Recientemente, he leído muchos
blogs de sumisas. En todos, siempre les he echado un vistazo a los perfiles de
sus protagonistas con el fin de comprenderlas mejor, quienes era, de dónde venían,
qué las motivaban hacer preguntas y ofrecer sus comentarios. Después de un tiempo, no he podido evitar el dejar de
clasificarlas en varios grupos.
Uno de estos grupos, son
mujeres normales y sus objetivos es encontrar a
su otro “Yo” o si los han encontrado ya, dejarles bien claro a cada uno que
ellas sólo se someterán y servirán a su Dominante o Amo o marido actual. Se
hacían muchas declaraciones de amor y lealtad.
No quiero denigrar a esas
personas, pero al leerlas, me han llevado a hacerme a mí mismo muchas preguntas.
Esas mujeres que se declaran a sí mismas únicas y sumisas y están buscando a su
“otra pareja,” ¿están buscando la liberación de sus “cadenas” que proceden de
la satisfacción de su naturaleza o, simplemente, están buscando a alguien para
convalidar su valor como ser humano? Después de todo, un caso pudiera ser que
si un hombre acepta a una mujer como su sumisa o esclava, entonces, ella debe
tener algún valor. En este sentido, ser sumisa o esclava es una validación.
También, ¿están ellas contemplando la relación Dominante/sumisa como otra
manera de decir Esposo/esposa?
Por lo tanto, podría ser que
existan ciertas mujeres que bajo el pretexto de declararse a sí mismas
preparadas para ser la perfecta sumisa para un hombre. ¿Están ellas buscando
secretamente una manera de manejar sus propios problemas sobre su autoestima,
su propio valor y su propia imagen, etc.? Esto no me parece muy exagerado, ya
que sospecho que, esto ocurre siempre en el mundo vainilla. Sólo que en ese
mundo, en vez de sumisión, se habla de amor y matrimonio. Si un hombre le dice
a una mujer que la ama y desea casarse con ella, entonces, ¿esto no convalida
la dignidad de la mujer?
Las personas que siguen de mi
blog desde hace bastante tiempo, probablemente, serán capaces de adivinar mi
propia opinión sobre este asunto, pero, este no es realmente el problema. Mi
preocupación es que demasiadas mujeres puedan estar recurriendo a un estilo de
vida de la D/s, no como un medio de satisfacer su naturaleza, sino, más bien,
porque dependerían de otro para hacerlo conjuntamente.
Como siempre, he sostenido que
la sumisión es parte de la naturaleza de una mujer y si acepta esa naturaleza,
entonces, no requiere ninguna convalidación. Además, la satisfacción no
requiere al “Otro,” dado que el servir a alguien puede ser y es, de por sí, una
satisfacción. Por ejemplo, he visto que una sumisa que me escribe sirve a un
hombre y a una mujer. Ella no lo hace porque necesite su aprobación, sino más
bien, porque esto es lo que ella es en realidad. Se siente bien justo cuando
está sirviendo. El servicio no tiene que ser sexual. Puede ser cualquier cosa,
desde servir una bebida, realizar una misión para otra persona o, simplemente,
ver lo que ella necesita hacer para otra persona y lo hace. Esas sumisas no
están sola en esto. Cada mujer que he asesorado (bueno, casi todas), lo han
sentido de la misma manera. Otra maravillosa mujer que conozco, tiene su propio
eslogan: “Alegría a través del servicio.” Yo no lo podría definir mejor. Aquí
hay una mujer que conoce y acepta su naturaleza y no busca nada más que una
oportunidad para satisfacerla.
Lo que busca la sumisión es la
liberación de las “cadenas,” de las que he hablado varias veces, es lo que la
sumisa busca. La oportunidad de ser ella misma. La oportunidad de comportarse
de una manera que sea consistente y coherente con su propia naturaleza
interior, en lugar de vivir limitada por los dictados que le “impone” la
sociedad. Esta es una liberación que siempre he promovido, a nivel personal,
durante años. Sin embargo, la búsqueda de la sumisión como una forma de
demostrar el valor de una persona está condenada al fracaso. La sumisión no
vive en una relación, no depende de la aprobación de otra persona. La satisfacción
no es posible sin un sentimiento de victoria por haber encontrado a la “otra
persona adecuada.”
También debo señalar que hay
muchas sumisas muy experimentadas que están, de hecho, buscando a su “otro
hombre.” Pero veo esto como otro caso diferente. La sumisa con experiencia
conoce su naturaleza, sabe lo que ella está buscando y sabe lo que va a
satisfacer. No busca a otro hombre para que la valide, sino porque sabe que ha
llegado a una etapa en su vida con la suficiente madurez y experiencia para comprender
las ramificaciones de una relación a tiempo completo. Busca a su otro Dominante,
no para su convalidación, sino con el propósito de la entrega final que la
lleve a su definitiva liberación.
¿Validación?, ¿quién necesita validación?, creo que desde el momento en que necesitas demostrar o sentir tu valía en base a que alguien te la proporcione, ya vamos por mal camino.
ResponderEliminarLos matrimonios como le llamas "vainilla", tienen su propia idea de lo que es su vida en común, no siempre se logra pero se intenta.
La sumisión no creo necesite valía de alguien, si la sumisa no tiene la suficiente capacidad para saber que sola o acompañada es importante, si su autoestima no está equilibrada, creo que más que ser reconocida debe hacer un análisis profundo y en base a eso saber el camino que debe seguir.
Lo importante es si eres sumisa o no, tener claro lo valiosa que eres y el rol que desempeñes debe ser bien definido y con tu autoestima sana.
Un saludo Ben Ali