La
ropa amontonada en el suelo. Los suaves gemidos femeninos fundidos con gruñidos
salvajes, mientras mis manos acarician y amasan y descubren nuevos territorios.
Mi cuerpo clavado encima del suyo, las inhibiciones desapareciendo de ella
mientras le quito los últimos restos de encaje que quedan en su cuerpo. Ya era
toda mía. Mente, cuerpo y alma.
Gruño
suavemente contra su oído, ordenándola que se abra para mí. Ella asiente, sus
piernas abiertas, permitiendo que explore y saquee la calidez y humedad
que evoco en su cuerpo destinado sólo para mí. Mis dedos se hunden y acarician,
llevándola cerca de su punto de ruptura. Su cara hundida en la almohada resiste
y golpea contra mi mano. Menguando, surgiendo, y dolorida por la liberación. Mi
calor corporal, mi susurro sin aliento contra su cuello suena lejano,
incorpóreo. “Córrete para mí, cielo, córrete para mí.”
Mi
nombre viola su labio al gemir. Ella quiere obedecer, necesita obedecer, pero
no antes de hacerme una demanda febril. Al echar un vistazo por encima de su
hombro, me gruñe: “Tus labios, necesito tus labios.”
Y
mientras mi boca cae sobre la de ella, y nuestras lenguas se alancean y se
baten, la catapulto hacia el abismo, y mis besos, tragándose sus gritos.
"Wuauuuuuu" (porque no sé que decir).
ResponderEliminarFeliz tarde.
Pues tienes toda la libertad del mundo para expresarte...cualquiera manera sera bien recibida...
EliminarLe felicito por su blog,una vez mas,cada domingo sus relatos me hacen sentir nuevas sensaciones y me transportan a lo que seria una relacion d/s ideal para mi...
ResponderEliminarPor cierto....no veo mejor manera que llegar al orgasmo pegada a la boca de la persona que te lo esta regalando.
vesta.
Me alegra saber que mis palabras tienen la fuerza para catapultarte hacia otra dimensión en tus aspiraciones por la D/s...
EliminarGracias por comentar...
Yo, al igual que "laprincesa solitaria",tampoco sé que decir.
ResponderEliminarCuando las cosas son tan hermosas solo queda dar las gracias.
Afortunada ella, la que ha sentido lo que expresa aquí con tanta realidad,que parece arrancarlo de la propia vida.
Afortunado Usted, que sintió tal cosa de forma tan bella.
Afortunados nosotros, que, al menos, leyéndolo tenemos -todavía- la esperanza de poder sentir algo parecido algún día.
Lidia.
Lidia, me siento afortunado con tus comentarios, al igual, que con los de las otras personas que comentan...
ResponderEliminarGracias a todas por vuestras palabrasa...
Suena... precioso.
ResponderEliminarEs un poco el principe azul de nuestros sueños de niña... en versión salvaje y palpitante.
Sin embargo, y hablo por mí, hay tantas otras cosas que se supone siente una sumisa que yo no siento...que no me nacen, que no me creo..
Que me pregunto si sigo en el cuento de cuando niña.
:)
Pero es realmente precioso lo expresado en la nota. Gracias por compartirlo, por hacerme soñar.
rarita
Sólo nacerán esas cosas que dices cuando tengas un dominante en tu vida...entonces, las sentirás, te las creerás y te darás que las fantasías de niña también, a veces, se hacen realidad...
ResponderEliminarGracias a ti, por seguirme...
Ben Alí
Smplemente maravilloso, asì es, las fantasìas a veces se hacen realidad. Gracias por escribir cosas exquisitas...Cin
ResponderEliminarNo sé... creo que no es tan fácil, o a mí no me lo parece.
ResponderEliminarNo me siento vainilla, no me siento sumisa...
A veces creo que soy lo que despectivamente en el mundillo se llama "sumisa que quiere dominación a la carta".
Aunque me temo, que la mejor de las sumisas... también va a la carta.
Discúlpame por utilizar este espacio para reflexionar y para expresarme. Aunque.... bueno, me das pie.
:)
rarita
Pienso que todas las sumisas tienen una dominación a la carta. Por muy definida que tenga su personalidad el dominante, siempre una parte de nosotros se amolda al carácter y personalidad de la sumisa.
EliminarSiéntete libre para reflexionar y expresar cuanto quieras en mi blog...
Buen día