viernes, 23 de diciembre de 2011

Juguete para follar

Lo hemos hablado, por lo tanto, ella sabe lo que le espera. Ella quiere ver lo lejos que puede ir por este camino. Voy a usarla exactamente como me plazca. No voy prestarle atención a sus necesidades o preferencias físicas.  Sabe que voy a follarla exactamente cuando yo quiera, como me guste. No me importa si está preparada o no quiera. No voy a esperar o requerir ninguna respuesta de ella. El objetivo es no darle su placer, es que lo disfrute de mí mismo. No habrá ningún juego previo en el sentido de que esté aceptado, al menos, no del tipo que está diseñado para excitarla, para hacerla receptiva.
Si tal cosa es posible, es un ejercicio de total objetificación. Ella tiene tres orificios. Voy a usar todos y cada uno de ellos como me apetezca. La penetraré y en cualquier momento que yo quiera. Jugaré con ella, sometiendo su cuerpo a un minucioso examen, pellizcando, fisgoneando, metiendo y penetrando, justo como me gusta. Ella puede hacer algún ruido, pudiera ser impulsada a moverse de ciertas maneras, pero mis acciones no se realizarán con el fin de conseguir una respuesta de ella. No es que yo quiera prohibirle el placer de ser follada. Ese no es el tema. No me importa si lo hace o no.
Es probable que yo la quiera mantener desnuda durante mucho tiempo, solo para tenerla disponible en cualquier momento para cualquier cosa que se me pase por la mente. Después de un rato, parecerá un poco desaliñada. Esta pudiera ser la parte más difícil para ella. Sé lo mucho que a una mujer le gusta aparecer lo mejor posible. Empapada de sudor, con olor a sexo, despeinada, su cara rígida con el semen, algunas marcas de color rojo en su culo o en sus pechos, ella parecerá un espectáculo. Desde mi punto de vista, un regalo para la ojos. Me seduce la idea de reducirla a algo que yo uso y la dejo de lado hasta que necesito usarla nuevamente. Pero, estará esperando a que no saque ninguna fotografía.
Por supuesto, ambos sabemos que ella va a conseguir un intenso placer de todo esto. No es el placer que procede de tener sus pezones mordisqueados y dulcemente chupados, no es el placer que viene de un dedo rodeando su mojado clítoris justo con el ritmo y la presión que a ella le gusta. No es el placer de los besos tiernos en su boca, ni el placer de una polla dura penetrándola con el ritmo adecuado en su posición favorita (y ella tiene una, no todas las mujeres). El placer que recibirá, estará en saber que ella no es nada, excepto un juguete, un objeto que puede ser recogido, jugar con él y luego dejarlo a un lado. Ella me ha hablado de la intensa excitación que siente siendo humillada cuando es objetificada de esta manera. Es solamente el aspecto justo del abuso y ella lo anhela. Por supuesto, no puedo garantizar que no vaya a recibir alguna satisfacción de los actos físicos que le haga. Pero, puedo estar bastante seguro que su humedad (y que, por cierto, va a estar bastante húmeda) será casi en su totalidad el producto de realizar su profundo deseo de agradarme. Ella quiere ofrecerse a mí de esta manera. Creo que lo quiere e incluso que lo desea más que yo. Pues voy a jugar mi parte con entusiasmo.
Sin embargo, hay una paradoja. Si yo no supiera que ella quiere que esto sea así, yo no podría hacerlo. Entonces, sería realmente un maltrato. De hecho, ella sabe que yo quiero realizarla sexual y totalmente. Pero, por supuesto, si ella siente que lo estoy haciendo para obligarla, simplemente porque sé que  lo quiere, no funcionaría. Tengo que convencerme de que ella realmente quiere que la use de esta manera, de que quiero reducirla a un objeto. Y lo hago. Voy a sentirme bastante excitado, no hay duda de ello. Pues estoy excitado también por su excesiva excitación.

2 comentarios:

  1. Es que, finalmente... es lo que se persigue, no? Que ambas partes disfruten del camino que escogieron, en cualquiera de sus variantes!!
    Y, efectivamente, si una de las partes no se siente dispuesto en cuerpo y mente o ante determinada situación siente rechazo, pues entonces ya es maltrato. Sí.

    Una vez más te he leído y una vez más me he sentido identificada y complacida de haber pasado por tu espacio.
    Gracias por ello.

    Mis deseos contigo, de amor, de salud, de paz.
    Recibe un cálido abrazo desde Perú.

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  2. Me encanta y me consta de que eres una visitante constante de este espacio mío y me satisface que compartas pensamientos e ideales respecto a la D/s...

    Es un lujo "verte" por mi casa cibernética...

    Feliz Año Nuevo...

    Un fuerte abrazo...

    BEn Alí

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