martes, 5 de mayo de 2015

Sobre la denegación

La denegación del orgasmo es una de las estrategias más valuadas en el reforzamiento de la disciplina y la obediencia. He descubierto que es especialmente útil en las relaciones D/s a larga distancia, donde tú no puedes hacer todas esas cosas que las mujeres sumisas anhelan, como tirarle de los pelos, abofetear su cara, retorcerles los pezones y azotar su culo. Por lo tanto, tienes que ser un poco más ingenioso.
La negación del orgasmo es un nombre poco apropiado, porque una gran parte de las veces, no se trata de una negación completa, sino de imponer restricciones o simplemente complicaciones. Sin embargo, una negación completa es, con toda certeza, buena para ella. De acuerdo con mi experiencia, las mujeres sumisas son más orgásmicas que la mayoría de las mujeres (aunque no estoy muy seguro de que lo sean, porque son sumisas o si es al revés). Y así, la negación produce un fuerte efecto, que es todo lo que el dominante está buscando. Es buena cuando ella dice lo mucho que está sufriendo, cómo le duele y palpita su vagina, lo desesperada que se está poniendo y cómo ella no puede pensar en algo más que no sea en su necesidad de correrse. Encuentro que esto me hace ser aún más estricto al gestionar sus deseos.
Con esto, he experimentado dos cosas. En la primera, la negación es para un momento determinado. Como en: “No te puedes correr hasta el viernes a las 3,30.” Por lo tanto, ella pasa el tiempo intermedio contando las horas y minutos y contra más se acerca a ese momento, se pone más desesperada e inquieta, hasta el punto donde su necesidad domina toda su mente y piensa que ella podría volverse loca antes de llegar al tiempo límite.
La otra táctica es imponer una prohibición indefinida. “No puedes correrte hasta un nuevo aviso.” Este es un punto discutible que es el más difícil para la pobre mujer. Si ella sabe cuánto tiempo va a durar, al menos, tiene una meta. Pero si el objetivo es de varios días, ello puede parecer como un largo calvario. Si la prohibición es indefinida, existe la esperanza de que pudiera terminar en cualquier momento, pero existe la horrible perspectiva de que pudiera seguir, y seguir un futuro libre de orgasmos que dure una eternidad. Tiendo a pensar que, a los efectos de la disciplina y el control, aprender la aquiescencia es la voluntad del dominante, una prohibición indefinida es mejor. Ella necesita ser enseñada de que su rol como sumisa es la aceptación y su objetivo, la tranquilidad de saber que ella procede de la sumisión total. Centrarse en el momento de que se le levante la prohibición, no es de lo que se trata.
Me gusta variar la prohibición total de todo tipo de restricciones. Algunas de ellas no son más que meros inconvenientes. Ella sólo puede correrse a partir de cierta hora del día o en un sitio en particular (por ejemplo, “durante la próxima semana, solo te puedes correr en tu coche. ¿Eso es duro? Demasiado malo”). O ella no puede usar su vibrador o ni incluso sus manos. (Las mujeres ingeniosas y necesitadas encuentran todo tipo de maneras…). Tal vez, ella deba llevar su plug en su trasero mientras lo hace (una mujer sumisa sin un plug es como un pez fuera del agua) o tener penetrada su vagina con algún objeto mientras se masturba.
Me gusta oír sus respuestas, lo duro que es y lo que la hace sentir. Siempre le digo que estoy abierto a sus solicitudes y me gusta escuchar a las mujeres sumisas cómo piden. Por supuesto, también me gusta rechazarlas. No tienen garantías de que llegue ablandar mi duro corazón.
Creo que se trata de una verdadera experiencia de aprendizaje, no de un ejercicio inútil, porque a las mujeres, les resulta realmente duro. Nada hace que una mujer quiera correrse más que el saber que ellas no pueden. Las chicas necesitan saber que hay un objetivo detrás de ello. Tienen que darse cuenta que, esencialmente, se trata de enseñarles el respeto por el poder del Dominante y de la obediencia, la paciencia y todas las demás virtudes de la sumisión. Al mismo tiempo, necesitan aprender que las restricciones actuales impuestas no tienen ningún significado por sí mismas. Son puramente arbitrarias. ¿Cuánto tiempo dura una prohibición? Es simplemente una cuestión caprichosa del dominante (y, ¡ay! de la mujer que se queje que no es justo).
A veces, no es una cuestión de imponer prohibiciones o restricciones, sino de ordenar orgasmos obligatorios. “Te correrás a las 6 en punto de la tarde. Lo harás de nuevo a las 7 y otra vez a las 8 de la tarde. Luego, ninguno más, hasta mañana.” Esto es tan eficaz como enseñarle obediencia. También escribí recientemente en este blog sobre los orgasmos arruinados. Son los mejores para aplicarlos en persona, donde el dominante puede ejercer un control completo. Pero, sin duda, es bueno para llevar a una mujer hasta el límite. Parar, esperar, empezar de nuevo, parar otra vez y así sucesivamente. Y tal vez, hasta que la pobre mujer sea reducida a un naufragio de necesidad saturada (empapada). Aunque es más eficaz en la vida real, esto también es un buen escenario para practicar online, poniendo en marcha la webcam. La expresión de su cara cuando usted le dice: “Para,” es más gratificante.
No hace falta decir que, para hacer estas cosas sin la cámara, se necesita una confianza absoluta con su sumisa. Usted tiene que estar convencido de que ella es totalmente honesta y sincera. Si usted tiene alguna duda de que ella no realiza las cosas que le dice que haga o no hace las cosas que usted le ordena, entonces, esto no tiene sentido. Todo se rompe, no sólo la estrategia de la denegación, sino que creo que hasta la relación misma, la cual no puede sobrevivir con la ausencia de la confianza.
He conocido a un par de sumisas que me han comentado el éxito de la negación del orgasmo. Creo que hay algunas para quienes el acto de la masturbación no es sólo un placer y el alivio de una necesidad. Más bien, parece que es para reforzar el sentido de la mujer por sí misma, proporcionándole  la comodidad y la tranquilidad que necesita para sentirse segura y realizada. Si esto, de esta manera, es importante para ella, no me gustaría que se lo quitaran. Hay otras maneras de enseñar a obedecer. Pero, creo que si una mujer intentara usar este argumento, cuando no es verdad en su caso, cosa que he llegado a saber, yo tomaría rápidamente las medidas oportunas.


1 comentario:

  1. Sus palabras me resultan siempre impactantes, jamás me han negado un orgasmo. Por el contrario, creo que hasta que no tuve a mi amo no disfrutaba el sexo lo suficiente, De hecho mis orgasmos son contados, aunque sea difícil de creer... Que me los negaran sería realmente despiadado..

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