jueves, 8 de diciembre de 2011

La sumisa sola.- Parte II

Como he descrito anteriormente, existen tres (o cuatro) variantes de la mujer sumisa sola. En general, lo que tiende a distinguirlas es el número y tipo de relaciones D/s que han experimentado. Como tal, las opciones que están disponibles para ellas son también variadas.
Para la mujer dormida, el mejor consejo que yo puedo dar es que lea y aprenda. La primera, y en cierto modo más difícil, el trabajo estará en que admita su propia naturaleza sumisa. La tendencia es luchar contra esto a cada paso. Existen muchas razones para esta resistencia, pero es raro que una mujer pueda darle la vuelta a esto en un día y decir: “Soy sumisa y me siento bien así.” Antes de que algo pueda ser conseguido, este tipo de mujer tendrá que admitir, al menos, que ella está interesada en aprender más y valorar que las relaciones de la D/s son mucho más complicadas que encontrar un camino para sexo caliente.
Para muchas mujeres, el proceso de “despertarse” empieza normalmente a través de lecturas eróticas, viendo películas pornográficas o teniendo fuertes fantasías sexuales de violación, secuestro, etc. En todas las fantasías que comparte un elemento común, la mujer no tiene el control de la situación.
Hasta el momento en que la mujer puede admitir que su naturaleza no está alineada con las normas “correctas políticamente” aceptables y siente la necesidad de saber más, entonces no hay mucho más que hacer, excepto ofrecer una palabra de precaución. Incluso aunque ella no admitiera su naturaleza, este estado interno estará motivado e impactará en su conducta, actitudes e interacciones. Es posible que pueda tomar malas decisiones con respecto su a pareja, tener dificultades para lograr el equilibrio y actuar de una manera impulsiva cuando ella debería ser prudente. Contra más pronto pueda admitir su naturaleza, más pronto empezará a aprender cómo ha estado afectando a todos los aspectos de su vida.
La siguiente categoría que yo me refería, era la de la sumisa recién despertada. Esta es una mujer que recientemente ha tenido la explosión de su sumisión con tal profundidad y de una manera tan significativa que no es posible ignorarla por más tiempo. Aunque esto frecuentemente se manifiesta como un deseo sexual tremendo (algunas veces conocido como “fiebre de la sumisa”) no puede ser reprimido por cualquier tipo de sexo o autoplacer. En la mayoría de los casos, la respuesta de la sumisa ha estado provocada por un dominante en concreto (sea hombre o mujer). La sumisa tenderá a gravitar sobre este individuo, con ganas de estar cerca de él, intoxicada por la intensidad  y riqueza de sensaciones que ella está sintiendo. Es interesante observar que el dominante individual, puede o no puede, ser consciente del hecho que ha provocado esta respuesta. Muchos dominantes desconocen el efecto que tienen sobre ciertas personas.
Por mí mismo, dado que mi interés está principalmente por la mujer profundamente sumisa, la provocación de la respuesta es deliberada. En casi todos los casos, la mujer profundamente sumisa requiere una gran cantidad de energía antes de que ella sienta su respuesta. A menudo, esta ha sido cubierta por capas y capas de defensas psicológicas para protegerse de los abusos.
Sin embargo, independientemente de cómo sea provocada, es fundamental que la sumisa reconozca lo más pronto posible lo que ha sucedido y pueda tomar las medidas adecuadas. No hay tiempo, cuando la mujer está en mayor peligro es cuando ha sido provocada por primera vez. Cuando la fiebre de la sumisa es alta, deja de pensar racionalmente y hará cualquier cosa para sentir estas sensaciones y tener sus necesidades satisfechas. Si sus elecciones son malas, se podrá encontrar en situaciones donde ella podría estar en riesgo mental, emocional y físicamente.
Como tal, recomiendo con insistencia que esta sumisa necesita alguien o un consejero que la guíe a través de los primeros estadios de su despertar. Esa persona podrá ser su pareja, tal vez alguien de la comunidad D/s que conozca y tenga confianza o, quizás alguien encontrado en Internet. Donde la persona se encuentre no tiene mucha relevancia. Lo que es importante es que sea alguien con experiencia, que conozca lo que están haciendo y que puedan manejar las tremendas oleadas emocionales que la sumisa probablemente esté experimentando. La mejor manera de asegurarse que la persona adecuada ha sido encontrada es preguntarle por referencias. Cualquier dominante experto y desinteresado competente debería ser capaz de facilitar un número de referencias de otras sumisas con las que él haya trabajado en el pasado.
Mi otro consejo, es para la sumisa que acostumbra por guiarse por su propio instinto. Aunque su mente no puede estar trabajando muy bien, cogida entre las garras de la fiebre de la sumisa, su “barriga” pronto será capaz de avisarla si algo anda mal. Si encuentras un dominante que afirme ser capaz de ser tu consejero y no parece el correcto, entonces, no lo aceptes por valor nominal. Busca otro.
Una vez que ella lo ha encontrado, entonces no hay que preocuparse mucho en tanto cuanto el período de entrenamiento no haya terminado. Esto puede tardar desde tres meses a tres años, dependiendo de una serie de variables.
Lo que suceda después de todo esto, será el argumento de mi próxima entrada.

1 comentario:

  1. Hola Sr. Ben Ali..

    Recuerdo cuando empecé a buscar del tema, entraba a paginas de chat aunque ahi me llevé malos momentos, pero si aprendi de lo que encontré en la red, o libros que van apareciendo conforme uno investiga, mas de un año que di con su blog y cada día encuentro algo nuevo.. cada día aprendo algo nuevo cada dia usted tiene la habilidad de enseñarnos a traves de sus escritos... y ahi es donde encontré la mejor manera de aprender.
    mia.

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