Ese día, ella superó todas sus expectativas y más. Por alguna razón, el sexo al aire libre era una de las cosas que ella siempre había querido hacer. Sería cierto decir que, en el pasado, ella se masturbó con un amigo, pero nada del nivel de lo que su Dominante y ella hicieron ese día.
Después de dejar a su esposo con sus
amigos en el fútbol para que tuvieran su propio día de partido y bebidas, ella
se dirigió a la estación del tren, a unos pocos kilómetros de su casa, para
recoger a su Amo. En ese trayecto, ella se detuvo, siguiendo las instrucciones
recibidas, y se puso las medias y los ligueros debajo del vestido de verano.
Sorprendentemente, pudo ponerse las medias con costura, con la costura recta,
estando sentada en el asiento de la conductora. Al conducir con su falda
alrededor de su cintura, siempre siguiendo las instrucciones de su Dominante, y
mostrando la parte superior de las medias, se sentía visible, pues le parecía
algo excitante. Su Señor se puso muy contento cuando se subió al coche, dándole
una idea de lo que vendría al acariciar su sexo, el clítoris y encontrarla
mojada al instante. “Predecible,” diría ella. Luego le puso el collar para
indicarle que habían comenzado el día.
Se dirigieron hacia un aparcamiento de
coches en el límite de un bosque, donde recibió instrucciones para que le
hiciera una felación a su Amo. Y recibir unos jugos preliminares muy
agradables. Le ayudó a quitarse el juguetado, y luego, salieron las pinzas de
los pezones, que aplicó antes de que se introdujeran en el bosque en busca de
un lugar apartado. En particular, esa zona es un gran sitio para caminar sin
perro, sin bicicleta, montar a caballo o hacer un picnic, pues la gente se
suele aferrar a los senderos y, en cuestión de minutos, se puede estar en una
zona donde es muy poco probable que la gente vaya. Encontraron un lugar idóneo.
Instalaron su manta, sus viandas, sus bebidas y lo propio en esos asuetos.
Lamentablemente hacía un poco de fresco para desnudarse por completo, pues ese
lugar estaba tan apartado que lo hubiera hecho.
En las horas siguientes, se dedicaron
a hacer cosas muy bonitas, y otras, traviesas. Su Dominante pasó mucho tiempo
explorando cómo producirle más dolor en sus pezones, llevándola al borde una y
otra vez. Esto lo hizo en todas las posturas y también atada a uno de los
árboles. Lo culminó con un gran orgasmo que ella ni siquiera pudo cuantificar.
Posteriormente, le aplicó una pinza a su clítoris, jugó con sus pezones, y la
penetró provocándole el mejor orgasmo que ella haya tenido durante una
penetración sexual. Llevaban comida abundante. Su Amo había comprado algunas
cosas muy buenas para comer y también se lo pasaron muy bien besándose,
acariciándose y abrazándose.
A medida que avanzaba la tarde,
recogieron las cosas y dieron una vuelta por los caminos hacia el coche. No por
la ruta más directa, pero deteniéndose varias veces para que le chupara la
polla o para tocarle a ella varias partes de su cuerpo, el cual era fácilmente
accesible para Él, gracias a su holgado vestido, y sin ropa interior.
El final ocurrió en una zona que tenía
una mesa de picnic que parecía no haber sido utilizada para comer en mucho
tiempo. Probablemente, porque estaba situada en una zona no fácil de encontrar,
a menos que un tipo de explorador fuera como su Amo que, obviamente, lo era. Este
era el lugar que su Dominante eligió para tener su último sexo anal del día. Y chico,
¿estuvo bien? La última vez un problema de barriga significó que ella no lo
pudiera disfrutar con su Dominante, pero ese día realmente lo disfrutó. A medida
que ella se iba acostumbrando a la sensación y podía relajarse en el maravilloso
pene de su Dominante, sentía que se estaba acercando a poder correrse mientras
su Amo la tenía penetrada. Su Amo dijo que se podía decir que estaba cerca y
ella se preguntaba si podía pedir correrse. No del todo, tal vez, la próxima.
Ese fue el día al aire libre. Se dirigieron
a una cafetería cercana y se tomaron un café en el jardín. Ella se dirigió al
baño para asegurarse de que se veía presentable y para ponerse el sujetador. Lo
necesitaba para entonces ya que sus pezones estaban bastante doloridos y
sensibles. Y luego, se dirigieron de regreso a la estación.
Ella tuvo un gran día que estuvo a la
altura de sus esperanzas y sueños y que siempre pervivirá en ella.
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