miércoles, 18 de marzo de 2015

Vuelta a la escuela

Al leer algunas historias de azotes en algunos libros ingleses sobre el tema, me llamó la atención la forma en que muchos de ellos se ubican en una escuela o una institución similar. Por supuesto que he leído la suficiente literatura sobre el spanking o los azotes como para no ser sorprendido. Está claro que los recuerdos (o recuerdos imaginarios) de los días escolares siguen ejerciendo una poderosa influencia en la mente de un adulto cuando el morbo está en cuestión. Y creo que las razones no son difíciles de encontrar. En primer lugar, los azotes es inevitablemente un proceso de arriba abajo. Es decir, dudo que alguien pudiera construir un escenario muy emocionante de azotes que no dependa de una de las partes que tiene todo el poder y la autoridad. Los azotes no son realmente una actividad de igualdad de oportunidades. (Por supuesto, conozco algunas personas como los switch, pero eso no altera mi visión de que en el desempeño real, siempre hay uno que es superior y otro es inferior, incluso, si no es siempre el mismo).
Probablemente, la escuela sea la única vez en nuestras vidas para la mayoría de nosotros (excepto, por supuesto, la vida familiar temprana) cuando alguien tiene el poder físico sobre nosotros. Es verdad que algunas historias de azotes se sitúan en una oficina, en la que una chica cuyo trabajo es insatisfactorio, se le ofrece la opción de ser despedida o azotada. Sin embargo, el jefe no tiene nada parecido a la autoridad y el poder que ejerce un profesor.
Incluso aquellas chicas que son demasiado jóvenes para haber experimentado un castigo corporal en la escuela actual, pueden imaginarse a ellas mismas en tal situación, sobre todo porque hay una gran cantidad de material, tanto perverso o no, situado en un entorno de este tipo. Por otra parte, un elemento poderoso en una sesión de azotes es esa sensación de humillación experimentada por quien está recibiendo los azotes. El mero hecho de inclinarte, ya te pone en una posición inferior; tener que desnudarse parcialmente y exponer tu ropa interior (y probablemente, también descubrir tu trasero desnudo) es calculado como para despojar mucha modestia y dignidad. A esto se suman otros rituales, por ejemplo, el tener que  contar los azotes y o decir gracias y, tal vez, tener que sufrir una reprimenda primero y el tiempo del rincón después. Todo diseñado para rematar la faena. En esos momentos, quien está siendo azotada vuelve a un estado de indefensión y vulnerabilidad como niñas.
Un aspecto del despacho del director pone todas estas cosas en juego (aunque, por supuesto, no son exclusivas de ese escenario en particular). Además, los instrumentos favoritos del director son, casi seguro, una tawse de cuero o una cane, las cuales son propicias para un buen azote. Prometen que lo que va a suceder no serán unos golpecitos en el trasero, ni unos azotes simbólicos que tan a menudo se ven en Internet, que ofrecen sin dolor ni magulladuras. La tawse o la cane prometen en gran medida.
Sin embargo, me pregunto si el aura de la escuela tendría exactamente el mismo efecto si usted fuera británico. Soy lo suficientemente mayor para tener que ir a un colegio donde los castigos corporales son rutinarios (por supuesto, hoy en día, están fuera de la ley). ¿Es el caso en otros países? Tengo que decir que la experiencia no tenía connotaciones sexuales para mí en ese momento o si las había, no estaba al tanto de ellas.
Las emociones eran una mezcla de miedo y vergüenza y no el tipo de vergüenza que es la estimulación sexual. Pero, tal vez, el paso de los años han proyectado una luz un poco de color rosa (¡ejem!) sobre la memoria y lo que antes era una experiencia de terror (en la parte receptora) ahora puede ser un escenario muy excitante para un dominante el llevarlo a cabo y, es de esperar, que la colegiala traviesa esté en el extremo receptor.

12 comentarios:

  1. Yo tuve un profesor particular de matemáticas , después de las clases en el colegio, a los 12 años.
    No sé por què motivo, desee medir su autoridad, poco a poco, sin faltar y sin ser maleducada, simplemete rozando los límites de lo permitido, pasivamente.
    De pronto, por sorpresa, me estampó una bofetada en la cara. En mi colegio estaba prohibido pegar a los alumnos. Me quedè estupefacta.
    No dijimos nada, ni él ni yo.
    Siguió dando la clase y yo seguí como si no hubiese pasado nada, pero roja de vergüenza y mucho más suave y atenta.
    Siempre me ha gustado eso....y por eso creo que no soy buena sumisa para ningún dominante, me gusta demasiado rozar los limites de la exasperación y que me pongan en mi sitio.
    El escrito anterior me parecio soberbio...., como aquel otro que releo de vez en cuando.
    E.

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    1. No puedes decir que no eres buena para ningún dominante, porque los indicios que cuentas son propios de las sumisas. Creo que a todos los dominantes nos gustan ese prurito de provocación de las sumisas..por lo tanto, no puedes decir que no eres sumisa.

      ¿Qué otro artículo relees de vez en cuando?

      Ben Alí

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  2. "El poder de una sumisa", ese que me recuerda a algún poeta maldito del XIX, o a la mezcla de unos cuantos.

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    1. Pienso que las sumisas en general, no reconocen el enorme poder que tienen y, claro, el ser azotadas las alejan de esa reflexión...

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  3. Puedes ser consciente o no de ese poder, segun responda la actitud de la otra parte pero desde luego , al ser azotada, cualquier noción del yo la pierdes.

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    1. Tienes toda la razón Anónimo y estoy de acuerdo contigo...

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  4. Nunca me ha gustado eso de fingir ser lo que no soy.
    Ni disfrazarme, ni ver a nadie disfrazado, haciendo teatro.
    Supongo que sólo me va lo auténtico.
    Gracias por compartir.
    Lidia.

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    1. Debemos reconocer que no todo el mundo tiene los mismos gustos y fetiches y que todos somos diferentes y tanto el ser autentico como actor de cualquier comedia da la vida, incluyendo las sesiones de la D/s, tienen cavida en la vida...

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    2. Debemos reconocer que no todo el mundo tiene los mismos gustos y fetiches y que todos somos diferentes y tanto el ser autentico como actor de cualquier comedia da la vida, incluyendo las sesiones de la D/s, tienen cavida en la vida...

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    3. Tiene razón.
      Debo de esforzarme en comprender que no todos somos iguales.
      Además, sería muy aburrido si así fuese.
      Espero que no le haya molestado mi comentario.No era mi intención.
      Si es así,mis disculpas.
      Lidia.

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  5. Para nada me has molestado, Lidia. Me lo he tomado como un simple comentario sin otra intencionalidad. Así pues, tranquila...

    Buen fin de semana

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  6. Maravilloso blog. Me abre el mundo de una manera distintos.por fin puedo comentar. Cin

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