Estamos chateando por
Internet. Puedo verla y oírla. La conversación es relajada, inconsustancial. De
pronto, me cambio al modo de dominante.
“Quítate la camisa.”
A ella, le pareció este
rápido cambio super excitante.
“Y ahora, el sujetador.”
Mientras, la miro
durante un rato. Ella sabe que no debe decir nada.
“Las tetas,” digo
Es verdad, son bonitas,
firmes, redondas y con los pezones rosados.
“De acuerdo, digo, ve a
la cocina y coge unos cubitos de hielo y media docena de pinzas de la ropa.”
Ella regresa pronto.
“Tú sabes que el hielo
es para… ¿no?2
“Creo que sí.”
“De acuerdo, frótate tu pezón derecho con un
cubo de hielo.”
Ella lo hace. La miro
intencionadamente. Puedo ver cómo su pezón se pone tieso.
“Ahora, el otro.”
Ambos pezones están
ahora duros e hinchados.
“El dolor es peor
cuando están fríos, ¿verdad?”
“Sí, señor, creo que
será.”
“Y ¿sabes que va a
haber dolor, no?”
“Sí,
señor, lo sé.”
“De acuerdo, dos pinzas
en el pecho derecho, una a cada lado del pezón.”
Ella sabe cómo
colocarlas, horizontalmente, la parte plana contra el pecho. Observo mientras
ella se los pinza con cuidado.
“¿Duele algo?”
pregunto.
“Sí, señor.”
“Bien, esto es solo el
principio. Vendrá algo peor.”
Ella no replica.
“Ahora, dos pinzas en
la otra teta.”
La miro cuando lo ha
hecho, admirando la simetría.
“Más hielo en cada
pezón,” digo.
La miro mientras hace
esto. No hay emoción en mi cara. No permitiré que vea lo mucho que me excita
esto.
“Ahora, vamos a la
parte más dura,” digo
Aspira en profundidad.
“No te gusta esto,
¿verdad?”
“No, señor, no.”
“¿Realmente, no
disfrutas del dolor, verdad? No eres una de esas putas del dolor suave que
nunca tienen suficiente.”
“No, señor, no lo soy.”
“¿Solo vas a hacer esto
porque te lo ordeno? Entonces, ¿no hay ningún placer físico para ti con esto?”
“Sólo el placer de la
obediencia.”
“¿No te humedeces?”
“No
lo sé, señor.”
“Algunas mujeres dicen
que cualquier cosa que se les haga a sus tetas viaja hacia su coño.”
Ella guarda silencio
“Pídeme si puedes
ponerte las pinzas en los pezones.”
Hay una pausa. Espero
pacientemente.
“Por favor, señor,
¿Puedo ponerme las pinzas en mis pezones?”
Hago que ella espere la
respuesta. “Un poco más de hielo,” digo eventualmente.
Ella cumple.
“De acuerdo,” digo, “es
la hora. Hazlo.”
Ella se pone una pinza
en su pezón derecho para que se mantenga tieso. Oigo su grito de asombro.
Luego, se coloca la pinza en el pezón izquierdo.
“¿Duele?”
le pregunto.
“Sí,
señor.”
“¿Poco
o mucho?”
“Mucho,
señor.”
“Bien, digo, ¿Quieres
quitártelos ahora?”
“Si, señor.”
“No todavía,”digo. Voy
a disfrutar mucho.
Ella se sienta en
silencio. Puedo ver pequeñas gotas de sudor en la ceja y labio superior.
“Introduce tu dedo en
tu coño y ve si está húmedo,” le digo.
Ella lo hace. Mantiene
fuera su dedo para mí. Puedo ver que brilla. Ella puede odiar el dolor, pero,
de todas las maneras, tiene su efecto.
“Pide si puedes
quitártelas ahora,” digo.
“Por favor, señor,
¿puedo quitarme las pinzas?”
Durante un rato, no
digo nada. Solo la miro.
“Lo has pedido muy
bien,” digo.
“Por favor, señor, por
favor, ¿puede permitirme que las quite?”
“No,” le digo.
Nos sentamos en
silencio.
“Ruega,” le digo.
“Por favor, por favor,
por favor, señor, se lo ruego, el dolor es tan malo, por favor, ¿puedo
quitármelas ahora?”
“Tengo la impresión,”
digo,” que después de un rato, el dolor disminuye. Usted empezará a aliviarse.
“No se, lo notaría
usted,” contesta ella rápidamente.
“Puede quitárselas,”
digo. “Haga lo que quiera.”
Rápidamente, ella se
quita las pinzas de su pezón izquierdo.
“Me parece que uno está
más dolorido que el otro. Cuando los dos pechos están pinzados el dolor rompe
el equilibrio.”
Ella no dice nada. No
parece estar convencida con esta teoría. De cualquier manera, es doloroso.
“Sólo tienes que mover
la pinza con tus dedos, gírala un poco, pero asegurándote que no se salga.”
Ella hace una muesca
cuando lo hace.
“Qué buena eres, estoy
encantado contigo.”
Ella intenta sonreír.
“De acuerdo, quítate
todas las pinzas ahora.”
Cuando se las hubo
quitado, le aconsejó que se frotara sus pezones suavemente.
“¿Piensas que he sido
cruel?”
uffffffffffffffffff
ResponderEliminarel ufffffffff no significa que me haya parecido cruel más bien lo contrario se yo de juegos con pinzas y pezones mucho más "crueles".
ResponderEliminarY un pequeño apunte, "modo Dominante".....
Un saludo
Ignoro si esa conversación es real o ficticia, pero no creo que sea cruel esa manera de poner pinzas,como bien dice shurime, las hay mucho mas crueles, eso si, desde mi rol Dominante, prefiero llamarle senos, quizás porque soy más de la vieja escuela, y sútil.
ResponderEliminarSaludos.
Una puntualización se quitó las pinzas de sopetón? Yo creía que se debía hacer una a una y muy suavemente.
ResponderEliminarshurime, más que crueldad, tú lo has definido muy bien, es "modo Dominante."
ResponderEliminarFeliz día
Maiko, no he dicho que sea cruel, solamente se lo pregunté. Por supuesto, que hay pinzas mucho más "crueles" y son las que prefiero...en cuanto a llamar senos en vez de tetas, la dinámica del diálogo, bajo mi punto de vista, impuso ese término...soy también de la vieja escuela y como observarás en mis escritos soy bastante sutil cuando el tema lo requiere...
ResponderEliminarBuen día...
Maiko, se quitó las pinzas con el mismo ritmo de la conversación...me gustan las sesiones pausadas, sin prisas, con cadencia, observar los gestos y expresiones de la sumisa y, sobre todo, controlándola...
ResponderEliminarUn abrazo
La crueldad es un concepto relativo como todos los conceptos abstractos, y la percepción del grado de crueldad dependerá de los límites de la sumisa y de su resistencia al dolor...
ResponderEliminarUn saludo señor Ben Ali y feliz día.
Dulce{Adriano}
Supongo se lo preguntó a ella, verdad?
ResponderEliminarDe ser así, me daría curiosidad saber cuál habrá sido la rpta ;)
Sweet, dijo que no. ¿Complacida?
ResponderEliminarFeliz tarde
Relájese...
ResponderEliminarYa no meto mis naricitas ;)
aclaración: "modo Dominante" = comillas = sarcasmo.
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