Querida
Cane:
Hace un año, yo hubiera dicho que nunca había pensado que nos
íbamos a encontrar o si lo hiciéramos, sería mucho más tarde en la vida y bajo
circunstancias completamente diferentes. Normalmente, yo no permitiría que
nadie tocara mi culo, por lo menos, sin hablarlo, tener unos pocos encuentros o
algún beso primero. Pero, con usted, fue completamente diferente. Nos lanzamos,
al igual que si nos hubiéramos conocido desde hace años. Nunca en mi vida,
había tenido con nadie ese tipo de relación.
Hoy, mientras estaba sentada en mi sofá, todavía podía sentir los
azotes de hace unos días. Usted, tan dulce y atento. Sé lo duro que trabajó
para que fuera una experiencia memorable. Y no puedo decirle lo mucho que
aprecio esos detalles. Usted sabía cómo provocar aquellos dulces y fuertes
picores, hasta el momento que cada vez me tocaba y acariciaba mis nalgas. Me
hacía sentir como si estuviera explotando en un éxtasis. Nadie ha conseguido
que mi cuerpo temblara y mis pies se curvaran tal como usted lo hizo.
De todos modos, sé que estoy divagando y seguro que usted está
pensando en que esto es una tontería. Entre el trabajo, las obligaciones
familiares y todo lo demás en mi vida, no siempre pudiera pasar tanto tiempo
con usted tal como me gustaría, pero, se lo confieso, tengo ganas de vivir
otros momentos. Solo el imaginarle, pone una sonrisa en mi cara y no puedo
evitar gemir con su contacto. Si bien puede haber otras personas en mi vida,
usted siempre tendrá un lugar especial en mi corazón y en mi pecho. Gracias por
cada sonrisa, jadeo, picor, temblor y estremecimiento. Sé que solamente nos
hemos conocido durante horas, pero ha conseguido impactar en mi vida con mucha
fuerza (y en mi culo).
Anónima
Yo suelo tener una relación amor - odio con la mayoría de los implementos, con la canne se queda solo en odio. Pero no es a mi a quien le toca decidir, si él elige la canne yo la aceptaré y se lo agradeceré después.
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