Algunas
veces, deseas prescindir de los preliminares, las sutilezas, los rituales. Solo
quieres ponerla contra la pared, levantar su falda y penetrarla. Tal vez, ni siquiera
te molestes en quitarle sus bragas, sino sólo en echárselas a un lado. Si se
ensucian con lo que va a suceder, mucho mejor. Puede llevarlas durante el resto
del día, llevando tu aroma con ella.
O tal
vez, prefieras ponerla boca abajo sobre el apoyabrazos del sofá o inclinarla
sobre una mesa y cogerla por detrás, follándola sin descanso hasta que te
corras, teniéndola todo el tiempo cogida por los pelos y tirando de su cabeza
hacia atrás o azotando su culo.
Una
de las mejores cosas de la D/s es que no tienes que pedir disculpas por tu
brusquedad. Al contrario, esto le gusta a un montón de mujeres sumisas (una y
otra vez, y otra vez y otra). Incluso las mujeres vainillas, en ocasiones, han
sabido disfrutar de estos actos bruscos y primarios. Les encantan ver a sus
hombres abrumados de lujuria por ellas. Porque, simplemente, no pueden esperar
a tenerlos.
A
veces, el sexo puede ser un poco complicado y cerebral, especialmente, entre la
gente de la D/s, que están acostumbrados a analizar y reflexionar. Hay un
animal al acecho en todos nosotros que, a veces, necesita ser dejado fuera de
la jaula.
Definitivamente hoy es un día en el que me gustaría prescindir de cualquier sutileza, tomada del cabello y azotada del trasero sería una buena medicina para la melancolía...
ResponderEliminarQuién llevara este aroma el resto del día...
ana.
Aunque tambiém intuyo algo más de esa atracción, detrás de la relación D/d que se describe.
ResponderEliminarana