domingo, 12 de noviembre de 2017

Sexo oral

Puedes sentirme a tu lado. Estás sobre la cama, desnuda, con las manos entre tus piernas.

Estás gimiendo, tus senos, agitados. Estoy a unos centímetros de tu oído, susurrando. Mi voz es baja y seductora y, cuanto más hablo, más rápidamente mueves tus dedos.

Finalmente, echas la cabeza hacia atrás y, con un grito fuerte, alcanzas el orgasmo.

Relajada en la cama, miras a tu lado, y solo hay un teléfono. Lo levantas hasta tu mejilla y me dices: “Gracias.”

De verdad, ¿estuve alguna vez allí o sólo en su mente?

¿Importa?

2 comentarios: