En mi tercera parte de la
serie de la Sumisa Sola hubo un comentario de una lectora sobre un problema
bastante común, a saber, una mujer casada que descubre que es sumisa, que su
marido no es dominante y, además, que él no está dispuesto a permitir que ella
busque su propio camino.
¿Sucede esto frecuentemente?
No lo sé. Ciertamente, mucha gente casada comete adulterio por múltiples
razones. A menudo, el marido de una mujer puede pensar que ella es frígida y no
responde, sin saber que en los brazos de otro hombre, ella arde, se quema con
una necesidad tan fiera que le pedirá incluso una breve caricia. El hombre que
levanta esta pasión en ella, puede
incluso que no sea consciente de que él
es dominante. Todo lo que él sabe es que existen ciertas mujeres que puede seducir y controlar fácilmente, y hacer
que satisfagan todo su deseo. Para su marido, ella puede parecer fría,
controladora, dominante, etc., mientras que para su amante, ella es una esclava
ansiosa.
Probablemente sea cierto que
la mayoría de las mujeres que se comprometen en una relación extramatrimonial
no son profundamente sumisas y si lo son, probablemente, incluso no sean
conscientes del hecho. Existe un porcentaje que través de un medio u otro
(generalmente, Internet) descubren el mundo de la D/s y, en particular, determina que son mujeres
sumisas.
Mi primera sugerencia y más
fuerte es ser honesto con las esposas. Asumir que la relación se construye en
el amor y la confianza. Me parece obvio que el marido quiera que su esposa sea
feliz y, en ese contexto, le dará su permiso para explorar el estilo de vida.
Sobre todo, yo siempre defiendo la honestidad en las relaciones, habiendo
aprendido de la dura experiencia las consecuencias de no hacerlo. Ser honesto
evitará una gran cantidad de problemas.
Sin embargo, sé que algunas
lectoras me dirán que esto, simplemente, no es posible. Por otra parte, ellas
sienten una poderosa necesidad de explorar su naturaleza sumisa, mientras que
por otra parte, saben que su marido no solamente rechazará su petición, sino
que también puede ser altamente suspicaz, evitando cualquier oportunidad, que
pudiera ser posible si ellas no hubieran dicho nada. Valoro esta perspectiva.
Las mujeres pueden ser reacias a que la D/s sea un punto de ruptura en su
matrimonio.
Aunque algunas veces me
pregunto, ¿qué sucedería si le dijeran a su pareja?: “Juan, voy a hacer esta
cosa. Es una parte de mí que yo quiero descubrir. Te quiero decir ahora que
todo está abierto. Espero que comprendas por qué debo hacer esto. Estoy
dispuesta a aceptar las consecuencias si no estás de acuerdo.” Tales acontecimientos
son generalmente raros, ¿verdad?
Suponiendo que ella no haga
esto, entonces solo hay dos opciones disponibles. O bien, ella opta por no
hacer nada sobre esto (y sufre), o ella engañará a su marido (y probablemente
sufrirá mucho más tarde). No veo ninguna alternativa feliz.
Porque, al final del día, una
mujer no puede tener dos Amos.
Escribiré sobre esto en un
próximo blog.
Buenas tardes Señor:
ResponderEliminarLe recomiendo a UD y a todas las personas que leen este comentario que vean la película sm RECHTER,trata el tema en cuestión.
Saludos
carmesí
Sólo paso a dejar mis deseos de paz para ti y buenos sentimientos que te envuelvan.
ResponderEliminarFuerte abrazo desde Perú.
Buenos días, Sweet:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu felicitación e igualmente te deseo que pases unas felices Navidades entre los tuyos...
Un saludo muy fuerte desde Sevilla (España)
Ben Alí