miércoles, 26 de septiembre de 2012

Un trabajo arduo


Ella está desnuda encima de la cama, sus labios curvados alrededor de su pene mientras él está sentado trabajando ante su ordenador. A ella, no le está permitido chupar activamente o, de alguna manera, estimularle. Su trabajo se centra solo en confortar a su verga mientras él trabaja. Se lo ha dicho con claridad, si su polla se pone dura, le distraerá e interferirá en su trabajo, lo cual ella debe asegurarse de que no suceda. Justo, en este momento, su pene está pesado y un poco hinchado, pero no tumescente.

Él sigue trabajando. De vez en cuando, le acaricia la parte posterior de su cuello, pero distraídamente, sin apenas darse cuenta de lo que está haciendo, mientras lee las palabras de la pantalla. Es de noche y él se está tomando una copa de vino. Ella, al contrario, sorbiendo cualquier jugo que se salga del glande de su pene.

Él prolonga su trabajo durante una hora o más. Ella está muy bien entrenada como “chica buena” y le gusta complacer. Siente que está contribuyendo, al estar bajo la mesa y ayudándole a sentirse bien mientras trabaja. Más tarde, ella quiere leer lo que ha escrito y puede, pero nunca mientras él esté escribiendo. Odia que la gente mire por encima de su hombro.

Lo que a él le gusta de esta posición es que es erótica, pero en un tono muy light. Como Dominante, la belleza de la D/s es que puedes tener a tu sumisa de la manera que quieras y para él, no siempre significa caliente y excitada. Pero, al menos, él se toma un relax para sus trabajos. Él la pone de pie y la gira presionándola hacia adelante para que se ponga sobre la mesa. Todavía sentado, se inclina hacia adelante y separa las dos nalgas de su trasero con sus manos, luego le planta un beso justo en la mitad de sus nalgas. Bordea su apretado y pequeño agujero con su lengua, vueltas y más vueltas, bordeándolo lentamente. Después de un rato, puede apreciar que su ano está relajado y dilatado. En el cajón de la mesa, hay un tubo de lubricante. Pone un poco en su dedo y lo introduce en el culo de ella. La gira hacia él y la empuja hacia abajo para que se arrodille otra vez.

“Ahora, puedes hacer chupármela,” dice él

No se toma mucho tiempo para empezar a hacerlo. Ella sabe cuánto le gusta que se lo hagan. Una vez más, la acerca hacia sus piernas y le da la vuelta. Esta vez, le inclina su espalda hacia abajo sobre su regazo. Cuidadosamente, ubica su pene en su culo y lo empuja hacia arriba, introduciéndosela un par de centímetros de una vez, hasta que le llena su agujero por completo. La folla con suavidad pero insistentemente, sin pausa hasta que la profundiza por completo. La saca y se sube la cremallera de su pantalón, luego, la besa cariñosamente en su nalga.

“Me acostaré contigo en unos quince minutos,” le dice.

Arriba en la cama, ella puede oír el golpeteo del teclado. Siente que su semen rezuma lentamente desde su culo. Su mano está entre sus piernas. Se pregunta si ella podría conseguir que él se acostara más pronto. Pero, lo que ella quiere más, es estar despierta hasta que él llegue. Luego, intentará si puede hacer que se le ponga dura nuevamente. Quiere ser follada un poco más por el otro agujero.

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