Recientemente, una sumisa me
preguntó cómo podía probar sus límites sexuales y masoquistas. Por un lado, había
tenido muchos pensamientos oscuros, llenos de gritos y dolores. Estos
pensamientos la excitaban muchísimo y tenía miedo de adentrarse en esos laberintos
porque la asustaban.
Ella quería probar sus límites, ser presionada hasta el
mismo borde de su resistencia y se preguntaba cómo podría hacerlo. Incluso, si
podía llevarlo a cabo por sí misma vía masturbación, las fantasías o viendo
películas o vídeos de D/s y BDSM extremos. Quizás, pudiera probar sus límites
mediante la lectura de las historias de otras sumisas y detectar qué la excitaba.
Sin embargo, esto la confunde, ya que, por un lado, le resulta muy excitante
leer sobre ello, pero, su mente la está diciendo que no hay maneras de que ella
pueda hacer estas cosas algún día.
Hummmmmm…
Para empezar, no creo que esto
sea algo que una persona pueda hacer por sí misma. Como es tratar de contener
la respiración hasta morirse. Simplemente, esto no funciona. Las fantasías, la
masturbación y los límites de los demás son muy interesantes e, incluso, pueden
inspirarnos, como los tiempos, pero, difícilmente, nos pondrán a prueba. Más
bien, nos pueden apuntar a las direcciones hacia dónde deben ser encaminadas,
pero no pueden decirnos cómo reaccionaremos en una situación real. También, si
uno está haciendo cosas por y para sí mismo, es difícil sentirse muy
presionado. Por eso, se requiere a otra persona.
Veo dos posibles soluciones
para encontrar a esa otra persona. Primero, si una sumisa tiene una pareja dominante, ésta podría ser la
que presione. Es evidente que la sumisa tendrá que abrirse y exponer sus deseos
para que su pareja pueda diseñar una sesión adecuada para poner a prueba sus
límites. Ésta sería la solución más fácil. Pero, tal vez, no sea la mejor ni la
más segura. Una segunda idea es encontrar a alguien que sea un experto y que les
dé el empujón. Ciertas actividades lúdicas bordean los límites, (azotes con
látigo, las pinzas, etc.) y son llevadas a cabo mejor por una persona con
experiencia. Este experto no solamente ayudaría a impulsar a la sumisa hacia
sus límites, sino que también ayudaría a entrenar a la pareja dominante. Por lo
tanto, ambos saldrían beneficiados.
Solamente hay una manera de
descubrir los propios límites y es ponerse a prueba la misma sumisa. Sólo al
hacerlo así, podrá ser una experiencia real y, por lo tanto, se puede conseguir
el saberlo. Mis sugerencias es seleccionar una zona en particular a explorar
(juego excitante, sexo duro, estimulación, etc.) y decidir cuál es la mejor a
experimentar. Si tienes pareja, intenta usarla, si fuera posible, claro. De lo
contrario, busca a alguien que sepa cómo hacerlo.
Siéntete segura y diviértete.
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