Cuando en los inicios de Internet,
debido a mis inquietudes dominantes, empecé a visitar sitios y salas de char
relacionados con el BDSM, la D/s, etc., descubrí personajes muy interesantes.
Los podría definir como bichos raros. Esto, en aquellos años, hoy en día,
también existen. Sin embargo, me siguen llamando la atención y, realmente, me
asustan muchísimo, al igual que a montones de sumisas y esclavas. Son todos
esos personajes que se dicen Dominante, Maestro, Señor o Amo.
De acuerdo, siempre tengo en cuenta el
hecho de que el número de dominantes supera con creces al número de sumisas. Al
igual que en cualquier otro sitio de citas, el número de hombres sobrepasa al
número de mujeres. Sin embargo, después de leer y observar a algunos de esos
hombres, no hace falta que alguien que tenga la menor pista de esto, se dé
cuenta que muchos de ellos no tienen ni idea de lo que son. Cualquiera puede
reivindicarse ese título, ir a uno de esos sitios e intentar representar el
papel. De todos modos, uno de los principales obsequios para mí, se relaciona
con el viejo adagio: “El que ladra más fuerte intenta llamar la atención sobre
sí mismo,” y lo más importante aún, que no se parece en nada a lo que dice. En cierto
modo, es probable que esté tan lejos de su realidad, de ser dominante que,
incluso, es divertido.
Para mí, otro problema son todos los
chicos que están entre los 20 – 30 años que se proclaman Dominante o Maestro.
¿De verdad? ¿Un chico tiene a esa edad la experiencia y el conocimiento, la
madurez y la autoconciencia para ser realmente un buen dominante?
Probablemente, haya algunos que la tengan. Por mi parte, sé que cuando tenía
esa edad no había forma de hacer, entender y realmente comprender lo que
implica ser dominante.
Mucha gente piensa que parece divertido
tener a una mujer inclinada hacia abajo y que te adore y haga lo que le pidas.
Que podía ser divertido, el poder vencer a una mujer y hacerla disfrutar, ahí
radica el problema principal… parece divertido, así que debería poder hacerlo.
¡Erróneo! Hay una gran diferencia en pensar que se ve divertido y tener una
personalidad dominante auténtica, imprescindible y necesaria, para dominar a
una mujer. Cualquier Dominante o Maestro real te dirá que lleva mucho tiempo
conseguir el conocimiento y la madurez para ser capaz de manejar todo lo que se
te presente en este de la dominación. A veces, puede ser muy exigente y
difícil, y ciertamente, no todo es diversión ni juegos.
Me preocupa la seguridad personal,
física y psíquica de muchas sumisas, en especial, las novatas en este estilo de
vida. Pueden encontrarse en situaciones que puedan no ser de su mejor interés.
Una sumisa con experiencia normalmente detecta a un dominante que no tiene
experiencia, igual que una mosca puede detectar un cubo de basura. Estos auto definidos
dominantes desprestigian muchas posibles relaciones D/s, M/s o similares.
Las sumisas necesitan tomarse su
tiempo, conocer a la persona que consideran su dominante potencial y educarse
lo mejor que puedan. Si comienzas a ver algunas banderas rojas ondeando,
probablemente hayan muchas más que aún no puedes ver.
Por mi parte, no pretendo ser el mejor
dominante. Siempre estoy convencido de que hay un margen de mejora, y aprender
más. Algo así como la formación continua en el trabajo. Nunca puedes dejar de
aprender, desarrollarte y crecer. Es un proceso en constante evolución. También
he aprendido mucho de las sumisas en general, dado que me han enseñado
bastante, por ejemplo, conocer mejor su alma sumisa y su cuerpo, compartir
situaciones necesarias para estar mejor preparado, mejor formado y ser más
intuitivo. Soy el primero en admitirlo, cuando no sé algo o puedo estar
equivocado. Un dominante no es perfecto, al igual que todas las demás personas
no son perfectas. Soy consciente de que estar abierto a esto y mostrar
disposición a aprender y admitir errores, se conseguirá más con respecto a la
sumisa que con cualquier otra cosa. ¿Esto nos debilita? De ningún modo. Creo
que esta actitud o disposición muestra más fuerza para afrontar y discutir los
defectos y desviaciones de las sumisas, que intentar actuar de manera perfecta
y como si el dominante lo supiera todo.
Mi punto de vista principal es que las
sumisas deben tener cuidado cuando se trata de un dominante potencial.
Investiga y trata de averiguar con quién estás tratando. Si alguna vez tienes
dudas, pregunta a alguien de este estilo de vida. La mayoría de los dominantes
y sumisas estarán encantados de ayudarte en estas situaciones para que tomes
una buena decisión. Nunca te sientas mal o avergonzada por pedir ayuda. Este
estilo de vida es una comunidad y su gente estará más que feliz en ayudar a sus
sumisas. Sea precavida en todas sus decisiones y nunca dudes en preguntar.
Muy cierto; es importante el conocimiento, la observación, la experiencia. Para ellos, antes de pretender que ya han llegado, pero también para ellas, que muchas veces no saber bien lo que son, lo que quieren, y ante todo buscan experimentar...
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