Ella quería asegurarse de que todo el chorro de
orina era real.
Nunca habían hablado de ello. Usted sabe, todo
ese tema de orinar… Mire, habían hablado
de un montón de perversidades, pero, de alguna manera, nunca de las croquetas y
las albondigas.
Bueno, resulta que ella nunca se había orinado al ser
masturbada de otra manera y era escéptica, sobre todo en ese tema (ella no
había visto videos de mujeres orinándose en Tumblr, etc. Él nunca había buscado nada de esto hasta después de
que su mágico coño decidiera eruptar bajo su orientación.
Ella fue azotada adecuadamente durante un sesión
interesante, larga e intensa, pero, al final, fue una sesión de azotes muy
sensuales. Puesto que había sido muy buena, él decidió que iba a tratarla para
que orgasmara. Así pues, la sacó de la cama por el pelo y guió su culo desnudo
hacia el rincón donde le dijo que se arrodillara. Le vendó los ojos, ató sus
manos y luego volvió con su vibrador. Puso ese magistral elemento de gemidos contra su clitoris expuesto y
empezó a hacer su magia. La estaba tratando con intensidad, al mismo tiempo que
sus pezones y su mente. Por supuesto, tuvo que recurrir a algunos tirones de
pelo y unas bofetadas en la cara, como una buena medida. A veces, hasta el
dominante más experimentado, necesita condimentar los momentos más calientes.
Sus gemidos eran cada vez más pronunciados y él estaba
manipulando su coño como si fuera un cirujano perverso. El momento terminó con un crescendo de éxtasis saliendo
de su boca y luego saliendo de entre los labios de su vagina.
Su cuerpo se tensó y ella manchó toda la
alfombra con la mezcla de un jugo abundante y delicioso. Fue muy erótico verlo.
Él sintió como que la había recompensado al azotarla tan intensamente.
Cuando luego ella le hizo saber que era la
primera vez que orinaba con ese chorro, el pecho de él se dilató y su ego se
infló. (Para ser honesto, él se sintió como un superhéroe perverso y deseando
pegar su cara al coño de ella y hablarle, diciendo: “Sí, perra, te hice llorar,
terminé jodiéndote."
Antes de esa experiencia, ella no estaba segura
de esa cosa llamada squirting. Una
vez que le quitó las venda de los ojos, y la mezcla de sus flujos estaba allí
mismo para testificarla, finalmente, ella tuvo su respuesta, y qué respuesta
tan jugosa.
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