La exploración erótica de una relación Dominante/sumisa desde la perspectiva de un dominante
domingo, 30 de septiembre de 2012
Sumisión...
¿Qué significa ser sumisa? ¿Es algo que eres, como persona, algo que
capturas y cómo reaccionar ante determinados hechos y situaciones? O, ¿es una
reacción a una situación determinada ante la que eres pasiva y te sometes a dicha
situación, siendo activa y dominante, a la vez, en otra? Creo en esta última
definición.
Cuando eres activa o pasiva, extrovertida o introvertida, existen muchísimos
modelos que se vinculan con esto. Cuando alguien te ordena en el trabajo, por
ejemplo, y dices, sí. ¿No te estás sometiéndote a alguien? Cuando un hombre
mantiene una puerta abierta a una mujer o la invita pagando en el restaurante,
él es, hasta cierto punto, dominante y ella, que lo acepta un poco sumisa al
aceptar su oferta y sugerencias.
Hay situaciones en las que la sumisión se llama y, generalmente, se
acepta; como en el ejército y, tal vez, en la vida religiosa (en muchos casos).
No creo que nadie llame a un soldado sumiso.
Ser soldado es algo muy varonil, al menos, en un sentido tradicional.
Otras clases de sumisión están más asociadas con el ser mujer. Cualquiera que
sea el punto de vista que se pueda tener con respecto a la igualdad entre los
sexos, hay un patrón, al menos, en la sociedad occidental, la sumisión de la
mujer y la dominación masculina. Incluso si sólo se expresa en la forma que nos
citamos y nos tratamos con los demás públicamente. Y solo en ciertas
situaciones, parece más aceptable que la mujer sea algo pasiva, un poco más
sumisa que el hombre. Además, por lo general, al hombre se le exige que sea
activo y dominante, en vez de pasivo o sumiso.
De ahí que, muchas mujeres se pregunten a sí mismas: ¿Qué soy yo? ¿Soy
una persona sumisa o una persona dominante? Al leer mi blog, usted
probablemente pensará que todas las mujeres de las que hablo sean sumisas, pero
no olvide que esta faceta puede sólo una parte de ellas. En realidad, también
son otras personas. Pudiendo ser activas y decididas en ciertas situaciones,
como a lo que concierne a su trabajo. Y, a continuación, por ejemplo, pueden
llegar a ser muy dóciles y pasivas, incluso, un poco sumisas. Todos sabemos
que, incluso, disfrutan con las fantasías sobre la sumisión.
Supongo que, a la hora de la verdad, hay un poco de ambas cosas en todas
las mujeres sumisas, al igual que existe un Ying Yang y viceversa.
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