Te poseeré hasta que estés despellejada de placer.
Te llevaré conmigo y trataré de doblegar tu voluntad a la mía. Tiraré de tus
cabellos e incrustaré mis uñas en tu espalda y la sangre no detendrá tu placer.
Sentiré tus muslos y violaré tu cuerpo. No habrá amanecer en el crepúsculo que
buscamos y miraré a tus ojos y acariciaré tu espíritu en la sumisión.
Aprovecharé ese momento para engullirte en mi lujuria y abrumar tus sentidos
con un éxtasis total y puro.
Te
empujaré hacia la siguiente barrera del dolor, en el nivel del placer, porque
no sabes nada. Porque sólo conoces la fuerza de mi sexualidad sobre tu cuerpo.
“Soy
prisionera de su pasión. Usted tiene la llave,” me dijiste.
Saludos Sr. Ben Ali
ResponderEliminarMuy intensa reflexión y llena de un sadismo sutil. Una forma de poseer llena de pasión. Muy hermoso.
Aveces pienso que las barreras no deberían existir. Y despu♪0s pienso que por eso necesito un dominante. Porque soy una descrontrolada.
ResponderEliminarA.
Cada palabra me hace suspirar... no sé si dentro de mí realmente existe una masoquista, o es sólo que sus letras me hacen soñar y desearlo...
ResponderEliminarCindy
No sé si realmente dentro de mí se esconde una masoquista o es que sus palabras me incitan a soñar e imaginar tan bellos paisajes y me hacen desearlo...
ResponderEliminarcomo siempre, exquisito.
Cindy