Una de las fantasías
sexuales más comunes para muchos hombres y mujeres es “el trío.” Mientras que
la composición de los participantes puede variar, la propia fantasía, por lo
general, es siempre la misma. – una noche de placer sexual y la felicidad de
explorar posiciones eróticas no accesibles con sólo dos participantes. No hay
necesidad de detallar la miríada de posibles combinaciones. La industria del
porno y tu propia imaginación hiperactiva han hecho un trabajo mucho mejor
desarrollado de la taxonomía de estos tríos de lo que yo nunca hubiera
imaginado.
Sin embargo, para
muchos de los que actualmente tienen la oportunidad de estar con otras dos
parejas al mismo tiempo, la realidad de la experiencia es, con frecuencia,
menos erótica y sensual que la de sus fantasías. Mucho de esto tiene que ver
con el hecho de que a muchos de nosotros nos resulta un desafío muy agradable
cuando hay tres participantes. El sexo es íntimo y personal y cuando hay un
desajuste emocional entre los participantes (por ejemplo, si estoy muy cerca de
la pareja de uno, pero no a la inversa) se convierte en un desafío para
mantener el equilibrio.
Muchos, si no la
mayoría, de los tríos son formados por una pareja y una “tercera rueda.” La
pareja puede estar involucrada en una relación de larga duración y pudiera
estar, simplemente, buscando una tercera persona para añadir un poco de
“picante” a sus actividades sexuales. Por lo general, esto no es un problema,
si el trío es sólo para estar juntos una sola noche, pero, ¿qué pasa si la
relación de larga duración está siendo cuestionada? Tal posibilidad representa
un campo minado de peligros sexuales y emocionales. Dadas las tasas actuales de
divorcios, solo se puede asumir que la adición de una tercera parte y el
aumento de la complejidad de las dinámicas sociales, harán que la viabilidad de
la relación sea muy difícil. Por ejemplo, una de las partes puede sentir celos,
otra envidia, otra pudiera sentir inseguridad, otra pudiera sentirse alienada,
etc. Por lo tanto, mientras que el sexo puede ser grandioso, el potencial daño emocional
es sustancial. Tanto más, cuanto creo que la mayoría de las personas evitan
hablar de los tríos en el contexto de un compromiso a largo plazo.
Incluso en las
relaciones poliamorosas, estas complejidades están a la orden. Y ya que, en
realidad, no tenemos ninguna estadística para ayudarnos a entender lo bien que
funcionan estas relaciones, no puedo dejar de sentir que la mayoría de ellas no
tienen éxito o no llegan a su máximo potencial.
Por supuesto, algunos
tríos pueden tener éxito. Ciertas religiones permiten la poligamia que, al
menos, superficialmente ilusionan su viabilidad a largo plazo. Pero, incluso
aquí, sospecho que existen muchos temas y problemas. Nosotros no conseguimos
verlos. O, dicho de otra manera, cuando algunos de los participantes en dichas
relaciones se sienten atrapados, es probable que permanezcan en la relación,
incluso si no están satisfechos con ella.
Suena como si una nube
de silencio se apilara contra el trio. Muy pocos de ellos lo hacen más allá de
la primera aventura de una noche e, incluso, cuando lo hacen, es principalmente
por el sexo.
Mi creencia es que la
dinámica de la D/s puede ser la clave
para hacer este tipo de trabajo en la relación. La naturaleza de una relación
D/s parece proporcionar los fundamentos éticos y de conducta en los que basar
un trío viable y duradero.
En una comunicación al
respecto con una lectora, me comentó: “Yo
prefiero usar la palabra tríada en lugar de trío. Defino una tríada como tres
personas que funcionan como una unidad. Creo que esto describe mejor el tipo de
relación de la que estoy hablando.”
Quienes han leído mis
escritos saben que considero la honestidad, la confianza y la obediencia
requisitos críticos que se le exigen a una sumisa y para un Dominante considero
la honestidad, la confianza y la responsabilidad que sean críticas.
