Sumisión contra huida
Con frecuencia, he oído decir que las
sumisas hablan de la “libertad de las cuerdas” o de la “libertad de las
cadenas.” Hablan de la pérdida de la responsabilidad cuando están cautivas o
inmovilizadas entre las cuerdas y cómo esta inmovilización las permite
responder a cualquier estímulo que se les aplique, sin tener que preocuparse
por su respuesta, justo en el momento que se está celebrando la sesión.
Pero, ¿es la “libertad de las cuerdas” la
verdadera sumisión o es simplemente un deseo de huir de las cuerdas y
responsabilidades de nuestra vida diaria? Por lo demás, ¿es la mujer
profundamente sumisa fiel a su naturaleza o es que, sólo está buscando un camino
que la permita huir de sus estrés y tensiones que son una parte integrante de
nuestra existencia? La seducción de que todas las decisiones sean asumidas por
otras personas y que solamente tengan que hacer lo que se le dice, obviamente,
atrae a un segmento importante de la población femenina. Entonces, ¿cómo decir
si una persona es sumisa por naturaleza o está buscando una manera de evitar
algunos de los aspectos más estresantes de la vida diaria?
Creo que la diferencia puede estar en la
conducta de la persona en cuestión, examinando su conducta tanto dentro como
fuera de una relación D/s. La mujer sumisa bien equilibrada será capaz de
existir y sobrevivir en cualquier entorno, aunque tendrá una obvia preferencia
por estar dentro de una relación D/s. Al contrario de la mujer que busca
escapar o huir de sus responsabilidades, la cual será incapaz de vivir en
cualquier entorno. Encontrará el estrés de la vida en una relación no D/s, algo
de lo que ella quiere huir, pero, al mismo tiempo, encontrará los límites y el
marco de trabajo de una relación D/s que son confinantes y amenazantes. De cualquier
cosa que motive su necesidad de huir, no encontrará la respuesta en un estilo
de vida del tipo de la D/s, aunque ella pueda encontrar un alivio temporal en
una sesión puntual.
Para tener éxito, una mujer sumisa debe
estar bien equilibrada, segura de sí misma y llena de autoestima. Por supuesto,
esto no es fácil. Con mucha frecuencia, los acontecimientos conspirarán para
hacerla dudar por sí misma y de su sentido de la dignidad. Para aquellas
mujeres sumisas que buscan una pareja y no pueden encontrarla, esa misma duda
puede ser un desafío. Sin embargo, en lo más hondo de su corazón, ella reconoce
su naturaleza y no solamente la ha aceptado, sino que también las consecuencias
de aceptarla. Por último, ella debe darse cuenta que, con pareja o sin pareja,
ella perseverará.
La mujer que, simplemente, está buscando
o huir, no puede tener esta confianza interior. Todavía no sabe quién es ella
y, por eso mismo, no puede encontrar ningún lugar que le convenga más allá de
un corto espacio de tiempo. Hasta que ella no pueda confrontar su miedo (cualquiera
que sea), será muy difícil para ella seguir adelante. El tratamiento de estos
temas, en parte, es lo que algunos dominantes con experiencia hacemos en la
mujer sumisa que no ha despertado aún.
Buenos días. Creo que nos has ofrecido una reflexión muy interesante, el tercer párrafo nos invita a reflexionar a los demás, especialmente si como en mi caso, no tendemos al blanco o al negro y paseamos por el gris.
ResponderEliminarUn saludo.
Lo mas importante es que reconozcas tu tendencia y seas coherente contigo misma....
EliminarFeliz noche...a
A veces yo también me he preguntado si elegí la sumisión por miedo a enfrentarme a la vida y tomar mis propias decisiones, por otra parte hay que ser valiente para entregar tu libertad.
ResponderEliminarAunque te parezca una incongruencia, tu libertad esta en la entrega....
EliminarFeliz noche, marita