Lo que trae este tópico a mi
mente, es el hecho de que ella todavía quiere follar. Cuando le ofrecí mantener
nuestra cita para cenar, en mi mente, me refería a la cena. Es decir, comida,
bebida, hablar, pagar la comida y volver a casa.
He llegado a descubrir que ella
tiene ideas muy diferentes para la noche.
Ahora, me pregunto. Tengo una
mujer joven, caliente, atrevida y ansiosa. Y dispuesta a hacer cualquier cosa
que yo desee. ¿Por qué no quiero esto?
Mi deseo por ella murió en el
extremo del potencial. Tengo cuidado a quien le hago un guiño. Me gustan mis
guiños. Han sido buenos para mí y para otras. Normalmente, sólo tengo sexo con
aquellas mujeres con las que tengo intención de repetir el proceso. Para mí, es
imprescindible que haya una conexión mental. De lo contrario, no encuentro
placer en ello.
No sólo es sexo físico. Tampoco
soy un fan del cibersexo. Paso más tiempo del que me gustaría admitir
esquivando los intentos del cibersexo. He tenido que ir tan lejos como para ser
descaradamente grosero y decir cosas como: “Lo siento, no tengo ganas de pasar
más o menos una hora describiendo todas las cosas maravillosamente perversas
que me gustaría hacer contigo.” Incluso vengo con un sistema de exención de
responsabilidad. Si, a pesar de ello, alguien empieza haciéndome alusión a la
idea, lo imprimiré detalladamente en su culo.
Nota: Hay una excepción a esta
regla. Ella sabe quién es y de todos modos y con toda probabilidad, no está
leyendo esto. Es algo mental. ¡Dios! ¿Tiene ella una mente sexual?
Sí, las mujeres contactan con los
hombres para hacer que estos les escriban cosas perversas.
Ahora, voy a hacer una pausa para
que este shock se desplome.
“¿Volver conmigo?”
“¿No?”
¡Silbidos de peligro!
“¿Ahora?”
“Tal vez.”
No tengo nada en contra de un buen polvo, en aras de una buena
acogida. Si te gusta, ven a por ello. Yo no voy a pensar que eres una puta, una
zorra o lo que ahora llamamos la versión masculina. Tú tienes un deseo sexual,
úsalo con entusiasmo.
Pero, no es para mí.
Me ha gustado...haciendo un juego de palabras podriamos llamarlo " Sexo causal"...
ResponderEliminarsaludos
Manuel
¿Y no ha pensado por casualidad que le podría estar mandando señales contradictorias a esa pequeña personita?
ResponderEliminar"Si te gusta ven a por ello... Pero no es para mí"...ah.. muy bien. Bipolaridad lo llamo yo.
Le recomiendo encarecidamente que lea esta entrada:
http://sybiangirl.blogspot.com.es/2014/11/a-mi-mochila-ii.html
Por alguna extraña razón se me ha venido a la cabeza cuando he leído otra de sus entradas...La del trasero.
Gracias.
Una gatita cualquiera.
¿Y no ha pensado por casualidad que le podría estar mandando señales contradictorias a esa pequeña personita?
ResponderEliminar"Si te gusta ven a por ello... pero no es para mí". Ah..muy bien.
¿Podría explicarme, por favor? Gracias.