Por un lado, la
obediencia, por otro, la responsabilidad. ¿Pueden éstas, de alguna manera,
orientarse para hacer un trío con éxito? Más allá de esto, ¿puede el deseo de
la sumisa servir y encontrarse cómoda, y el deseo del dominante controlar y desarrollar,
de alguna manera, proporcionar un marco sólido en el que una tríada pueda
florecer? Buenas preguntas. Te lo haré saber tan pronto como me entere. Sin
embargo, lo que yo quiero decir, desde mi punto de vista personal, es que la
respuesta a ambas preguntas parece ser que “sí.”
La sumisa obedecerá, lo
cual significa que ella va a permanecer en la tríada, aún a costa de su propio
bienestar emocional. Por lo tanto, este debe ser equilibrado por la
responsabilidad del dominante para proteger a la sumisa, que puede ser un
desafío si el trío consiste en dos sumisas y un solo dominante. En primer
lugar, hay un deseo natural para disfrutar del servicio de las dos hembras. Las
posibilidades sexuales se vuelven más amplias y, por supuesto, no es la primera
gratificación del ego al tener dos bellezas a disposición de uno. Además, es
posible que el dominante pueda llegar a ser obsesivo acerca de la nueva hembra
y, por lo tanto, llegar a ser menos sensible al estado emocional de la otra
chica.
Así que, la vigilancia
también es obligatoria. Por lo tanto, en el control primario de la relación, el
dominante no puede permitir que su deseo se imponga sobre su responsabilidad.
Las decisiones difíciles pueden ser necesarias. Decisiones que pueden no
agradarle, pero que deben ser tomadas. Como mínimo, él necesita mantener una
comunicación constante abierta con ambas sumisas. Esto será un reto para todas
las partes. La recompensa no sólo será una relación más viable, sino que el servicio de las dos mujeres
centrará toda su atención en ser agradables, en lugar de distraerse con la
energía y el pensamiento negativo.
El equilibrio también
es crítico. Cada participante tendrá diferentes necesidades y deseos. A menudo,
estos estarán en conflicto y satisfacerlas puede parecer imposible. Sin
embargo, se puede hacer. La clave parece estar en permitir el desarrollo de la
empatía entre los participantes. Cada uno debe reconocer las necesidades del
otro y, al hacerlo, estar dispuesto a hacer concesiones. El compromiso es
inevitable, pero el dominante debe ser consciente de que las sumisas pueden
parecer que aceptan el compromiso, cuando en realidad todo lo que ellas están
haciendo es intentar agradarle a expensas de su propio bienestar emocional. De
nuevo, una comunicación abierta es la clave para evitar esta trampa.
Conclusión: creo que los tríos de larga duración son viables. Se pueden hacer para trabajar, pero requiere dedicación, confianza, empatía y compresión. Por otra parte, creo que el estilo de vida de la D/s puede proporcionar una base excelente para la creación de tríos viables, pero la responsabilidad para su mantenimiento está principalmente en las manos del dominante. Para aquellas personas que buscan alcanzar este equilibrio, deben estar preparadas para una buena cantidad de problemas emocionales antes de alcanzar el equilibrio, pero hay una gran recompensa cuando se consigue.
Conclusión: creo que los tríos de larga duración son viables. Se pueden hacer para trabajar, pero requiere dedicación, confianza, empatía y compresión. Por otra parte, creo que el estilo de vida de la D/s puede proporcionar una base excelente para la creación de tríos viables, pero la responsabilidad para su mantenimiento está principalmente en las manos del dominante. Para aquellas personas que buscan alcanzar este equilibrio, deben estar preparadas para una buena cantidad de problemas emocionales antes de alcanzar el equilibrio, pero hay una gran recompensa cuando se consigue.
No esta fácil esa decisión son muchos los riesgos se debe planificar bien y trabajar las emociones
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