Preguntas de los lectores

Un lector me pregunta por qué las mujeres sumisas necesitan más cuidado y atención que las mujeres vainillas. Bueno, por supuesto, es relativo. Me atrevo a decir que, la mayoría de las mujeres vainillas aprenden con facilidad a conseguir todo el cuidado y atención que ellas puedan. Pero, como sugiere una sumisa en un comentario sobre este tema, las mujeres sumisas aprovechan todas las oportunidades. Esto las hace muy vulnerables. Nunca parecen estar seguras de lo que están ofreciendo es, de hecho, demasiado. O, por supuesto, sí es suficiente.

Así que, lo que ellas necesitan es mucha tranquilidad. Necesitan también que se les diga que las fantasías oscuras que tienen y que ellas están convencidas de que admitirlas no es de mal gusto, ni estúpido ni infantil. Las mujeres sumisas se ponen demasiado nerviosas al dejar que la puta interior salga a jugar. Tal vez, se encuentran a regañadientes. Pero, por supuesto, a cualquier dominante que se precie, le encanta esa puta interior. Contra más puta sea ella, mejor. Él sólo tiene que asegurarse que ella lo sepa.

Es también el caso, de que las mujeres sumisas necesitan tener su sumisión constantemente entrenada y probada. No puedes dejarla en un armario y asumir que cuando la quieras coger de nuevo, esté preparada para salir. La sumisión se nutre sometiéndola; contra más la practique una sumisa, mejor se siente ella. Y llega a ser mejor.

Como cualquier otra cosa, la sumisión sexual mejora con la práctica. Tienes la oportunidad de saberlo por tí misma y consigues conocer mejor a tu Amo y tener una idea real de lo que él quiere, la mejor manera de complacerlo. Así que, si quieres disfrutar al máximo de tu sumisa, sigue así. (De acuerdo, ahí, hay un juego de palabras, si usted lo desea).

La pregunta de otra lectora se refiere a la responsabilidad del dominante de ser abierto y honesto con su sumisa mientras la requiere para que esté con él. Si este espera que ella le diga cada pensamiento atrevido que esté en su mente,  ¿tiene él similar obligación con ella? Mi respuesta es, sí y no. Las relaciones D/s son como cualquier otro tipo de relación. Que la gente te trate como tú quieres ser tratado es una buena norma; haz lo que quisieras que hicieran. Si ella te dice sus secretos, las cosas sobre las que ella fantasea, que nunca se las diría a nadie excepto a tí, ¿es correcto que tú no le comentes ninguna de las tuyas? Creo que las cosas te irían mejor si ella siente que estás dispuesto a guardarlas confidencialmente. Pero, aquí está la diferencia, mientras la sumisa no está obligada a esa reciprocidad, este es el nombre del juego, ella ha renunciado a sus derechos al secreto, en virtud de haberse declarado ella misma sumisa, el dominante no está bajo la misma obligación. Ella no puede hacerle nada. Simplemente, su posición no puede hacer nada respecto a esto. 

Todo el poder está con él. Ella solo puede esperar a que él juegue limpio. Por eso, sugerí que la reciprocidad era una buena idea, pero que la mujer sumisa no puede esperar a tener unos derechos similares. Si ella no puede aceptar esto, por supuesto, ella no está bajo ninguna obligación de someterse. Nadie tiene que hacerlo. Es una decisión libre. Pero, tú no puedes escoger una cosa, sí y otra, no. Bajo mi punto de vista, la sumisión es sumisión. Ella puede negociar los límites a lo que ella ofrecerá, u obligaciones por su parte, pero no puede exigirlas. Él tiene que concederlas.