“Es
una tarea difícil conseguir la dominación sexual correcta. Si vas demasiado
lejos, tu pareja se puede sentir devastada y si no la llevas lo suficientemente
lejos, puede sentirse defraudada. La dominación es menos popular de lo que la
gente generalmente se imagina, puesto que conlleva muchas responsabilidades.” Del
libro, “Una defensa del masoquismo,” de Anita Phillips.
Las mujeres
sumisas suelen sufrir una serie de ansiedades. Una de ellas es el miedo a que
su dominante pueda ir demasiado lejos y que la excitación sexual pueda
convertirse en un frenesí sexual. Es un asunto serio si un dominante pierde el
control. Es por eso que, las drogas o el exceso de alcohol no se deben mezclar
con la D/s. Si usted se deja llevar, es probable que lo estropee todo. No digo
que sea esencial una sobriedad total. Reconozco que he bebido una o dos copas
antes de alguna actividad de azotes. Pero, no me gusta sentir que no tengo el
control, tanto de mí mismo como el de ella. Para mí, el control es fundamental.
Hay
otro temor que una mujer sumisa suele tiene. Que no vaya a ser capaz de recibir
lo suficiente de él. Tal vez, ella piense que no es lo suficientemente sumisa o
no lo suficientemente puta del dolor y que él pueda llegar a pensar que ella es
un pelele. Es verdad que las mujeres varían mucho en su capacidad para absorber
dolor y es también el caso de que la misma mujer puede variar, de vez en cuando,
en lo que ella puede soportar: Si él no consigue que ella esté en un estado de
ánimo adecuado o si no es el implemento apropiado para ella (las mujeres pueden
ser sorprendentemente exigentes con lo que ellas prefieren. Una mujer que tema
al cinturón pudiera dejar que la azotaras con un flogger de cuero). Y, por
supuesto, cualquier día del mes puede afectar también a su susceptibilidad al dolor.
Sin
embargo, es mi creencia que tales miedos a decepcionarle, suelen ser
infundados. Si un dominante es comprensible y sensible, sabrá que no es
objetable cuántos azotes le llegará a dar y con qué grado de fuerza. Se trata
de cuántos son buenos para esta mujer en particular. Si usted puede llevar a
una mujer hasta su límite e incluso persuadirla para que vaya un poco más de lo
que ella piensa que es su límite, entonces, usted ha logrado saber exactamente
lo que ella quería. El hecho de que otra mujer pudiera recibir más, es
irrelevante, porque el efecto en la cabeza de las mujeres es el mismo: ella se
somete a usted por completo, puesto que ella se entrega totalmente.
Pero,
hay otra preocupación más que las mujeres tienen y es una que es lo suficientemente
real - a pesar de que una mujer sumisa pudiera preguntar si es correcto para
ella el pensar de esta manera -, puesto que su rol es de complacer, no de
demandar. Algunas veces, ella teme que pudiera estar decepcionada, que no
pudiera conseguir lo suficiente. Creo que esto puede suceder, a veces, con
personas que son nuevas en la D/s. El dominante es un tipo agradable, le gustan
las mujeres, quiere azotarlas, seguro, pero también quiere cuidarla y estar
seguro de que ella lo disfruta, puesto que ello le permitirá hacerlo otra vez.
Por lo tanto, él se echa atrás, tiene miedo de que si va demasiado lejos, ella
salga corriendo y gritando y nunca la verá otra vez.
No
hay duda de que algunas mujeres quieren los azotes realmente fuertes. Quieren
sentir la quemazón, quieren sentir la intensidad caliente del dolor filtrándose
en sus partes vitales, donde pueda misteriosamente mutarse en placer. Ellas
quieren ser presionadas. Quieren sentir su poder; tal vez, en cierto sentido, quieren
que él vaya demasiado lejos. Pero, este, temeroso de las consecuencias, se
mantiene por sí mismo en el control, por lo que ella no consigue exactamente lo
que esperaba. Es muy difícil conseguir el equilibrio adecuado la primera vez.
Necesitas experiencia y necesitas estar alerta a las señales, especialmente,
las no verbales. No puedo decir que yo siempre lo haya conseguido. ¡Ay, el peso
terrible de esas “responsabilidades”! Pero luego, están las compensaciones…
Sobre
este tema, una lectora me escribió preguntándome sobre cuán fuerte los
dominantes azotamos a sus mujeres. No creo que exista un objetivo estándar
acordado internacionalmente, una medida de la intensidad de los azotes, como la
escala Ritchter. Por lo tanto, es difícil hacer comparaciones. Ella es un poco escéptica,
teniendo en cuenta que ha visto en Internet que, en realidad, golpean tan
fuerte como se dice o tan fuerte como sus sumisas afirman. Porque cuando usted
ve esas fotos de los traseros de las mujeres, a menudo, no hay muchas marcas,
solo unas pocas rojeces. Y en los videos raros que hacen, de nuevo, el grado de
la fuerza empleada parece bastante bajo.
Creo
que ella tiene razón. De acuerdo, todos sabemos de esas Websites comerciales,
muchas de ellas originarias de Europa del Este (ciertamente, esos viejos
comunistas tienen algo que decir), donde las chicas son literalmente golpeadas
en negro y azul. Pero, de lo que mi lectora está hablando, es sobre las sumisas
genuinas y los dominantes de carne y hueso, como yo o como los Dominantes que
me leen (creo que hay algunos) o como los dominantes que azotan a mis lectoras.
¿Realmente las azotan? ¿O es una actividad simbólica?
Sospecho
que mi lectora es una de esas mujeres que puede recibir muchos azotes y que
teme ser decepcionada. Como yo digo, no es una cuestión sobre la que uno pueda
ser muy preciso. No solamente varían las mujeres, en términos de la cantidad de
castigo que pueden aceptar, por lo que no pueden parecerse mucho a una puta del
dolor real, sino que se pueden sentir como muchas de ellas. Y las mujeres
difieren en gran manera en su sensibilidad a los moratones. He conocido a
mujeres que absorbían un castigo considerable. Sin embargo, al día siguiente,
sus traseros estaban casi intachables. Y otras, con unos pocos azotes, tenían
contusiones que brotaban por todas partes.
Es
también el caso de que diferentes implementos hacen diferentes tipos de marcas.
Algunos como la tawse o la paleta tienden a extender la fuerza del golpe sobre
una zona amplia, por lo que consigues una gran cantidad de enrojecimiento que,
en mi opinión, siempre es un espectáculo muy agradable. Pero, también, me
gustan las contusiones adecuadas, idealmente, las que muestran con exactitud
dónde la cane y el flogger han aterrizado, que llevan la huella de cada golpe
individual. Esas son las marcas que duran, mientras que con que las de una
tawse, su trasero puede ser de color rojo brillante cuando usted finalmente
haya terminado con ella por la noche. Sin embargo, a la mañana siguiente,
apenas hay rastro de la misma.
Así
que no estoy muy seguro de que pueda responder a la pregunta de mi lectora. No
sé exactamente con la fuerza que los dominantes azotan a sus mujeres y no sé si
yo azoto más fuerte que la media. En realidad, creo que nunca he pegado a
ninguna mujer tan fuerte como yo quería. Tiendo a errar por el lado de la
clemencia. Pero ahora, me pregunto si he llegado a dejar a una o dos de ellas
con ganas de más.