viernes, 28 de octubre de 2016

Tu objeto

Como tú, poco a poco, aprendí que la mayoría de los objetos tienen nombre, que la mayoría de los objetos tienen un lugar de pertenencia o una razón de ser.Poco a poco, aprendí que mis acciones sobre los objetos me darían una respuesta. Conocí el apego y la aversión. Conocí el placer y el dolor.

Poco a poco, aprendí que algunos objetos son creaturas vivientes, e incluso, que algunos tienen sentimientos. Me enteré que también en este caso, mis acciones con los objetos probablemente me darían una respuesta y me di cuenta que, también los objetos, como yo, experimentamos el apego y la aversión y también experimentamos el placer y el dolor.

Poco a poco, aprendí que encontrar el placer al manipular los objetos, les dan nombre y estructuran mi mundo y la manera con la que veía las cosas. 

Poco a poco, adjunté un significado a los objetos y a lo que esos objetos hicieron o podían hacer.
 
Poco a poco, aprendí que yo era un compuesto de objetos; que podría producir objetos, absorber objetos e, incluso, destruir objetos. 

Poco a poco, aprendí que algunas partes me dan placer y otras, dolor.
 
Poco a poco, me di cuenta que cada acción tiene una reacción; que cada objeto se relaciona con otro objeto.

Poco a poco, me enteré de que no existe ningún objeto en forma aislada.  

Poco a poco, los signficados, las historias, los nombres y las asociaciones de objetos crecieron de una forma más compleja y variada. 

Poco a poco, me enteré de que mi lenguaje, mi apego y mi aversión tenían un papel que desempeñar cuando veo un objeto.  

Poco a poco, tuve que aprender y a desaprender, para separar y ver sin historias.

Poco a poco, tuve que aprender a no nombrarte.
 
Poco a poco y de momento a momento, eres mi objeto, mi coño, mis tetas, mi miedo, mi orgullo, mi deseo, mi nada, mi culo para azotar, mi mente para follar, mi hombre, mi juguete, mi tesoro, mi aversión, mi placer, mi dolor, mi amiga, mi chica, mi mujer, mi dolor de cabeza, mi piel…

Siempre te objetificaré. Comienzo con eso. Y poco a poco, te cuento una historia en torno a ti, como objeto, y sólo se tarda una fracción de segundo.





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