Copio la pregunta que iniciaba la primera
parte de estos artículos con el fin de refrescar el motivo de ambos.
“¿Podría explicarme con más detalle lo que usted quiere decir
cuando expresa que la sumisa refleja la energía del dominante? ¿Cómo sucede
esto, por favor? ¿Cómo puede decir que lo ha hecho? ¿Es algo que uno hace
conscientemente? Tengo miedo de caer en el segundo de los tres grupos que usted
ha delineado, lo que hace que me confunda. Le agradecería que me lo aclarase,
por favor.”
Si en el de la primera parte,
no tenía las ideas muy claras, después de algunas reflexiones, creo haber
encontrado algunos razonamientos.
Creo que, a estas alturas, he
dejado bien claro que para un dominante experimentado, la sumisa reflejará su
energía con naturalidad y con facilidad. Esto puede hacerse en persona o vía
ciber espacio. El contacto físico no es preciso para que este proceso ocurra.
La sumisa bien experimentada no se sorprenderá por sus respuestas. Puesto que
ha tenido mucha experiencia interactuando con hombres dominantes, no está
preocupada por lo que ella está sintiendo, sino que más bien fluye sin esfuerzo
en la interacción. Si ella quiere, puede rechazarlo diplomáticamente en caso de
que no lo deseara.
No hay problema.
Por supuesto que, si el dominante
tiene mucha experiencia, controlará la interacción. Y si su sumisa no es
consciente del hecho, incluso tendrá hasta el control. De nuevo, no hay ningún
problema.
Pero, ¿qué pasa si no tiene
experiencia?
He aquí lo que yo creo. La
naturaleza llama a la naturaleza. Incluso, cuando ambas partes no son
conscientes de su naturaleza, aún así se llamarán el uno al otro. Los errores
se cometen a menudo (al principio son más peligrosos), pero aún así, la
naturaleza llama a la naturaleza.
El hombre dominante irradia
su energía. ¿Qué significa esto? Yo sugeriría que implica su acercamiento a su
entorno. Es en la forma que él habla, se mueve y se reafirma a sí mismo. En
cada acción sutil que toma, existe un trasfondo de dominación, incluso si él no
es consciente de que está haciendo estas cosas. Por ejemplo, una mujer me
comentó una vez que yo tenía una manera particular de caminar en una
habitación. Creo que sus palabras fueron: “Usted es el dueño de la habitación.”
Yo nunca estuve muy seguro de lo que ella estaba hablando, puesto que no había
nada que yo estuviera haciendo conscientemente cuando entré y estaba en la habitación, pero ella,
obviamente, observó (y reaccionó) a algo que yo estaba haciendo.
Como no soy el único, yo
sugeriría que esta manera de hacerse valer por uno mismo en su propio entorno,
se hace por los demás.
Una mujer sumisa no puede
dejar de reaccionar a esta clase de energía. Es su naturaleza la que reacciona.
¿Qué forma adquiere esta reacción? Para la sumisa experimentada, su reacción es
deliberada y mesurada. ¿Por qué? Porque comprende lo que está pasando. Para la
sumisa menos experimentada, (y la sumisa no despertada) la reacción puede
variar mucho. Pero, independiente de cómo se haga, ella va a terminar haciendo
más o menos lo mismo – espejo de su energía.
¿Cómo refleja ella su
energía? ¿Está aquí la raíz de la pregunta? ¿Qué proceso físico ocurre? En otro
comentario, he hablado de los actos físicos deliberados que la mujer puede
llevar a cabo para atraer la atención del hombre, pero esto apenas es una
respuesta a la pregunta.
Después de mucha
consideración, no estoy seguro si la tengo. Yo solamente sé que, de alguna
manera, ella lo hace. Tal vez, este es el campo de energía que mi interlocutora
ha dicho de sentir. Tal vez, sea la experiencia sensorial que va más allá de
nuestros cinco sentidos conocidos. Tal vez, tenga algo que ver con el olor.
Realmente, no lo sé. Solamente sé que es real, que ocurre y puede ser detectada.
¿Es posible para una sumisa
saber que está reflejando la energía
particular de su pareja? No estoy seguro, pero ciertamente, sabe al instante cuando
él vuelve a prestarle su atención hacia ella. Esta lo sentirá en su cabeza, su
corazón y en su ingle. Ella será consciente que algo está pasando internamente,
no solamente a un nivel intelectual y emocional, sino también a un nivel
físico. También, ella lo sabrá porque cuando su Dominante le presta su atención
estando lejos de ella, la sentirá al
instante, como el sol al esconderse detrás de una nube o una aguja que se
levanta de un disco favorito que ha estado tocando.
Si ha sido bien entrenada,
ella puede tener alguna forma de control sobre esta experiencia. Pero, esto no
quiere que ella lo pueda apagar. Ella es quien es. La naturaleza no puede ser
negada.
Lo cual, pienso, es una buena
cosa.
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