La sumisión sexual es un tópico que
alguna vez fue un tabú. Sólo era discutido por aquellas personas que estaban
“al tanto” en ciertos grupos fetichistas y comunidades online. Sin embargo, la
popularidad que supuso las series de libros del tipo de “Las sombras de Grey,”
más mujeres están considerando la sumisión como una manera de añadir más sabor
a su vida sexual. Ahora las mujeres hablan de la sumisión con sus parejas, o
mencionan esas fantasías a sus seres queridos más cercanos. Cuando los principales
medios de comunicación ven una nueva tendencia, se abalanzan sobre ella y el
BDSM parece ser el nuevo sabor del mes.
Sorprendentemente, hay más mujeres
fuertes con mentalidad profesional que son sexualmente más sumisas de lo que
mucha gente piensa. Muchas de esas mujeres pasan todo el día haciendo llamadas
en las salas de juntas o trabajando como doctoras, abogadas, o en otros puestos
de perfil alto. Durante el día, hacen temblar a sus subordinados o empleados
con una palabra o mirada cortante. Por lo tanto, ¿por qué son las cosas
diferentes en el dormitorio?
Gran parte del disfrute humano del sexo
es fantasía. Las mujeres que son fuertes y dominantes durante el día pueden
desear renunciar a este poder por la noche y dedicar tiempo a dejar que otra
persona haga la llamadas. La sumisión con la pareja adecuada permite que una
mujer renuncie al control de manera segura. Aquellas que no han experimentado el
acto de sumisión total en el dormitorio podrían no entenderlo completamente,
pero les quita la necesidad de pensar y cuestionar cada movimiento. Una sumisa
no se preocupa por su disfrute, porque ese disfrute proviene de cumplir los
deseos especiales de los dominantes. Simplemente, ella hace lo que le dicen y “disfruta
del viaje.”
Someterse a una pareja es una fantasía
de muchas mujeres, tanto si lo expresan o prefieren mantenerlas internalizadas.
Lo importante a recordar es que fantasear, o incluso, actuar sobre esas
fantasías con una pareja segura, no hace que una mujer sea menos fuerte y
capaz. Creo que en realidad es todo lo contrario. Una mujer necesita estar
segura y lo suficientemente en contacto consigo misma para comenzar a explorar
este estilo de vida. Ella necesita ser capaz de comprender que el feminismo es
el derecho de la mujer a elegir lo que la hace feliz y si ser dominada por un
hombre fuerte en el dormitorio es lo que hace fluir sus jugos, entonces, eso es
lo que debe buscar. Los escenarios de intercambio de poder son simplemente otra
forma de explorar la energía sexual y las emociones entre una pareja. Siempre que
sea seguro, cuerdo y consensuado, lo cual es algo hermoso.
En cuanto a ella, una sumisa que
conozco desde tiempo ha, en todos los ámbitos de su vida, está dolorosamente en
el control. Planifica y orquesta prácticamente casi todo, desde pagar las
facturas a programar unas vacaciones. A propósito, asume muchas
responsabilidades, porque así siempre ha sido para ella. Honestamente, es
estresante y mucha presión. Aunque nunca se había dado cuenta, necesitaba una
salida. Ser sumisa con el hombre en quien confía explícitamente y que ha sido,
de alguna manera, su amante o amigo durante cuatro años, ha sido increíble. Ha alcanzado
niveles de alturas, tanto en su cuerpo como en su mente, que nunca podría haber
imaginado. Se ha convertido en una mujer más segura y satisfecha.
“No hay una única forma de ser sumisa y
me encanta la creatividad sin fin que provoca. Le he dado el control total de
mi coño o como ambos decimos ahora, “su coño.” No juego con eso y,
definitivamente, no tengo un orgasmo sin su permiso expreso. Muchos días, él
también decide mi vestido y si debo llevar ropa interior o no. Por atrevido que
lo parezca, “esto me vuelve loca de deseo.” También me ha marcado muchos retos
únicos en los últimos meses, incluyendo orgasmar en público, aprender a hacer
garganta profunda y complacerme frente a un extraño virtual en un club BDSM. En
definitiva, son cosas que nunca se me habrían pasado por la cabeza que alguien
haría, y ni mucho menos, yo. A pesar de que nos topamos con este estilo de vida
juntos, él es tan competente que una pensaría que lo he estado haciendo durante
años,” ella me comentaba.
Ella no sabía que le deparará el futuro
con su dominante y parte de esta relación dominante/sumisa no es tratar de
controlar o preocuparse por eso. Ella encuentra mucho consuelo en esta
relación. Y piensa cómo sería ahora una relación sexual normal y no está segura
de que pudiera volver a una relación vainilla. Los niveles de excitación y
sensaciones se han establecidos en ella como imbatibles, para siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario