martes, 20 de diciembre de 2011

La sumisa sola.- Anexo II

En mi tercera parte de la serie de la Sumisa Sola hubo un comentario de una lectora sobre un problema bastante común, a saber, una mujer casada que descubre que es sumisa, que su marido no es dominante y, además, que él no está dispuesto a permitir que ella busque su propio camino.
¿Sucede esto frecuentemente? No lo sé. Ciertamente, mucha gente casada comete adulterio por múltiples razones. A menudo, el marido de una mujer puede pensar que ella es frígida y no responde, sin saber que en los brazos de otro hombre, ella arde, se quema con una necesidad tan fiera que le pedirá incluso una breve caricia. El hombre que levanta esta pasión en ella,  puede incluso que no sea consciente de que  él es dominante. Todo lo que él sabe es que existen ciertas mujeres que  puede seducir y controlar fácilmente, y hacer que satisfagan todo su deseo. Para su marido, ella puede parecer fría, controladora, dominante, etc., mientras que para su amante, ella es una esclava ansiosa.
Probablemente sea cierto que la mayoría de las mujeres que se comprometen en una relación extramatrimonial no son profundamente sumisas y si lo son, probablemente, incluso no sean conscientes del hecho. Existe un porcentaje que través de un medio u otro (generalmente, Internet) descubren el mundo de la D/s  y, en particular, determina que son mujeres sumisas.
Mi primera sugerencia y más fuerte es ser honesto con las esposas. Asumir que la relación se construye en el amor y la confianza. Me parece obvio que el marido quiera que su esposa sea feliz y, en ese contexto, le dará su permiso para explorar el estilo de vida. Sobre todo, yo siempre defiendo la honestidad en las relaciones, habiendo aprendido de la dura experiencia las consecuencias de no hacerlo. Ser honesto evitará una gran cantidad de problemas.
Sin embargo, sé que algunas lectoras me dirán que esto, simplemente, no es posible. Por otra parte, ellas sienten una poderosa necesidad de explorar su naturaleza sumisa, mientras que por otra parte, saben que su marido no solamente rechazará su petición, sino que también puede ser altamente suspicaz, evitando cualquier oportunidad, que pudiera ser posible si ellas no hubieran dicho nada. Valoro esta perspectiva. Las mujeres pueden ser reacias a que la D/s sea un punto de ruptura en su matrimonio.
Aunque algunas veces me pregunto, ¿qué sucedería si le dijeran a su pareja?: “Juan, voy a hacer esta cosa. Es una parte de mí que yo quiero descubrir. Te quiero decir ahora que todo está abierto. Espero que comprendas por qué debo hacer esto. Estoy dispuesta a aceptar las consecuencias si no estás de acuerdo.” Tales acontecimientos son generalmente raros, ¿verdad?
Suponiendo que ella no haga esto, entonces solo hay dos opciones disponibles. O bien, ella opta por no hacer nada sobre esto (y sufre), o ella engañará a su marido (y probablemente sufrirá mucho más tarde). No veo ninguna alternativa feliz.
Porque, al final del día, una mujer no puede tener dos Amos.
Escribiré sobre esto en un próximo blog.

3 comentarios:

  1. Buenas tardes Señor:
    Le recomiendo a UD y a todas las personas que leen este comentario que vean la película sm RECHTER,trata el tema en cuestión.
    Saludos
    carmesí

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  2. Sólo paso a dejar mis deseos de paz para ti y buenos sentimientos que te envuelvan.

    Fuerte abrazo desde Perú.

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  3. Buenos días, Sweet:

    Muchas gracias por tu felicitación e igualmente te deseo que pases unas felices Navidades entre los tuyos...

    Un saludo muy fuerte desde Sevilla (España)

    Ben Alí

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