La exploración erótica de una relación Dominante/sumisa desde la perspectiva de un dominante
domingo, 13 de abril de 2014
El olivo, el Dominante Rey
Una sumisa confusa vino ante
un Dominante sabio que la adoraba. Ella sentía que someterse a Él significaría exponer
su corazón a un dolor insoportable, si alguna vez la dejara. Ella suspiraba por
él y lo necesitaba, pero ¿estaba preparada
para caminar con tanto miedo?
El gentil Dominante la
arrodilló delante de Él y empezó una historia de amor y entrega. Mientras ella
le miraba, sus brazos empezaron a extenderse y abrirse, tal como un gran árbol
extiende sus ramas hacia el cielo. En ese momento, el Dominante apareció
enraizado en el suelo y su impresionante estatura sobresalía por encima de ella
como un árbol gigante. Entonces, empezó a hablar.
“Estoy aquí por tí, ahora y
siempre. No importa cómo el tiempo sea de largo y el espacio nos separe. Si te
alejas de mí hoy o te quedas o me sirves, yo no pasaré de tí. Soy tan paciente
como el mismo tiempo. No aceptaré nada de ti, a menos que me des o te entregues
tu misma, libre y por completo, entonces, yo me daré a tí, a pesar de todo,
porque mi amor es incondicional.
Como el olivo, que te puede
alimentar y dar sombra, estoy ahí, aparentemente eterno en tu corta vida en
esta tierra. Si necesitas mi fruto para alimentar tu hambre, te daré toda la
fruta que necesites. Si tu piel crece seca y pierde su lustre, el aceite de mi
fruto la restaurará y la hará brillar. Cuando necesites confort, mis hojas acariciaran
suavemente tu cara con una brisa muy suave. Cuando necesites disciplina, mis
ramas te corregirán cuando el viento sople fuerte. Si solo necesitas mi sombra
para protegerte del sol, mis ramas darán sombra y te protegerán. Si necesitas
calor por la noche, mis ramas alimentarán el fuego para mantenerte caliente y
segura. Si necesitas una brisa refrescante, mis hojas te refrescarán y
ventilarán. Tú eres mi jardinera.
Cuando te sometes a mí,
atiendes eso que me mantiene vibrante y lleno de vida. Cuando te arrodillas
debajo de mí y te inclinas en el suelo, le das aliento a mis raíces. Cuando me
riegas, mi savia fluye fuerte a través de mí para la crianza de mis ramas
lánguidas. Cuando te inclinas hacia el suelo para recoger el fruto con tus
manos desnudas, me fortaleces y humillas con tu entrega.
Aunque mi vida va a seguir,
mi vida no será lo mismo sin tí.
Tu dedicación y cuidado,
incondicional hacia mí, me mantienen vibrante y nutres mi propia esencia. El
sustento y la protección que te doy parecen poca recompensa para tu servidumbre.
Aún así, la jardinera sirve al árbol desde su corazón y el árbol le da al
corazón de su jardinera todo lo que puede.
Estoy firmemente plantado en
la tierra y no puedo seguirte si te alejas de mí. Pero, ten por seguro, que voy
a sobrevivir. Cien años más tardes y los del curso de tu vida, seguiré todavía
allí, esperándote en el mismo sitio, para ofrecerte todo lo que hago ahora.
Quédate conmigo y sé mi
jardinera. Tú no puedes perderte en mí porque somos complementarios el uno con
el otro. Soy tu devoción y le das sentido a mi existencia. Además, vivimos la
vida y sobrevivimos. Juntos florecemos.
¡Eternamente!
Más tarde, ella le
atendería con su entrega al día siguiente y todos los días.”
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Que bello!! , me ha hecho emocionarme
ResponderEliminarHola, marita...Tu sensibilidad otra vez a flor de pie....gracias, por seguirme...
EliminarBen Alí
Tan solo puedo decirle que me ha dejado sin palabras Señor. ¡Q hermosura de texto!.
ResponderEliminarNo podía haber escogido un árbol mejor como representación del Dominio, estoy segura que sabe lo que este árbol ha representado en las distintas civilizaciones a lo largo de la historia. Le dejo esta frase que leí en internet sobre el olivo y que me fascinó: Sus raíces se sujetan fuertemente a la tierra y se dirigen hacia el averno, el tronco se eleva en el mundo de los hombres, y la copa va dirigida hacia los cielos, hacia metas y territorios inalcanzables
No escondo mi naturaleza sumisa, así que cuando tenga que volver a explicar porqué y qué es lo que me ofrece una relación D/s, directamente les pasaré su texto, entonces entenderán.
Un saludo
Buenos días, nayadi...como andaluz del sur, conozco muy bien el olivo. Es mi árbol preferido, al que admiro, quiero, respeto y me miro en él. Y sé muy bien de su simbolismo y solidez por su longevidad...
EliminarMirándome en el olivo, he querido desmitificar el rol de Dominante. Es de mucha más trascendencia por su responsabilidad y sensibilidad y comprensión y complementariedad con su sumisa que por los accesorios que acompañan su rol...
Ben Alí