domingo, 16 de septiembre de 2012

Azotes y ser azotada


Una cosa buena de las fantasías es que puedes ser lo que tú quieras ser. Si yo quiero ser un hombre azotando a una mujer, puedo serlo y si quiero ser la mujer que está siendo azotada, puedo elegirlo también. Al igual que, puedo ser un alienígena o un aeroplano.

Tengo que admitir que el spanking es interesante desde ambas perspectivas. El azotar a una mujer es una idea irresistible, tenerla sobre mi regazo y dejar caer una lluvia de azotes directamente sobre su trasero desnudo.

No sé cuánto tiempo la estuve azotando, pero fue durante un buen rato y ella se resistía y retorcía en mis manos, mientras el cepillo del pelo, de madera, golpeaba su piel desnuda. Me sentía feliz, excitado y lo disfrutaba. No sabía ni me imaginaba que azotar a una mujer en su culo, fuera tan divertido. Dejé de pensar que yo debería ser indulgente con ella. Quería ver y oír el golpe del cepillo sobre su piel sensible y sentir su dolor. Ella estaba allí para mí y yo disfrutaba azotándola y sólo me preocupaba de su satisfacción por ser azotada. Su dolor era una parte de ello, pero no existía ninguna sensación de querer hacerla daño. No había rabia ni odio, solo alegría y júbilo. Su dolor era mi deseo, pues lo hacía por mi lujuria, la de ella, por el ruido de los azotes y por su visión.

Me dí cuenta que ella había dejado de luchar y se quedó quieta en mi regazo para seguir siendo azotada. Su cuerpo se retorcía cuando el cepillo golpeaba su culo, pero ella parecía aceptar el dolor y se lo llevó consigo por mucho que intentara evitarlo. Continué durante un rato más sin querer parar, pero después de algún tiempo, me sentí cansado y pensé que, en realidad, ya había recibido bastante.

Al mismo tiempo de ser azotada, el someterse a la crueldad de ser azotada es muy excitante también, tal vez, aún  más. La idea de entregarse al castigo, sin controlar el poder proyectado sobre su persona, con alguien que usa ese poder para hacerla sufrir, es algo terrible – terrible, pero bueno.

“¡Levanta tus caderas!” Le dije. Ella sabía para qué era esto, lo cual era mucho más  degradante. Hizo lo que la dije y sintió mis dedos entre la cinturilla de sus bragas. Con cuidado, las deslicé hacia sus rodillas y, de pronto, estaba casi desnuda. Este ritual lo había conocido antes una vez  y ahora, que estaba medio desnuda, bocabajo sobre mi regazo. Yo estaba, por supuesto, completamente vestido y ella sentía la tela de mis pantalones contra su piel desnuda. Esto la hacía sentirse aún más vulnerable que antes. Ella era simplemente una mujer medio desnuda en el regazo de un hombre, a punto de ser azotada y el desequilibrio, entre el estar yo vestido y ella semidesnuda, la hacía sentirse aún más humillada. Por extraño que parezca, ella encontró este sentimiento de humillación muy adecuado. Iba a ser castigada y la humillación era, también, parte de su castigo.

Yo no dije nada cuando cogí el cepillo que estaba junto a mí sobre una mesa pequeña. Pero ella, al verlo, sintió un escalofrío que recorrió su cuerpo y, por ello, se sintió traicionada, disimulando lo avergonzada que estaba.

Esto es una diatriba y para ser honesto, no estoy seguro de lo que estoy tratando de decir, tal vez, que he encontrado la idea de dar unos azotes a alguien que quiere y no puede…Es el milagro de las fantasías

6 comentarios:

  1. quererlo todo es como complicado no? ahoga.

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  2. Los hechos tienen un límite, las fantasías no.

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  3. Benditas fantasías, muy buen delirio, me encantó, te sigo xD

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    1. Bienvenida a este blog y gracias por tu seguimiento...

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  4. una sesión, en la, que,su voz autoritaria te ordena desnudarte, te sientes humillado al tener que hacerlo, en tanto contemplan tu cuerpo y eres consciente de lo que te espera.
    Una sesión, en la, que, eres azotado encima de sus rodillas y sientes el dolor y el cambio de temperatura en tu culete y muslos.
    Una sesión, que, finaliza castigado de cara a la pared, en tanto que, sientes su mirada recorriendo tu cuerpo una y otra vez, es algo inolvidable, es algo que deseo con locura.

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  5. Afortunadamente, hoy en día, es mucho más fácil realizar las fantasías personales que en tiempos pasados...siempre encontrarás un Spanker dispuesto a poner tu culo con el color debido y el picor adecuado para que lo recuerdes...

    Suerte,

    Ben Ali

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