martes, 11 de mayo de 2021

Dominación sexual versus Sadismo: ¿Pueden coexistir?

 Asume la postura…

Los dos extremos del espectro del BDSM son la dominación sensual y el sadismo:

-       El Sadismo trata de someter a una sumisa, soportar el dolor, humillación y modificar su conducta.

-       La Dominanción Sensual trata de desarrollar la confianza de la sumisa y liberar su sexualidad oculta mediante conversaciones atrevidas, expresiones soeces, contacto visual y varios métodos preliminares, y múltiples orgasmos. La Dominación Sensual trata principalmente de despertar la mente y luego llevar el cuerpo a nuevos estados sexuales intensos y desenfrenados. Imagine su cuerpo experimentando múltiples orgasmos en una noche porque no tiene control.

¿Pueden el sadismo y la Dominación Sexual coexistir? Sí. Por ejemplo, siempre hago que una sumisa pida permiso para correrse a la vez que estimulo su coño intensamente. Le negaré el permiso hasta que sienta su desesperación en su voz, ya que está a punto de perder el control. En ese momento, a menudo, le daré una palmada en el culo tan fuerte como pueda para evocar una respuesta de dolor intenso en su cerebro que romperá su concentración y evitará que se corra mientras la mantengo tambaleándose al borde del orgasmo, mientras permanece excitada. Usaría este método repetidamente durante la sesión para mantener un estado sumiso muy excitado durante horas sin un orgasmo. Esta técnica se llama Negación o Borde del Orgasmo.

¿La Dominación Sensual siempre conduce a lo físico? No, a menudo, despertaré a mi sumisa en el trabajo con mensajes de textos sexuales. La excitaré intensamente en el trabajo y le negaré la opción de masturbarse en el baño de mujeres. Mantenerla en un estado perpetuo de excitación, mientras mantiene una personalidad de laboral adecuada es parte de su desafío.

Hay un “espacio mental” en el que entran muchas sumisas en la Dominación sensual que yo llamo “submodo”: Un estado de excitación sexual muy alto, una mentalidad muy sumisa donde una mujer está dispuesta a realizar cualquier acto para complacer a su Dominante. Por lo general, se desencadena por uno de varios posibles desencadenantes verbales físicos, como:

-       Una mano masculina colocada en su garganta.

-       Tirar de su pelo hacia atrás.

-       Su culo azotado con la mano o una paleta.

-       Obligada a arrodillarse para realizar sexo oral.

-       Echarla sobre la cama o cogida contra la pared.

-    Ser llamada “mi niña traviesa,” “mi gatita sexy,” “mi zorra,” “el juguete de papá,” etc.

Cada sumisa es única con respecto a los desencadenantes, por lo que solo los desencadenantes específico funcionan en cualquier sumisa con un Dominante específico. Las palabras que se dicen son mucho menos importantes para quien las dice. El poder sexual y psicológico de las palabras se deriva de la conexión emocional de la sumisa con el Dominante.

Las sumisas masoquistas no son mi especialidad, por lo que como masoquista deberías hacer preguntas, pero aquí hay una descripción general rápida. Las sumisas que son masoquistas vienen en muchas formas y no hay un solo tipo. Hay masoquistas emocionales que quieren sentirse emocionalmente vacías y usadas al final de una sesión y masoquistas físicas (cachorros del dolor) que quieren soportar el dolor como una insignia de honor y muchos otros tipos. Hay muchas otras variantes, pero esta no es mi área especial.

Siempre me divierte que los sádicos se refieran a la Dominación Sensual como una dominación “suave.” Otros dominantes me dijeron durante veinte años que, “yo estaba haciendo una dominación errónea porque no azotaba a una mujer…” La realidad es que la Dominación Sensual requiere un conjunto de habilidades diferentes y más sutiles. No se trata de dominar físicamente el cuerpo, se trata de la seducción y la excitación de la mente. Entrenar a una sumisa para que se corra simplemente diciéndole una palabra (córrete bajo una orden) es una habilidad muy diferente a la de azotar a alguien.

Como Dominante Sensual, ¿mis sumisas y yo anhelamos más? Hmmmmm… Veamos…durante una sesión de 2 – 3 horas, puedo hacer que mi sumisa aguante 10 azotes duros después de cada orgasmo para alternar su capacidad de manejar el placer y el dolor durante 4 – 10 orgasmos. Luego puedo forzarla a que tenga otros 5 – 10 orgasmos de orines sin descanso. Luego abofetearla y retorcerle los pezones mientras sostiene un vibrador de varita sobre su clítoris y el vibrador anal en su culo. Mi objetivo es abrumar por completo su mente y cuerpo con estimulación sexual y orgasmos múltiples hasta que se colapse. Luego la inclinaré y penetraré tan fuerte como pueda para llevarla al límite y que su mente vuele. La quiero acostada en la cama cubierta de sudor y semen, temblando con espasmos incontrolables. Traeré traeré un cuenco con agua tibia con aroma y limpiaré suavemente su cuerpo exhausto con un paño húmedo y tibio. Luego le daré un masaje en su cuerpo cansado con aceite perfumado, y por último, la besaré y abrazaré hasta la mañana.

Un Dominante Sensual realmente ama y aprecia a su sumisa, por lo cual, quiere expresar un profundo vínculo emocional con ella después de una sesión intensa. Nunca una sumisa me dijo que “necesitaba más.”

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