Pensamientos de un domingo

Lo bueno de los momentos que ella ha pasado con su Dominante, es que hacen muchas cosas diferentes y maravillosas y puede vivir de esos recuerdos durante días. Esa mañana, cuando estaba despierta y era demasiado tarde para levantarse el domingo, estaba pensando en cómo se sentía estando atada a la cama de su Amo. Éste tiene una cama grande de madera, que se presta muy bien para tener a una zorra sólo atada por las cuatro extremidades. Ella estuvo atada a esa cama por los cuatro lazos y nudos más fuertes que haya visto a lo largo de su vida. Algo que la hizo sonreír. El mero hecho de estar atada allí hizo que se excitara bastante, sin pensar en lo que vino después. Ella se pregunta qué es lo que la hace avanzar tanto en su nueva relación, cuando en realidad, todavía no ha sucedido nada en particular.

Su Dominante pasó mucho tiempo ese día atendiendo a las necesidades de ella, lo cual fue una cosa maravillosa y milagrosa, pero, ella se sentía muy mal al percibir que estaba consiguiendo más que Él – aunque, por supuesto, hacer que alguien más se corra, es también muy excitante. Sin embargo, atada a aquella cama, atendió mucho al cuerpo de su Amo. Él tiene un pene que realmente llena su boca, y cuando lo presiona más en su garganta, mientras está inmovilizada por las ataduras, ella se concentra un poco mas.

Esto es algo muy bueno, ya que, a menudo, es alguien que tiene mucho que decir y también deja que su mente divague. Una boca, taponada por una verga, mientras el dueño de ese vástago hace que, definitivamente, se corra, provocando que la mente de ella se concentrara. Ésta fue una de las cosas que hicieron que su mente divagara, mientras esa mañana estaba allí acostada. La otra cosa fue cuando su Amo se dejó lamer sus testículos y zonas aledañas. Ella nunca había pensado que aquellas zonas fueran tan atractivas para lamer, pero en realidad, se sintió muy bien, y lamerlas mientras su Dominante atendía las necesidades de ella, fue muy bueno. Tan gratificante que ella se corrió enseguida muy pronto.

Al día siguiente de estar juntos, su Dominante le dijo que “nunca había tenido una relación en la que tuviera tanto sexo.” Esa declaración la hizo sentirse muy bien. Primero, porque su Señor piensa que esta es una relación y ella se dio cuenta de que quiere una relación de este tipo con Él. Además, ella pensaba: “Él debe querer tener mucho sexo conmigo, tal como yo lo quiero tener con Él. Me pregunto, si para nosotros dos que somos de “edad mediana,” es mucho sexo.” Pero sexo no es todo lo que hacen y, en particular, su Dominante siempre está muy hambriento después de cada sesión o encuentro. Por otra parte, a ella, la domina su falta de apetito cuando está muy excitada. A su Amo, le gusta alimentar ambas partes y les proporciona unas ofrendas muy gratificantes.

 

Aquella mañana, ella le envió un mail muy agradable a su Amo, pidiéndole que escribiera su nombre en el pubis de ella, mientras estaba en posición sumisa, y con un collar.

 

Su vida había dado un giro radical. Tenía fuerzas para llevar vidas paralelas y diferentes. Dos personalidades e inquietudes íntimas en una.