Nadie puede negar que hay mucha pornografía desagradable, porno que
tolera e incluso provoca la violencia contra las mujeres. No me gusta eso y me
gustaría que no existiera, aunque dudo de que la prohibición sea la respuesta.
Pero, cada vez que leo una campaña contra esto, me pregunto si, de verdad, saben
de lo que están hablando o si han pensado en profundidad sobre ello.
Recientemente, leí en la prensa una entrevista con Gail Dines, que
aparentemente es la activista más anti porno del mundo. Esto es lo que ella
decía:
Como resultado de su investigación, Dines cree que la pornografía está
impulsando a los hombres a cometer actos de violencia contra las mujeres. “No
estoy diciendo que un hombre lea y vea porno y salga a violar a una mujer,”
dice ella. “Pero, lo que yo sé, es que la pornografía da permiso a sus consumidores
para tratar a las mujeres tal como son tratadas en la misma.” En un reciente
estudio, el 80 % de los hombres dicen que el único acto sexual que más les
gustarían realizar, es eyacular en la cara de una mujer. En 2011, un comentario
en la revista Jezbel, incluyeron a un número de mujeres que decían que, en la
primera cita, ellos habían experimentado eyacular en la cara de ellas sin
preguntar y por sorpresa.
Aquí, dos cosas me parecen problemáticas. La primera es la forma en la
que el argumento se mueve sin ninguna distinción o sutileza y la violencia
(como en una violación) al correrse en la cara de una mujer. Ahora bien, creo
que eyacular en la cara de una mujer sin preguntárselo o sin estar preparada
para ello, son maneras extremadamente dañinas. ¿Es violencia? Las mujeres que
han experimentado la violencia real en las manos de hombres maltratadores
(golpes fuertes, heridas, huesos rotos) les pudieran parecer este acto jocoso.
Existe también una asunción (ya sea deliberada o negligente, el tema no se
sostiene por sí mismo) puesto que correrse en la cara de una mujer es
inherentemente desagradable, algo que los hombres solamente hacen porque lo han
visto en la pornografía y, por eso, sienten que tienen licencia para degradar a
las mujeres y que es algo que ninguna mujer pudiera desear.
Esa no es mi experiencia. No estoy diciendo que todas las mujeres
quieran siempre esto o, incluso, que la mayoría de ellas lo deseen la mayor
parte de las veces. Pues, muchas mujeres parecen encontrarlo, no solamente
aceptable, sino, incluso, placentero. Y, sospecho firmemente que la gente
estaba haciendo esto mucho antes del surgimiento del mercado masivo de la pornografía.
Es verdad, que sucede mucho en el porno, en parte por la necesidad de mostrar
en la realidad que el hombre se corre (imposible demostrarlo si eyacula dentro
de ella) y que esto es, por lo tanto, un acto real, no simulado. Y, tal vez, su
frecuencia en la pornografía haya hecho que sea una práctica más común entre
las parejas que lo consienten. Pero, si es así y, si les gusta, yo diría que es
una buena cosa. La pornografía tiene efectos beneficiosos y perjudiciales.
Creo que los que estamos en el estilo de vida de la D/s, somos
especialmente propensos a sufrir esta clase de pensamientos confusos. Yo
estaría dispuesto a apostar que la Sra. Dines culpa a la pornografía de la
prevalencia de los azotes y que esto se aduce como prueba del aumento de la
violencia contra la mujer. Y creo, que todos nosotros sabemos cómo nos sentimos
sobre este tema, ¿no?
Podríamos estar debatiendo sobre este tema horas y nunca nos pondríamos de acuerdo, aunque por otra parte soy contraria a los debates, creo que no sirven para nada.
ResponderEliminarA mí la pornografía no me va, no me excita y me aburre bastante la verdad, pero jamás la prohibiría y no estoy nada de acuerdo en que incite a la violencia. En los países que más violencia se ejerce sobre las mujeres son los que menos acceso tienen a la pornografía y por supuesto los más subdesarrollados, y no olvidemos que hay gente mala por naturaleza, algunos se vuelven malos por las circunstancias, pero otros simplemente son así, y harían lo que hacen simplemente por vicio y porque se lo pide el cuerpo.
Lo que más me fastidia es que siempre tiene que haber señoras y señores que te dicen lo que tienes que hacer, ver o pensar… Hay tanto parlanchín suelto!, y me imagino que ninguno de ellos se ha parado a charlar con las víctimas, y las y los que sufren violencia (que también los hay), ell@s son los únic@s que saben con exactitud el significado de esa palabra.