sábado, 4 de octubre de 2014

Más personal que de costumbre

Antes que llegara en su última visita, ella y yo tuvimos varias conversaciones online sobre el futuro. Hace unas semanas, en este blog, toqué los problemas de las relaciones a distancia. No es fácil estar separados a miles de kilómetros el uno del otro. Sin embargo, por muy bien intencionado que seas y por muy fuerte que sean los  sentimientos del uno por el otro, nunca puedes darle a la otra persona todo lo que ella necesita. Cuando nos encontramos, las cosas son increíbles, simplemente perfectas. Pero, siempre existe la certeza que no pudiéramos vernos de nuevo durante meses. Y, mientras tanto, estoy deseando verla de nuevo.

Creo que ella no me comprendería cuando le dije que es una mujer que necesita sexo. No solo el acto físico, sino toda la emoción que conlleva. Ella lo necesita y se merece ser follada con regularidad y besada y abrazada y mimada. Y yo no estoy allí para hacerlo. Me pasa lo mismo. La echo mucho de menos cuando ella no está aquí, lo cual es la mayor parte del tiempo. Hay razones en las que no puedo entrar porque no podemos hacer nada para cambiar nuestras circunstancias físicas. Por lo tanto, o continuamos con lo que es una relación muy gratificante, pero frustrante, o decidimos a ser muy adultos y encaramos la realidad de que la acción radical es la única solución.

Hablamos de esto cuando ella estuvo aquí. Piensa que yo necesito más de lo que ella nunca puede darme y creo que ella se merece más de lo que yo puedo darle. Ha sido muy duro, muy duro, confrontar la única solución sensata, pero, con gran reticencia, hemos decidido liberarnos el uno al otro. Yo no podía imaginarme no quedar siendo amigo de ella, amigos especiales. Pero ya no esperaremos a tener la atención exclusiva del otro. Cómo pueda funcionar esto en la práctica, no lo sé. Tal vez, podríamos vernos de nuevo un día. Quizás, no. Pero mientras tanto, no deberíamos negarnos a nosotros mismos otras posibilidades, si se presentaran.

Supongo que lo que me pone realmente triste es que no nos estamos despidiendo porque seamos incompatibles, porque no nos llevemos bien o no nos gustemos el uno al otro más.

Por el contrario, cuanto más tiempo ha pasado en nuestro acercamiento, más nos hemos querido. Lo que nos está presionando a separarnos es la inflexibilidad maldita del mundo, el hecho inevitable de que la realidad simplemente se niega a conformar lo que nos conviene a los dos. Y no podemos pensar bajo ninguna de las maneras en esto. Nos estrellamos contra la realidad que es como es, no como nosotros quisiéramos que fuera.

Ella es realmente una mujer maravillosa y voy a echarla mucho de menos. Ahora mismo no puedo imaginar cómo alguien podría reemplazarla. Voy a tener que sentirme con una mentalidad diferente, una en la cual no tengo a una mujer sumisa más. Sólo unos dulces, dulces recuerdos y un gran vacío donde ella acostumbraba a estar. Y puede ser, eventualmente… ¿quién sabe? Supongo que si yo tuviera que conocer a alguien más, mi primera pregunta tendría que ser: ¿cuál es tu código postal?

7 comentarios:

  1. La distancia es una puñeta...al final acaba pesando más de lo que quisiéramos y nos hace tomar decisiones q no son las q deseamos

    Ana

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    1. En resumidas cuentas, Ana, la distancia en una relación produce más frustraciones que momentos de dicha...

      Ben Alí

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  2. Cada día me alegro mas de haber dado con su blog, Usted es muy transparente en cada una de las entradas y nos permite identificarnos con ellas, gracias por compartirlo, y es verdad la distancia nos juega muy mal.

    mia

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    1. Gracias, mia: Sabes que eres bienvenida a esta casa. Me gusta ser lo más transparente posible y hablar de la realida de la D/s...

      Ben Ali

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  3. Siempre hay que valorar la posibilidad de que mientras buscamos tesoros en el horizonte, tengamos uno justo bajo nuestros pies y no hemos sido capaces aún de verlo....
    Manuel

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  4. Hola Manuel, esa es una de las torpezas humanas que esperamos ver en el horizonte lo bello cuando la belleza la tenemos al lado...

    Buen día

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  5. Si fuera solo la distancia.... Pero a veces los factores simplemente no ayudan, las cosas se tuercen, y lo cotidiano se impone a los sueños. Usted siempre podrá decir, que fue el primero en abrir la puerta a un mundo nuevo de sensaciones increíbles, el primero en ver expresiones nuevas en sus ojos, en ser su Amo. Y eso, amigo mío, ni la distancia lo borra

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