martes, 18 de noviembre de 2014

Buena chica

“Buena chica,” le dice. Ella sonríe con placer. ´´El tomando solo el resplandor de su aprobación. Al principio, ella no estaba segura del significado de una buena mujer. Porque, le había dicho más de una vez que, en verdad, de verdad, le gustaban las mujeres malas. Incluso, le había dicho que le gustan las putas. ¿Cómo puedes ser puta y una buena mujer al mismo tiempo?
Después de un tiempo, ella empezó a comprender la aparente contradicción. Se dio cuenta que principalmente era una cuestión de actitud. No era tanto una cuestión de si lo hiciste o no lo hiciste y que obtuvieras una aprobación con una caricia en la cabeza, sino de cuál era su estado mental cuando ella hizo esas cosas. Y, por lo tanto, ella se encontró que, de verdad, podía hacer esas cosas malas, cosas que ella apenas había soñado (y cuando las soñó, nunca lo dijo), y aun así, las hace de tal manera que consigue las palabras mágicas de su aprobación.
(Si piensas que acariciar a una mujer sumisa en la cabeza, es ser condescendiente, entonces, es probable que usted esté leyendo el blog equivocado. David Cameron, el otro día se metió en problemas al decirle a una mujer miembro del Parlamento inglés: “Cálmate, querida.” Totalmente de acuerdo, eso era excesivamente paternalista. Pero una mujer sumisa tiene un estatus diferente del de una colega profesional. Ella quiere que le digan cuando ha hecho las cosas bien, quiere saber que ha complacido a su dominante, quiere una señal tangible de su aprobación. “Buena chica” es como una caricia verbal en su cabeza. Si no le gusta eso, su cabeza no está en el lugar correcto para ser sumisa. No hay razón por qué deba ser. Si usted no quiere una de ellas, no lo sea. El país es libre).
De todos modos, como yo digo, es una cuestión de sentido común, la actitud de querer complacer por encima de todo. La actitud que dice, no es tan importante exactamente lo que él quiera hacerme o lo mucho que quiero que lo haga. Lo que es importante es que, de cualquier manera, lo hago y lo que es más, lo hago con mucha gracia, como andaluz zalamero. Sin poner mala cara, sin estar de mal humor, sin suspirar. Si lo hace es porque genuinamente quiero hacerla feliz. Luego, él sería un dominante muy mal educado si dijera: “Buena chica.”
Sé que algunas mujeres luchan un poco contra esto. Las primeras veces se les ponen los pelos de punta. Parece incompatible con el respeto que ellas sienten que les es debido, como una mujer adulta e independiente, a pesar de ser alguien que está dispuesta a aceptar la dominación sexual. Pero, un dominante nunca le pierde el respeto a su sumisa. Sólo que él lo expresa de una manera diferente y la forma en que responde a una mujer conocida en la vida ordinaria, no es la misma forma con que responde a su sumisa.

Esto puede llevar un poco de tiempo a acostumbrarse. Eventualmente, ella necesita tiempo para sacudirse su dignidad, su sentido del amor propio, su disposición a embridar cualquier falta de respeto. Ella necesita, literal y metafóricamente, acostumbrarse a estar de rodillas y estar cómoda con ello. Cuando ella lo está, cada vez que escucha “buena chica”, ella sabrá que lo ha hecho realmente bien. Y esa será su recompensa.

2 comentarios:

  1. Una caricia en la cabeza, escuchar que eres buena chica, saber que le agradas, como usted dice en sus relatos hacerla una mejor mujer, ... Que mas podría desear una sumisa que complacer a su Dominante y sentir que le complace, saber que cada día puede entregarse mas a El y el acariciara su lomo como una buena perrita, mmm es lindo ,,, que mas podría desear ???

    mia

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  2. Las sensaciones contradictorias y complementarias de ser una puta y una buena chica... Es lo que mas me atrae de este tipo de relaciones.
    Un saludo...
    María

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