jueves, 9 de enero de 2014

La cane (Una carta de amor)



Querida Cane:

Hace un año, yo hubiera dicho que nunca había pensado que nos íbamos a encontrar o si lo hiciéramos, sería mucho más tarde en la vida y bajo circunstancias completamente diferentes. Normalmente, yo no permitiría que nadie tocara mi culo, por lo menos, sin hablarlo, tener unos pocos encuentros o algún beso primero. Pero, con usted, fue completamente diferente. Nos lanzamos, al igual que si nos hubiéramos conocido desde hace años. Nunca en mi vida, había tenido con nadie ese tipo de relación.

Hoy, mientras estaba sentada en mi sofá, todavía podía sentir los azotes de hace unos días. Usted, tan dulce y atento. Sé lo duro que trabajó para que fuera una experiencia memorable. Y no puedo decirle lo mucho que aprecio esos detalles. Usted sabía cómo provocar aquellos dulces y fuertes picores, hasta el momento que cada vez me tocaba y acariciaba mis nalgas. Me hacía sentir como si estuviera explotando en un éxtasis. Nadie ha conseguido que mi cuerpo temblara y mis pies se curvaran tal como usted lo hizo.

De todos modos, sé que estoy divagando y seguro que usted está pensando en que esto es una tontería. Entre el trabajo, las obligaciones familiares y todo lo demás en mi vida, no siempre pudiera pasar tanto tiempo con usted tal como me gustaría, pero, se lo confieso, tengo ganas de vivir otros momentos. Solo el imaginarle, pone una sonrisa en mi cara y no puedo evitar gemir con su contacto. Si bien puede haber otras personas en mi vida, usted siempre tendrá un lugar especial en mi corazón y en mi pecho. Gracias por cada sonrisa, jadeo, picor, temblor y estremecimiento. Sé que solamente nos hemos conocido durante horas, pero ha conseguido impactar en mi vida con mucha fuerza (y en mi culo).
Anónima

1 comentario:

  1. Yo suelo tener una relación amor - odio con la mayoría de los implementos, con la canne se queda solo en odio. Pero no es a mi a quien le toca decidir, si él elige la canne yo la aceptaré y se lo agradeceré después.

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