- La excita.
- Le molesta.
- El dolor no se construye demasiado rápidamente.
- Proporciona contraste con
otros implementos.
- Le encanta las marcas.
- Disfruta con el sonido de los golpes.
- Se ve sexy.
Hasta ahora, tal
vez, ésta sea la parte más fácil para ella y cree que ve esto sólo como un
simple fetiche. Realmente, no siente como que ella necesite una cantidad
descomunal de golpes y, aunque está tratando de pensar profundamente, está
feliz de aceptarlo de una manera superficial. Y superficialmente, la excita.
¿Qué mejor razón para incluirlo como un fetiche?
Una de las cosas
más frustrantes de la fusta es lo mucho que se burla. Cubre una zona mucho más
pequeña que una mano. También tiene un impacto diferente. Pica, una sensación
pequeña y aguda en vez de un amplio impacto contundente. No produce una
sensación lo suficientemente fuerte para provocar rápidamente un dolor demasiado
agudo, pero es suavemente extremo. Honestamente, puede durar horas. Una mano o
cinturón o cualquier otra cosa no tienen el mismo crecimiento. No solo por el
dolor o la intensidad, sino también por la excitación. Se necesitan muchos más
golpes con la fusta,
un montón más y
puede ser mucho más divertido. Es gradual, hasta que empieza a virar un poco.
La excitación no es obvia con esto. Tarda mucho tiempo hasta que se siente de
verdad, pero ella sabe muy bien que si fuera a tocarse, se encontraría húmeda.
Al pensar en esto, se pone peor y separa sus piernas.
La fusta hace
unas marcas muy bonitas. Muy, muy bonitas, con los colores superpuestos y
rojos, púrpuras y azules. Las mismas tonalidades, como cualquier otro
implemento. Pero es el patrón. Es como teñir. A ella le gusta verlas sanar. Las
marcas le recuerdan que algo fue real, incluso cuando se siente un poco confusa
sobre lo que efectivamente ocurrió. Por lo general, solo va a recordar
fragmentos que parecen sacados de ella, como si fuera capaz de verse a sí
misma. Los moratones en su cuerpo lo hacen real.
También le gusta
el sonido. Le encanta escuchar el ruido que la hace reaccionar, incluso antes
que la golpee. Es una preparación, pero no… no siente ningún miedo y está
demasiado ensimismada para sentir la anticipación, pero ella sabe que lo hace
en algún nivel que ella reconoce y eso la hace más exigente.
Por último, le
parece sexy, le gusta mucho la visión de un gran Dominante sosteniendo la fusta
en su mano, sonriendo y haciéndola silbar. Esa es la peor parte. Verla y saber
muy bien lo que viene…
Nunca he probado la fusta...
ResponderEliminarA menos que no tengas Amo, estoy seguro que siempre encontrarás a uno que se preste a azotarte con la fusta.
ResponderEliminarEs raro que un dominante no tenga una fusta.
Saludos
Probablemente a mi amo no le guste. O talvez llevo poco tiempo de haber aceptado mi sumisión.
EliminarEntones, es bueno hablarlo entre vosotros.
EliminarSaludos
Hay que confiar mucho en una persona para probar una fusta. Y supongo que es algo que viene después de muchas otras cosas. Yo tampoco la he probado. Pero creo, también, que hay que desearla antes de probarla. La confianza y la capacidad erótica de un hombre puede conseguir eso.
ResponderEliminarrarita