domingo, 7 de abril de 2013

¿El sadismo y el masoquismo como rasgos genéticos?


He dicho muchas veces que creo que las cualidades de la dominación o sumisión son rasgos naturales, es decir, que están basados en nuestra genética. Esta es la única explicación que parece explicar por qué tantas mujeres sumisas parecen ser sumisas por naturaleza, mientras que muchos hombres parecen ser dominantes. Por supuesto, el condicionamiento social también juega un papel importante. Estas tendencias naturales pueden ser suprimidas o potenciadas dependiendo del entorno. Pero, lo natural es lo natural.

Pero, ¿qué pasa con el sadismo y el masoquismo? ¿Son también genéticos o son aprendidos? Recientemente, en una discusión con algunos Amos y sumisas, yo sugería que, a diferencia de la D/s, no se trataba de los rasgos genéticos tanto como de las condiciones de aprender. En respuesta, una mujer bastante inteligente me indujo a reflexionar sobre el tema y me sugirió que lo reconsiderara.

“Por supuesto, existen muchas mujeres dominantes y hombres sumisos. En una población suficientemente grande, tales cosas son inevitables. Pero, son la excepción, no la regla,” apostilló otra.

Así pues, lo he estado reconsiderando.

Creo que la visión clásica es que la mayoría de las mujeres masoquistas desarrollaron este rasgo, tal vez, debido a una experiencia sexual traumática en una edad temprana. Tal vez, sufrieron abusos en su niñez o fueron forzadas de alguna manera para realizar sexo oral cuando eran adolescentes. Lo que fuera. Por supuesto, por encima de todo, esto no tiene un sentido real, ya que se podría esperar que la reacción a tal experiencia fuera solo lo opuesto, por ejemplo, cualquiera que hubiera sufrido abusos cuando niña, probablemente rechazaría la noción de ser masoquista. Sin embargo, la realidad es que me he encontrado a putas del dolor muy profundo e intenso que nunca sufrieron abusos sexuales en su juventud. Que nunca fueron forzadas. Descubrieron que amaban el dolor, quizás debido a las endorfinas liberadas o, tal vez, debido a la noción de ofrecerse.

Por supuesto, tenemos que preguntarnos acerca de los sádicos. ¿Podemos decir que alguien se convierte en sádico porque sufrió abusos en su niñez? Esto no tiene mucho sentido. ¿Podemos decir que se convirtieron en sádicos porque no sufrieron abusos en su niñez? Esto, aún, tiene menos sentido. ¿Cómo se puede relacionar infligir dolor a otra persona con la excitación? De nuevo, habiendo hablado con muchas personas sádicas, bastante de ellas, admiten haber desarrollado esos sentimientos a muy temprana edad. Yo tenía unos trece años cuando recuerdo que fantaseé por primera vez con azotar a una mujer. Y cuando tenía quince años ya estaba leyendo “Mi vida y mis amores,” de Frank Harris. Por primera vez, ya sabía bien que estaba teniendo esta clase de sentimientos. Por supuesto, fue como unos diez años después cuando tuve la oportunidad de hacer algo al respecto que no fueran tonterías. Yo no sufrí abusos como un niño. Mis padres me quisieron de una manera maravillosa y normal.

¿Es posible que exista un gen sádico o masoquista en alguna parte de nuestro DNA? Eso sería una idea bastante agresiva. Quiero decir, puedo comprender la naturaleza de seleccionar a alguien siendo más o menos dominante o más o menos sumisa, pero ¿sádico o masoquista? Si este fuera el caso, ¿no habrían más sádicos y masoquistas entre la población en general?

Tal vez lo hubiera.

Muchas mujeres (y no pocos hombres) parecen disfrutar un poco de los azotes en el trasero durante el sexo. Por supuesto, ellos no se consideran masoquistas, solo que les gustan el sexo fuerte. Además, muchos hombres y más de muchas mujeres parecen disfrutar de los azotes con su pareja. ¿Existe realmente alguna diferencia entre esto y los azotes con un cinturón o paleta? “El amor muerde” es una parte normal de la experiencia sexual. ¿Existe una diferencia real entre esto y el uso de las pinzas o agujas, excepto en la profundidad del dolor infligido? A algunas personas, les gustan el sexo suave como una lluvia de verano, otras lo prefieren con el poder de un aguacero, mientras que otras prefieren estar atrapadas en un huracán de lujuria. Algunas actúan en grados diferentes.

Uhmmmm…

Esto tendería a sugerir que, tal vez, todos nosotros tenemos una cierta cantidad de sadismo o masoquismo inherente en nuestra constitución. Y si este es el caso, pudiera también explicar la conducta (o más bien, la conducta más adaptada) de tantas personas. Porque si  muchas personas tienen naturalezas sádicas o masoquistas y nunca consiguen expresarlas, entonces, con toda seguridad, van a encontrar otra manera socialmente aceptable para hacerlo. El clásico ejemplo (que yo nunca he sido completamente feliz) es el sádico que se convierte en cirujano. Yo creo que, quizás, existan algunos ejemplos de sádicos y masoquistas alrededor de nosotros que no han sido considerados ni vistos como tales.

Demasiados. Tal vez, esto explique por qué una y otra vez, he visto a mujeres fuertes y poderosas que de repente se han convertido no solamente en sumisas, sino también en masoquistas de la noche a la mañana, mientras yo provocaba su respuesta. Una vez que ellas se han dado cuenta de que es perfectamente aceptable y seguro revelar su naturaleza interna, es sorprendente observar su transformación. Estoy seguro que, a sus amigos, les impactarían saber que ella ayer era una ardiente feminista, una fuerza dominante en su lugar de trabajo y una dinamo virtual controlando la energía. Ahora no quiere nada más que echarse a los pies de un hombre, un látigo entre sus dientes y un gemir de sus oscuros deseos por el dolor y la liberación.

Así que, tal vez, ¿se han equivocado durante todos estos años? Quizás, ¿están también, como la D/s, el sadismo y el masoquismo de alguna manera incrustados en nuestros genes solo esperando una oportunidad para salir? Quizás, como en la D/s, ¿tenemos cada uno de nosotros esta cualidad pero en diferente medida? Tal vez, el sadismo y el masoquismo no es nada más que una manera de la naturaleza que nos permite dar rienda suelta al estrés y la presión. Demasiada, quizás.

Pero, sería interesante hacer alguna investigación detallada, ¿no?

¿Qué piensa usted?

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