Ella está de pie en la
ventana, mirando hacia fuera. Me pongo detrás de ella.
“No te muevas,” le digo.
Estoy lo suficientemente
cerca para que pueda sentir mi aliento
en su mejilla. Pongo mi mano alrededor de su cintura y empiezo a acariciar su
vientre. Siento su carne caliente a
través de la fina falda de verano y su escasa ropa interior. Deslizo mi mano
más abajo, presiono sobre su monte púbico. Poco a poco subo su falda hasta su
cintura. Deslizo mi mano hacia abajo por la parte delantera de sus bragas y
cojo su coño. Inclino mi cabeza y cojo el lóbulo de su oreja con mis dientes.
Lo muerdo, con suavidad al principio, y luego, más fuerte. Ella jadea.
“Shhh,” le digo.
Le acaricio el coño,
apretando, tirando. Empujo un dedo hacia su interior. Ella está húmeda. Puedo
mover mi dedo alrededor, dentro y fuera, fuera y dentro. Acerco mi otra mano
hacia su boca, presionando mi dedo corazón contra sus labios.
“Mójalos,2 le digo. “Lo
voy a meter en tu culo.”
Ella chupa el dedo en
su boca con avidez. Lo saco. Llego a la parte posterior de sus bragas,
empujando entre sus nalgas. Entonces, fuerzo mi dedo en su ano que está un poco
apretado. Ella gime. Posiblemente porque necesita algo de lubricación. Esta
seco. Empujo el dedo un poco más. Ahora
está penetrada por su ano.
“Bájame por detrás la
cremallera,” le digo.
Hace lo que le ordeno.
“Sácala,” le digo.
Introduce su mano y
saca mi polla.
“Mastúrbame, quiero
correrme encima tuya.”
Me mueve la polla. Ella
sabe cómo me gusta que lo haga. Lo hace bien. No tarda mucho. Mi semen estalla
sobre su falda y bragas. Me rozo contra ella, para limpiar las últimas gotas de
mi polla.
“¿Te quieres correr
también?” le pregunto.
Ella asiente con la
cabeza. Saco mis manos del interior de sus bragas y subo mi cremallera.
“Si eres buena, quizás,
un poco más tarde.”
Corto, sin adornos, pero sumamente excitante.
ResponderEliminarMis saludos.