“Quítate las ropas,” él dice.
Él la empuja para que se ponga de
rodillas. Luego, se coloca sobre ella y se baja la cremallera. Cuando saca su
polla, ella observa que es gruesa y robusta, pero aún no está totalmente
erecta. Él la acaricia lentamente y ella ve que se alarga y sobresale orgulloso.
“No te muevas, “le dice. “No te muevas ni
un centímetro.”
Él se acerca más. Tira hacia atrás del
prepucio y pone su pene justo debajo de la nariz de ella. Ésta respira el
fuerte aroma viril, que le llega hasta la parte posterior de su garganta. Ella
puede sentir que su vagina empieza a palpitar.
“Estate quieta,” dice.
Él pasa la punta de su pene despacio por
los labios de ella. La necesidad de abrir la boca y cogerla es casi
irresistible. Ella aprieta los dientes, forzando su boca que para que se mantenga cerrada.
“Cierra tus ojos,” le dice.
Coge los cabellos de ella con firmeza y
los retuerce lentamente, forzando su cabeza hacia abajo. Él pasa su polla a
través de los párpados de ella. Luego, por una mejilla, vuelta a cruzar su boca
y por el otro lado. Él gira su cabeza y frota su pene contra su oído. Ella
gime.
“Ahora, mira,” él dice. Ella abre sus
ojos cuando él empieza a acariciarse a sí mismo. Una mano, sosteniendo todavía
sus cabellos. La otra mano se mueve lentamente al principio, pero se acelera.
Ella se queda mirando a la punta de su pene, a la espera de lo que ella sabe
que vendrá. De repente, él grita. Su semen brota de su polla en su cara, la
nariz, los labios y la mejilla. Él todavía mantiene firmemente cogida la cabeza
de ella. Ésta siente que el semen empieza a gotear por su rostro.
“Ahora, puedes chuparla,” le dice.
Ella limpia su polla cuidadosamente con
los labios y la lengua. Él quita el semen de la cara de ella con el extremo de
su dedo y se lo alarga para que lo chupe. Por fin, todo ha desaparecido.
“Eres un lujo de sumisa,” le dice.
Me ha dejado estupefacta, sin palabras...
ResponderEliminarMmmmmmmm!!!!!!!!!!!!! Delicioso y bastante motivador.
ResponderEliminarPersonalmente me ha encantado. Gracias por regalarnos momentos como éste.