamente conectada con la impotencia.  En realidad, no, pero, pienso que está en este contexto).

Yo no siento este mismo impulso. No quiero esconderme detrás de una cortina. Creo que este tipo de observación es abusivo, puesto que se está realizando un acto sexual sin el consentimiento de otras personas involucradas. El voyeur puede defenderse alegando que es un crimen sin víctimas. Pero, creo que, de que los que están siendo espiados no lo sepan, no exime a quien lo perpetra.

Lo que me atrae, es ver a la gente que sabe que estoy ahí. Me gusta ver lo que la gente normalmente esconde de los demás. Me gusta ver sus actos más íntimos. Me gusta lo que ellos están dispuestos a dejarme ver, invitarme a su privacidad.  Por supuesto, nunca  conseguirás penetrar en lo más recóndito de lo que hacen. Y tu presencia, inevitablemente tiene un efecto sobre su comportamiento. Pueden hacer cosas que, de otra manera, nunca harían o no harían cosas que, de otro modo, sí harían. Existe un problema en la antropología social del llamado observador participante, el tema es que el mero hecho de observar es inevitablemente, en algún sentido, una intervención, un acto de participación y la gente va a actuar de manera diferente si saben que tú estás ahí. (Existe también una cuestión interesante sobre la observación en la mecánica cuántica, pero, no vamos a ir ahí). Y, aun cuando sus actos no puedan ser modificados, el cómo se sientan cuando ellos lo están haciendo, debe ser, sin duda, diferente. De todos modos, lo que estás viendo es bastante real.

Estoy asumiendo que, todos los involucrados están contentos con lo que está pasando. De lo contrario, no estaría muy feliz conmigo mismo. Si ellos lo son, creo que, inevitablement, un elemento exhibicionista entra en ello. Las parejas que tienen relaciones sexuales están involucradas en una actuación, aunque en realidad no empiecen a hacer gala de ella. Ellos hacen lo que hacen, en parte, para que yo pueda verlo. Me interesa y me gustaría hablar mucho más sobre esto, sobre lo que pasa por sus cabezas cuando lo realizan para otra persona. Pero, no soy alguien a quien le guste mirar, me gusta saber.

3 comentarios:

  1. A mi no me va mirar, de hecho no soy nada curiosa en cuanto a la vida de los demás,pero ninguno sabemos porque nacemos con atracción a ciertos actos, disfrutamos de esa forma y eso es lo que cuenta. Pero esta entrada casi me hace pensar más en los observados que en quién observa, a ellos también les excita saber que cada movimiento suyo esta siendo examinado y quien sabe si gozaran más de esta manera que si estuvieran sin compañía.

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  2. Aunque nunca he vivido una situación así, si que la he fantaseado, no como voyeur sino como observada, siempre me ha gustado chupar cámara, jeje

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  3. Personalmente no comparto gusto alguno por "mirar" a otros teniendo relaciones sexuales, por extraño que paresca nunca me atrajo la idea de ver pornografía o fotografía erótica... al punto de que sabemos que mi esclava ve mas pornografía que Yo. Si me dispongo a mirar actos sexuales, es simplemente por aprendizaje. Siendo así, no tengo inquietud por mirar en vivo a otras personas; pero tal como bien citas, cada persona ha tenido una vida diferente que le ha inspirado gustos propios y tendencias, perversiones... No estaría muy seguro sobre cuanto influye una vida demasiado protectora en las perversiones de una mujer, mi esclava por su parte siempre tuvo esa clase de vida demasiado protectora y pareciera que eso fue precisamente lo que la llevo a curiosear por Internet todas esas dudas... las dudas se volvieron curiosidad, la curiosidad se volvió morbo, y el morbo fue creando perversiones. Aun esta ese supuesto estudio psicológico que aseguraba que la mayoría de las mujeres tienen la fantasía sexual de ser violadas, indudablemnete una perversión secreta y muy difícil de cumplir, pero parece ser una perversión muy propia del deseo por la sumisión... ¿Entonces podríamos decir que la mayoría de las mujeres son sumisas muy en lo profundo?

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