¿Alguna vez
le ha pasado a usted, querido lector/a, que ve algo, oye algo que es realmente
desagradable, incluso repugnante, algo que crees que está mal y está mal, pero
aún te hace emocionarte y excitarte? Cuando esto pasa es difícil que tu cabeza
deje de pensar en ello. Usted lo desaprueba, piensa que es malo, está mal y no
le debería pasar a nadie. Aún así, es algo que produce un cosquilleo dentro de usted.
Sé que hay gente madura alrededor que no tienen problema con esto, que se dan
cuenta que se desencadena una fantasía, algo que simboliza un sentido para
usted y es valioso solo por esa misma razón. La gente que es capaz de sacar el
lado positivo de la misma, distingue su
valor como una fantasía y la realidad que está a la mano. Todavía me siento
culpable por excitarme por algunas escenas de las películas, libros y cosas
similares.
Hay una
escena en la genial película “La naranja mecánica”, de Stanley Kubrick, basada
en la novela de Anthony Burgess, que tiene ese efecto sobre mí. La escena
empieza con la música de la “La urraca ladrona,” de Rossini, mientras que la
cámara gira hacia abajo en una escena espantosa. Una pandilla de brutos raptan
a una mujer y tienen la intención de divertirse con ella. Ésta lucha en vano.
Los hombres la desnudan gradualmente y entonces proceden a llevársela a un
sitio donde ellos, sin duda, van a violarla. La violación es interrumpida por
la entrada del protagonista principal, Alex y su banda y la escena termina en
una gran batalla entre las bandas. La pobre mujer desnuda es capaz de escapar.
Alex la salva de su terrible experiencia, pero no hay ningún indicio de que
aparezca por el escenario para hacerlo. Esto es solo un efecto secundario.
Hay algo en
esa escena y, en especial, el principio que tocó mi fibra sensible. La mujer
está devastada, está luchando para mantener a sus agresores alejados, pero
ellos son más fuertes. Para ellos, es solo un poco de diversión, se están
riendo y pasándolo bien. Ella está muy lejos de eso. Está llorando, está a punto de ser violada, su peor miedo se
va a convertir en realidad y la pandilla sólo se reía. Ella los rechaza, pero
siguen volviendo, cogiéndola, desnudándola poco a poco.
En contraste
entre el vestido, las risas de la banda y algo devastada, una mujer desnuda es
brutal y degradante, pero, existe algo en esta escena que ha creado una
sensación incómoda de excitación y emoción. En contra de mi voluntad, tuve que
admitir que esta escena me parecía bastante erótica.
Después de un
rato, empezaron a llegar a un acuerdo en la escena y aceptar que hay una
diferencia entre la fantasía y la cruda realidad de una violación. Sigo
pensando que la escena es emocionante y todavía me siento un poco culpable por
ello, pero tengo que admitir que provocó un montón de fantasías en mi mente.
No me
importaría hacer unos comentarios sobre esto. ¿Le ha ocurrido algo similar a
usted? Estoy seguro que sí.
Es que hay mucha diferencia entre la violación de una película y pongamos un vídeo grabado de una real. La primera ha surgido de la mente un escritor y un director le ha dado su toque personal y aunque trate un tema crudo, todos los planos tendrán esas connotaciones eróticas que no solo a usted le han excitado.
ResponderEliminarNo se olvide que una de las fantasías sexuales más extendidas entre las mujeres es la de la violación y eso no quiere decir que la mujer realmente desee que le pase, y llevarlo a la realidad, con quien tú desees, es de lo mas excitante
Me gusta tu puntualización al respecto, pero no olvidemos que, por lo general, la realidad siempre es arrastrada por la fantasía y, por muchas normas éticas de la sociedad, el interior humano se las pasa por el forro. Ese es el lado oscuro de las personas...
EliminarFeliz día.
Reconozco que me ha pasado, antes me preocupaba pero ahora acepto que es mi naturaleza, tampoco hago daño a nadie, así que ya no me preocupa
ResponderEliminarHay que ser honesto consigo mismo y no actuar como quieren los demas...me parece bien tu actitud...
EliminarBen Alí
Sucede incluso con situaciones fuera de la televisión o el arte en general. Tenia una conocida que se sentía muy culpable, por ejemplo, porque le excitaba el ver copular a los perros en la calle. Lo comparaba casi a una violación grupal y eso la excitaba y la hacia sentir tan culpable, que hasta se fue a terapia.
ResponderEliminarLa culpa es el peor de todos los males.
Un saludo a usted.
Me ha pasado y me pasa... En peliculas y en escenas producto de mi imaginación... Confieso que es divino fantasear hasta con lo prohibido... Ese cosquilleo de querer lo que esta mal es realmente fantastico!!!!
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