Cuando me iniciaba como dominante, y de esto
hace ya algunos años, se prestaba mucha atención a las relaciones de Disciplina
Doméstica, y con razón. Debido a la gran cantidad de casos de abusos de alto
perfil, hasta el punto de que este tipo de relación se había convertido en uno
de los temas candentes del momento. Apoyo este movimiento y creo que no ha
lugar para los abusos de ninguna clase en una relación, tanto si es física,
mental o emocional. No hay lugar para el abuso en ningún tipo de relación. Lee
esto de nuevo, si lo necesitas. Estar así con tu pareja, proviene de un lugar
de ira, rabia, temor o pérdida de control. Tiendo a pensar que una persona que
abusa de su pareja, se ve a sí misma como menos o más débil y está tratando de
demostrar o ejercer algún tipo de juego de poder contra su pareja para
convencer a esa persona, e incluso, a sí mismo, de su fuerza y poder. No hay
lugar a para abusos de ningún tipo.
Habiendo
dicho esto, puede parecer hipócrita infligir dolor a propósito a su pareja, o
incluso, tener el deseo de hacerlo. Sin embargo, dentro del estilo de vida del
BDSM, o algún tipo de relación de intercambio de poder, muchas veces esto es
exactamente lo que ocurre. Por lo tanto, hay una gran distinción entre lo que
hacemos en este estilo de vida y lo que sucede en situaciones de abuso. Se
llama… ¡Consentimiento!
En
los casos de abuso, no hay consentimiento. Se hace contra la voluntad y el
deseo de otra persona. Es un tratamiento no deseado con la intención de causar
daño y miedo. En el BDSM, hay, o debería haber, pleno consentimiento e incluso
un deseo de ambas partes por la actividad. En algunas instancias, incluso se
hace para la gratificación sexual. No voy a entrar en los problemas legales
complejos que rodean esto, ya que ese no es el tema de este escrito. Pero
mencionaré que leí en otro artículo recientemente sobre un caso, creo que fue
en el Reino Unido, donde algunas personas fueron declaradas culpables de un
delito, a pesar de que tenían el consentimiento mutuo. Por favor, tenga en
cuenta las leyes de su país y cómo este tipo de actividad es percibida, vista y
las posibles consecuencias.
Hay
razones, por las cuales, las personas de la comunidad BDSM pueden implicarse en
actividades que involucran dolor. Podría ser para presionar la sumisión. Podría
ser para alimentar el lado masoquista de alguien, o el lado sádico de otra
persona. Podría ser por castigo. Hay muchos aspectos en este estilo de vida que
pueden involucrar dolor o imposición física a otra persona. La mayor diferencia,
por lo que se hace en este estilo de vida, es que no es por ira o rabia. Está
muy calculado y controlado cuando se hace. Se practica con un propósito. Se
realiza de una manera específica, planificada y prevista. Se ejecuta con el
pleno consentimiento de los receptores, y siempre teniendo en cuenta su
seguridad y bienestar en la mente. Al tener en su lugar, una palabra de
seguridad, la sumisa puede incluso detener la sesión de inmediato sin hacer
preguntas.
Personalmente,
para mí, creo que mi uso del dolor en una relación Dominante/sumisa es doble.
Uno, a lo largo de los años, he encontrado y descubierto mi deseo de infligir
dolor, al menos, de una manera suave. Seré el primero en decir que tengo un
lado ligéramente sádico que no sabía que estaba ahí desde hacía años. Esto se
puso de manifiesto al estar involucrado con algunas sumisas que también tenían
necesidad de recibir una variedad de dolores. Segundo, he sabido de mi deseo de
infligir dolor desde una perspectiva de amor y protección. Esto es cierto…
quiero decir que mi lado sádico se desarrolla con amor y cuidado.
Ahora
puedes preguntar, ¿cómo puedes infligir dolor a alguien por amor? Me llevó un
tiempo comprender este concepto. Creo que, como Dominante, si tienes una sumisa
que necesita sentir dolor, o fuerza física de tu parte, entonces, eso forma
parte de la dinámica que ustedes tienen. Mi sumisa puede necesitar sentir el
dolor muy bien. Puede ser masoquista en algún nivel y tiene necesidad de
sentirlo de mí. Esto puede ser en varias fases, en cuánto a por qué ella lo
necesita, ya que el dolor favorece a que sienta mi control y dominación, hace
que se sienta en su sitio como mi sumisa, le aporte la fuerza física que
necesita para sentir que lo soporta por mí e, incluso tal vez, sea algo que la
excita de manera sexual. Entonces, cuando es algo que necesita de mí y de
nuestra relación, puedo hacerlo por mi propia satisfacción, pero también, por
amor y cariño hacia ella y su necesidad y deseo de sentir eso de mí.
Cualquier
relación trata de estar con alguien, porque la disfrutas y ambas partes
satisfacen sus necesidades. Cualquier persona que esté con alguien que no
satisfaga sus necesidades, no permanecerá mucho tiempo en esa relación. No
tiene sentido estar con alguien que te deja insatisfecho y te deja un gran
vacío. Al poder ser capaz de vivir con mi lado sádico, e incluso, explorarlo
más, estoy también alimentando su lado masoquista. Porque le estoy dando lo que
ella necesita, porque me importa. Porque quiero dárselo. Por que ella significa
algo para mí. Incluso, iría más lejos como para decir que no darle el dolor y
la fuerza que ella desea y necesita de mí, dejándola carente de nuestra
relación, le es más dañino mental y emocionalmente que cualquier otra forma de
dolor que yo pudiera infligirle. Sin embargo, siempre y, de todas las maneras,
infligir dolor se realiza bajo un control completo, nunca cuando se está
enojado o enfadado, y con un propósito.
Creo
que este es un ejemplo perfectamente válido de por qué esto se conoce como un
estilo de vida alternativo. Va en contra de muchas de las normas de cómo la
gente debería ser tratada en nuestra sociedad. Es una forma alternativa de ver
y conducir una relación. Sin embargo, cuando la pareja lo necesitan y lo
desean, puede convertirse en una verdadera experiencia de unión y acercamiento
entre ambos. Puede fortalecer la confianza que tienen el uno con el otro y, a
su vez, su relación. Afectuosamente, me refiero a esto como “Azotándola con
amor.” Porque es exactamente lo que es… darle el dolor y la fuerza que necesita
de mí de una manera cariñosa y amorosa, y con cuidado y amor, como la intención
completa detrás de esto.
Es que usted es un sádico romántico. tara
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