Cómo desarrollar las normas
Pueden no ser fáciles de
cumplir, pero deben ser muy sencillas. Algunos ejemplos podrían ser:
“Te levantarás cuando yo
entre en la habitación, no comerás hasta que te dé permiso, cerrarás la puerta
del garaje cada noche, harás ejercicios cada día durante treinta minutos.”
Como las normas son una
expresión de cómo el Dominante desea que la sumisa se comporte, tenderán a ser
tan variadas como el Dominante las quiera establecer. Sería imposible
desarrollar una lista genérica de normas para ser usadas en el control de todas
las sumisas. Sin embargo, podemos facilitar unas pautas generales para su
creación y ejecución.
Esté preparado:
El Dominante siempre tendrá sus normas
preparadas. No se deben hacer sobre la marcha, aunque se puedan añadir algunas
nuevas según sea necesario. Esto puede ser un reto para el nuevo Dominante. Le
sugiero que se tome un tiempo para desarrollar un conjunto básico de normas
antes de aceptar una sumisa. También, el nuevo Dominante debe ser consciente de
que no se debe imponer ninguna norma de otra sumisa. “Una sumisa no puede tener
dos Amos.” Se puede prestar servicio a otro Dominante, pero una sumisa
solamente puede cederlo a una persona.
Sea consistente:
Puesto que las normas son tan críticas
para una sumisa, no se deben cambiar por capricho o sin previo aviso. Las
reglas son para ser autorizadas como una forma de “jugar” con una sumisa. Una
vez más, el nuevo Dominante puede llegar a ser seducido a dar y hacer cumplir
las normas que podrían crear situaciones conflictivas que no podrían ser
resueltas. Las sumisas deberán preguntar por estas inconsistencias. (Aunque,
cuidadosamente, para estar segura. El nuevo Dominante no puede reaccionar bien
teniendo sus reglas cuestionadas.) También sugerimos que las normas deben ser
escritas para evitar confusiones y las consecuencias de su incumplimiento deberán
conocerse de antemano. Del mismo modo, las sumisas deben evitar intentar
“leerlas entre líneas” cuando se refieran las normas. Solamente sumisas bien
entrenadas o altamente experimentadas pueden interpretar las reglas con un
éxito consistente. En caso de duda, una sumisa debe pedir siempre una
aclaración.
Sea consciente:
Tal como se mencionó anteriormente, las
normas crean una responsabilidad para el Dominante. Hay que verificar que están
siendo seguidas y castigadas cuando son incumplidas, de lo contrario, no
significarían nada. Tenga cuidado de no tener demasiadas reglas. Las sumisas,
con frecuencia, prueban a sus Dominantes rompiéndolas para ver si les están
prestando atención. En tales situaciones, el castigo debe ser muy duro y
rápido. De lo contrario, podría ser interpretado como desinterés, no tolerarlo,
y dañará a la relación.
Rituales
Existen varias ventajas al establecer y
realizar rituales. Refuerzan la relación D/s al permitir que tanto la sumisa
como el Dominante afirmen su compromiso e implicación. Cuando los rituales son
realizados y conocidos, se facilita el intercambio de poder y se mantiene el
equilibrio. Es el equivalente en la
D /s al decir “Te amo.”
Dado que los rituales son uno de los
conductos del intercambio de poder entre el Dominante y la sumisa, la falta de
ritual, por lo tanto, puede actuar como un dique, lo que dificulta la
interacción armoniosa entre las personas. La eliminación de una sesión
establecida también puede actuar como una poderosa arma de castigo. Una sumisa
no se da cuenta de lo importante que es un sencillo ritual hasta que es
eliminado.
Si el flujo de poder es el idioma de la
sumisión, los rituales se convierten en su vocabulario.
Vamos a considerar un ritual para servir
el té. Este ritual podría implicar arrodillarse en el lado derecho del Dominante,
sostener la taza de una cierta manera, manteniendo la cabeza con los ojos bajos
y sonriendo con los labios entreabiertos antes de retirarse. Mientras que la
sumisa se esforzará para realizar el ritual a la perfección, el Dominante puede
dar una cierta libertad en su ejecución. Por ejemplo, al separar más los labios
y respirar con más profundamente, se da una señal de intensa necesidad que puede
ser expresada de esta manera. Al esperar un momento más antes de retirarse, el
deseo de hablar puede ser comunicado o quizás, esto pueda hacerse con un ligero
toque. Alternativamente, si la sumisa le manifiesta a su Dominante que está
particularmente cansada y estresada, el ritual puede ser realizado lo más
tranquila posible como una señal de empatía.
Otro ejemplo es el ritual de
agradecimiento. Si bien cada Dominante querrá tener su propia variante (muñecas
cruzadas, cabeza baja, etc.), el objetivo del ritual será siempre el mismo – un
requisito para la sumisa para indicar que ha oído una orden y está de acuerdo
en cumplirla. Sin embargo, al variar la velocidad de respuesta y expresión
corporal, muchas más cosas pueden ser comunicadas. El lenguaje corporal es
forma bien entendida de comunicación y es particularmente importante en el
contexto de los rituales de la D /s.
