La
pasión se encuentra en todos nosotros. Durmiendo, esperando y, aunque no
deseada, espontáneamente, se agita, abre sus mandíbulas y aúlla. La pasión nos
habla y nos guía. La pasión nos gobierna a todos, y obedecemos. ¿Qué otra opción
tenemos? La pasión es la fuente de nuestros mejores momentos. La alegría del
amor, la claridad del odio y el éxtasis del dolor. Algunas veces duele más de lo
que podemos soportar. Si pudiéramos vivir sin pasión, tal vez, nos gustaría
conocer otra clase de paz. Pero estaríamos vacíos. Las habitaciones vacías,
cerradas y húmedas. Sin pasión estaríamos realmente muertos.
Es un privilegio poder leerle.
ResponderEliminarrarita
Gracias...
ResponderEliminarFeliz día...
No tendría porque doler...pero siempre le da al clavo.
ResponderEliminarLe doy al clavo, porque, desgraciadamente, y a veces, también duele, porque no es correspondida, ni se comparte con la misma intensidad por ambas partes...
EliminarBen Alí
Saludos Sr. Ben Ali
ResponderEliminarEs mi sentir que ella nos sirve de musa, nos ciega, en ocasiones nos crea adicción, nos empuja, nos da vida y es tan necesaria. Y como usted dice "sin ella realmente estaríamos muertos".
Sí, Ángela, sí...
ResponderEliminarSaludos,