miércoles, 25 de mayo de 2011

Dolor erótico más intenso

Para muchas mujeres, el spanking que he descrito en el post anterior es posible que lo consideren muy suave y, de seguro, desearían algo mucho más intenso. No todas las mujeres tienen este deseo de más intensidad y la respuesta de cada una es diferente. Lo que ellas reciben un día, no pueden ser capaces de conseguirlo al siguiente. Todo depende de su estado mental, emocional y físico a la vez. Parece que es normal de que la sumisa contra más profundamente se encuentre en el subespacio, más puede controlar.
Este es un tema que el dominante necesita hablar con mucho detalle con su sumisa y explorar muy despacio y con cuidado. Yo no entraría en este asunto sin una palabra de seguridad, como una señal para cuando la sumisa se esté acercando o haya alcanzado sus límites, pues es algo que el mismo dominante necesita averiguar.
He aquí un extracto de una conversación que habla un poco de cómo la percepción del dolor varía para cada sumisa.
“¿Por qué disfrutas con el dolor?” le pregunto.
“Yo no lo experimento como dolor. De alguna manera, las neuronas se cruzan y lo que comienza como dolor llego a interpretarlo como placer.”
“¿Incluso cuando es muy severo?” Insisto.
“Especialmente cuando es muy fuerte… El permitir que sea muy severo parece que acelera la transmisión al placer. Un spanking suave no es tan placentero como un azote fuerte, a menos, que yo sepa que va a seguir con un azote severo. Yo “siento” el dolor en mi culo, pero, a la vez, viaja a mi cerebro y este lo“siente” fuerte. Solamente cuando es realmente fuerte, yo sé que realmente he renunciado al control. Me gusta sentir que mi spanker está interesado por mí en su corazón, así como percibir su propio placer…”
Si tienes dificultad, como Dominante, en crear la intensidad de la sensación que tú sumisa desea, he aquí algunos pequeños detalles que te pueden ayudar:
Primero, ve a tu propio ritmo. Es siempre mejor hacer menos que más. Vigila sus reacciones a lo que estás haciéndole. Comprueba lo húmeda que está… aunque ella no pueda ser capaz de comunicarte verbalmente esto, a la vez, vigila el lenguaje de su cuerpo y escucha el tono de sus gemidos. Si ella se está poniendo más predispuesta a los azotes del cepillo, puede ser que ella verbalmente no diga que quiere más.
Algunas mujeres tienen la habilidad de llegar al orgasmo mientras están recibiendo una intensa sensación producida al ser azotada con una fusta, sin ningún tocamiento sexual. Una vez que compruebes cuán intensamente placentero son  para ellas, debes estar mucho más relajado con lo que está sucediendo. Después de todo, la meta aquí es el placer de ambas partes. Todo debe ser consensuado y nunca deberás hacerle a ella ningún daño corporal, salvo algunas marcas en tiras o moratones que, probablemente, le gustarán y los mostrará como prueba de su sumisión a ti y el orgullo de saber lo que recibió para conseguirlos.
He aquí una idea sobre la creación del dolor erótico. Si a tu sumisa le gustan los azotes, intenta colocarla de espalda con sus piernas bien abiertas. Arrodíllate a su lado y use tu mano, dale algunos azotes suaves en su pubis y su vulva. (Si ella está rasurada, esto es incluso mejor) Empieza suave y aumenta la intensidad poco a poco. Comprueba su reacción. Puedes descubrir que una combinación de azotes fuertes, seguidos de algunos rápidos y más suaves sobre su vulva y clítoris puede dar lugar a un orgasmo intenso para ella.
Las pinzas para los pezones son, generalmente, los primeros elementos que deben ser colocados al inicio de una sesión. Si son regulables, puede regularse su mordedura conforme su excitación aumenta. Hay algunas diseñadas que tienen unas campanillas unidas a cada clip, que son un recordatorio maravillosamente erótico de que ella es tu sumisa de placer.

2 comentarios:

  1. Cuestión de conocerse... todo es cuestión de conocerse y siempre hablar ;)
    Cariños.

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  2. Así es sweet, observo que captas muy bien el espíritu de mis post...

    Saludos

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