Por lo general, no tengo
paciencia para tocarme a mí mismo. Soy muy cariñoso y sensible, pero, sobre
todo, tiendo a pensar más en términos de hacerlo, de que me lo hagan.
Siempre he pensado que mi
control es caprichoso, pero, una mujer inteligente me indicó que tal vez fuera,
porque no me gusta ser pasivo para recibir caricias y creo que ella, aquella
inteligente y pequeña zorra, pudiera estar en lo cierto.
Por lo cual, he llegado a
entender que mis pezones están muy lejos de ser tan sensibles como los de una
mujer. También, he conocido pezones de mujer que eran insensibles a cualquier
clase de placer. Mis pezones son sensibles, pero, no de una manera buena. En
una ocasión, conseguí que me dieran un mordisco de amor en uno y dí un salto. Aquella
mujer nunca más intentó nada en mis pezones.
Jugar con los pezones, soplar
en los oídos y pasar una pluma por la piel puede estar muy bien, pero, aunque existen
maneras de que una mujer pueda tocar a un hombre, no es nada comparado con lo
que se puede hacer con ella, usar su feminidad y su cuerpo para hacerlo.
Encontrar las maneras de contrastar su cuerpo contra el tuyo, contra más pequeñas sean sus manos para él,
más suave es su piel para él.
También, recuerda que él
es un hombre y que piensa y reacciona diferente a ti. Su piel no es tan
sensible como la tuya y él puede estar ligeramente más mentalizado para el acto
de penetración. Usa eso para su provecho.
En lugar de pasar una
pluma por su piel, usa tu cabello. Honestamente, ¿qué crees que le gusta más?
Si tu pelo es largo, arrástralo como una cortina desde su pecho hasta sus
muslos cruzando la entrepierna. Si su pene está relajado, es una sensación
increíble al ser acariciado por la feminidad y si su pene está erecto, sentirá
como si estuviera penetrando tu cabello. Puede ser una sensación increíble.
Si sus pezones no le
producen placer, pasa tus pezones por el vello de su pecho. Acaricia sus
pezones a través de sus labios y frota tus pechos contra sus hombros. Si te
gusta, hazle saber de tu placer.
Si te estás deslizando
hacia abajo rozando la piel de tu rostro con su entrepierna, ¿por qué no te
pones a horcajadas sobre sus piernas y deja que tus pechos se pongan también a
horcajadas sobre él? Puedes hacérselos sentir en ambos lados de sus muslos, por
ejemplo, y él se dará cuenta que los
pechos son más pesados de lo que parecen.
Si estás a horcajadas
sobre él, mientras que, por ejemplo, paseas tus pezones contra el vello de su
pecho, en vez de a horcajadas sobre sus caderas, ponte sobre uno de sus muslos
y frota tu coño contra el mismo. Si te gusta, es un juego increíble para él.
¿Sabes cuántas mujeres
parecen tener una conexión directa entre sus pezones y sus clítoris? Bueno, pues,
muchos hombres tienen una conexión similar entre sus dedos y sus pollas. Lame
sus dedo mientras le miras fijamente a sus ojos.
No solo te limites a
chuparlos, sino dale también la experiencia de una mamada completa, incluyendo
una garganta profunda, si puedes. Y si estás frotando tu coño contra su muslo
al mismo tiempo, le estás dando una buena experiencia de folleteo. Nunca mejor
dicho.
Y si, él se está poniendo
nervioso, como si estuviera impaciente por asumir el control y acaba de hacer
algo, arréglalo tú misma, de tal manera, que puedas darle algo que hacer. Puede
ser tan fácil conseguir que juegue con tu culo o incluso que dibuje tus curvas
en general, de modo que él se venga abajo con más ministraciones. Nosotros los
hombres podemos estar, a veces, muy poco orientados.
mmm DIOS, Gracias por esta entrada!!! Es bastante interesante porque algunas cosas siempre las pensé pero aún no lo he probado. mmMmm..
ResponderEliminarMuy didactico,siempre es bueno tener la opinion del lado masculino para saber actuar.Gracias.
ResponderEliminarUn saludo Ben Ali
Espero que te sea útil,Isabel....
ResponderEliminarSaludos,
Ben Alí
Creo que pudiera usar estos. Onsejos alguna vez...
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