Por supuesto, el Dominante experimentado
aprende a controlar la ejecución de los rituales cuidadosamente con el fin de
obtener la totalidad de los matices expresados. En las relaciones a largo
plazo, se espera que el Dominante sea capaz de leer muchas cosas de estas
observaciones, incluyendo la actitud de la sumisa y su estado mental. En
algunos casos, las comunicaciones específicas pudieran ser leídas como una
necesidad de hablar, una necesidad de partir, llamar la atención de una
situación en particular y cosas por el estilo.
Hay otro lado un poco más ligero para la
realización de rituales. Pueden tener el delicioso efecto de convertir los
trabajos mundanos en expresiones eróticas. Normalmente, las actividades diarias
se pueden mejorar con la imposición de un ritual. Buscar una revista se
convierte en un acto erótico cuando se presenta de manera específica de
rodillas. Beber vino tiene normas de un significado añadido cuando se requiere
besar la copa y hacer un guiño ante de beberlo. Cuando el simple acto de comer
puede ser elevado a una experiencia erótica si es solamente permitido después
de una discreta señal del Dominante. Contra más complejos sean los rituales,
más la sumisa debe mantener la concentración en el Dominante, lo que refuerza
el estado de sumisión en todo momento. Cuando se ha realizado correctamente un
ritual bien diseñado, el efecto puede ser un increíble pico de poder.
Incluso, sin la estimulación erótica
física manifiesta, por naturaleza, la sensación de la transferencia de poder es
altamente sexual. Esto no es demasiado sorprendente, dado que muchas sumisas
tienen deseos sexuales muy fuertes. Los rituales pueden tener el efecto
secundario maravilloso de mantener a la sumisa en un estado constante de
excitación, algo al que un Dominante igualmente muy sexualizado, no debería ser
adverso.
Cómo desarrollar los rituales.
El Dominante experimentado apreciará la
necesidad de una cierta flexibilidad, o interpretación, por parte de la sumisa
al permitirle cierto margen de maniobra en la ejecución de los rituales. Si
bien puede haber una tentación de hacer cumplir la adhesión estricta a un
ritual, debe ser comprendido que esto puede ahogar la creatividad natural de la
sumisa e impulsividad. Por supuesto, mucho depende de lo que el Dominante desee
desarrollar en el carácter de la sumisa. Pero, en general, si el ritual es
demasiado rígido, el Dominante no debería ser sorprendido si la sumisa se
aburre con su ejecución después de un rato.
Tenga en cuenta que si el ritual ha sido
bien diseñado, la sumisa sentirá una sensación personal por conseguirlo y la
satisfacción por haberla realizado. Esto es una muestra del éxito del ritual
He aquí algunas pautas para el desarrollo
de los rituales.
Sea precavido:
El Dominante responsable es consciente de
cuán importante es el ritual para una sumisa. Se llevarán a cabo
religiosamente. Por eso, requieren mucha premeditación y debe hacerse con
cuidado.
Sea intencionado:
Los rituales pueden se simples o
complejos, discretos o demostrativos y probablemente será necesario tener una
variedad de rituales para varias ocasiones, situaciones o contextos sociales.
Por ejemplo, cuando una sumisa se da cuenta que ha disgustado a su Dominante,
necesitará pedir un castigo. (Por favor, diríjase a la sección sobre la
petición de un castigo. NB: Estos ensayos no han sido todavía publicados en mi
blog). En estos casos, el Dominante puede requerir un ritual diseñado para
impresionar con la severidad de las acciones de la sumisa sobre ellas, tales
como llorar y arrastrarse mientras llevan una herramienta de castigo entre los
dientes. Sin embargo, esto no sería apropiado en un lugar público. Por lo
tanto, algún reconocimiento inmediato de la situación sería exigido y un ritual
más discreto seguiría permitiendo a la sumisa expresar su remordimiento y la
necesidad de reconocimiento del castigo sin molestar al Dominante.
Varios factores deben ser considerados
cuando se desarrolla un ritual. Vamos a utilizar un ritual erótico para
examinar algunos de los puntos más delicados.
Primero, es importante recordar que los
rituales ayudan a formar y orientar la mente de la sumisa, preparar su cuerpo y
construir su confianza sirviendo al Dominante. También subrayan la importancia
de la relación D/s y sirven como un recordatorio del lugar de la sumisa en la
relación con el Dominante. Todos los aspectos del ritual deberán ser diseñados
con estas cosas en la mente. El ritual de la alimentación, en particular,
genera confianza y hace hincapié en el hecho de que el Dominante cuidará de
ella en todas sus formas, incluso con la comida.
Habrá que echarle un vistazo. Gracias por tanta información que das.
ResponderEliminarSaludos
Contra más sepamos de los entresijos de las relaciones D/s, más las podremos mejorar y disfrutar. Lo importante es tener ideas y escoger las que nos interesen...
ResponderEliminarGracias, por tu comentario...
Buen fin de semana,
Ben Alí